miércoles, 31 de diciembre de 2014

C.

"Nos corremos muy poco para lo mucho que huimos."

¿Ñam?

Me siento extraña acerca de la cena de fin de año de esta noche. ¿Porque somos pocos? No lo sé.
No quiero que se me malinterprete: estoy contenta de que la farsa se haya acabado. Odiaba emperifollarme y sentarme a la mesa con la familia de mi madre, lo más despreciable de la humanidad. Me sentía desplazada entre desconocidos que sonreían de mentira y abusaban de mi abuela a placer, saqueando su despensa, estropeando su casa y sus muebles.
Los odiaba, y los odio...
Sin embargo, la cena de fin de año de esta ocasión transcurre en mi casa, sin mi hermana (que se va al campo) y sin mi abuela (que ha sido raptada por el enemigo y sus celos). Somos cuatro, mamá, papá, mi hermano y yo...
Quizá porque estamos en la íntima tranquilidad hogareña, casi esperaba que todo fuera un poco más descuidado, más relajado. El entusiasmo y la dedicación de mi padre son contagiosos...
No sé qué esperar o por qué siento un ligero escepticismo ante esta noche. Espero que solo sea inquietud por lo desconocido.
El 2014 por fin acaba...

martes, 30 de diciembre de 2014

Green.

Voy a echar de menos estas vistas, de verdad.
No es solo el verde, es la luz. En mi jardín todo es así, pero los verdes cambian con la luz cenital. El verde esmeralda de los centenares de Tréboles que invaden el césped, el verde pardusco de las hojas del laurel o ese color ópalo de las hojas de jacaranda que se tiñe de lila con la llegada de la primavera. Voy a sentir nostalgia por la forma en que la luz vespertina incide sobre las flores de los parterres y maceteros del jardín, la palmera; del mismo modo que ya extraño el sabor de las granadas cuando llega septiembre.
El jardín..., mi jardín. He pisoteado ese césped desde que tengo uso de razón. Recogíamos dátiles de la palmera, jugábamos a la pelota, hacíamos ramilletes de aquellas florecillas blancas, y de tréboles. Instalamos un campo de bádmington durante mi verano de aislamiento. Cuando caían las flores del árbol, jugábamos a encontrar "Agua, leche o café" y lo pringábamos todo. Buscaba cochinitas, tomaba el sol cuando hacía buen tiempo, y me daba manguerazos con mi hermana en los meses de más calor. El jardín también era una buena excusa para estar con mi padre: regando, talando, cavando, podando, cortando, abonando y trasplantando.
Pronto, una parte de eso se irá. El césped va a ser sustituído por un sucedáneo artificial, y ya no crecerán más tréboles en él. El seto va a desaparecer, ahora tan solo se verá muro; y los árboles..., el laurel que me da los buenos días desde la ventana, la jacaranda que tanto ama mamá... una piscina. Solo eso, un agujero con agua se llevará su lugar de descanso eterno. Recuerdo cómo de niña me hizo prometerle que me aseguraría de que fuese enterrada bajo aquel árbol en flor, y ser bañada por sus pétalos lilas algún día.
Ese pulcro jardín nuevo que se dibuja vagamente en mis pensamientos contrasta vivamente con el rincón florido de mi refugio, a veces me pregunto qué es lo que quiero. ¿No he deseado siempre algo así?








lunes, 29 de diciembre de 2014

Altruism.

-¿Vas a hacer galletas?
-Sí.
-¿Y eso?
-Me apetecía, solo eso.
Mentira. Bueno, no del todo, siempre me ha encantado hacer repostería, aunque no con un catarro monumental y el cuerpo lleno de agujetas...
No sé desde cuando mi tonto hobbie culinario sustituyó a la escritura como forma de relax..., o la complementó, en todo caso, porque la masa está reposando ahora mismo en el frigorífico.
Por un instante he tratado de convencerme de que estaba aburrida de estar acostada viendo series desde ayer, como si algo así pudiera aburrirme. Luego me he imaginado diciendo que necesitaba estirarme y acabar con este mal cuerpo, estoy muy poco acostumbrada a la debilidad...
Más tarde he pensado que son las galletas favoritas de mi madre, y que las estaba haciendo para darle una sorpresa.
Pero ni siquiera eso. No soy tan altruista, o quizá sí, pero me he dado cuenta de que necesitaba pensar, de que ya no estaba prestando atención a lo que hacía, veía o escuchaba.
No me había dado cuenta de hasta qué punto puedo tener la cabeza activa en un período de... Apagón cerebral, lo que se supone que deben ser unas vacaciones, ¿cuántas preguntas retóricas puede acumular un cerebro que dormita?
Así pues me he preguntado a mí misma por mis sentimientos. ¿Por qué me siento culpable cuando mamá dice que está gorda? ¿Por qué no tomo cartas en el asunto y elimino mis inseguridades? ¿Qué siento por Curro? ¿Por qué no me llama? ¿Por qué no lo llamo yo? Ni siquiera quiero darle muchas vueltas a lo que hubo entre nosotros, o a por qué me lo imagino como algo que no puede ser. ¿Tendrá Esse razón? Quizá debería cortar nuestra relación de raíz.
Vuelvo a sentirme atrapada dentro de mi misma ciudad. Daría lo que fuera por escapar a miles de kilómetros de distancia, lejos de algunas personas y lejos (todo lo posible) del instituto; y por otro lado una parte de mí quiere aferrarse a lo que conozco. A mi casita, al cielo azul  (lo único perfecto del verano) y las plantas, mi familia, mis amigos. Creo que uns parte de la añoranza que siento por el extranjero es culpa de las series... Por un lado porque las veo en inglés, empiezo a pensar y a escribir en ese idioma y siento que el mío es un error. Que nací en el lugar equivocado, entre la gente equivocada. Y a pesar de todo lo bueno de mi país, yo querría pasear por Londres o tener un loft en Chicago, o vivir en un lujoso rascacielos de Seúl
Pero eso es solo porque fantaseo una barbaridad.
En lugar de resolver ninguna de mis cuestiones, me pongo música y fantaseo con lugares que apenas conozco, y me dejo llevar por el olor de la vainilla y la mantequilla, del chocolate fundido y la masa dulce de las galletas danesas que más le gustan a mi madre. ¿A que al final esa receta me representa a mí más que a la pobre Amanda?

sábado, 27 de diciembre de 2014

viernes, 26 de diciembre de 2014

The same, but different.

Es una sensación extraña.
Como si mi cuerpo fuera de una cera suave y flexible que se endurece por momentos. Es una sensación prolongada e intensa que me contrae los músculos y deshilacha mis huesos.
En un momento estoy desecha. Igual, distinta, fría y cálida. Llena, vacía. Feliz y arrepentida...
El dolor se prolonga, pero es placentero. Me llena y me calma de algún modo, como me enerva y me hace sentir nerviosa. Me hace sentir nerviosa como la anticipación y los recuerdos, y aún así permanezco quieta, pausada, saboreando la sensación...

martes, 23 de diciembre de 2014

"Sometimes, the sun and the blue sky are too heavy, they burn and they blind me."

Ellos... me distraen. Me llevan a pasear, al cine, a patinar, y durante unas horas (y a veces ni siquiera eso) desapareces. Y luego vuelves, me golpeas cuando duermo, o cuando estudio, cuando miro hacia el sol o si voy vestida de azul.
Algunas veces te evito, te ignoro, trato de alejarme del golpe, pero viene solo...
Leo, veo películas, salgo con mis amigos, duermo, estudio, invento..., pero siempre estás ahí, rondando. Y me haces feliz, pero eres como una sombra, intento asirte y no puedo. En parte porque estás demasiado lejos, y en parte porque otros brazos te atraparon antes que yo.
Eres como alguien que te pisa sin querer y te pone una tirita. Mil veces. Mil hermosas, dolorosas, malditas y adoradas veces. Y no lo puedes remediar, y quizá no me pises queriendo. A veces ni siquiera necesitas hablarme...
Entonces ellos, todos ellos se preguntan por qué no estoy escuchando lo que me dicen.
Es un dolor llevadero, ni siquiera me impide ser feliz, ya ves.
Hay días en que el cielo está nublado y la niebla se arremolina en las ventanas, y parecen días perfectos. En otras ocasiones, el sol y el cielo azul queman y pesan, y ciegan a una.
Es gracioso que ella te haga daño, y tú la quieras.
Y que tú me hagas daño, y yo te quiera a ti...

viernes, 19 de diciembre de 2014

Colegio Aljarafe S.C.A

Hoy he entrado en Facebook. Insólito, ¿verdad? y por alguna razón he estado viendo fotografías y vídeos de mi antiguo instituto, el Colegio Aljarafe.
Qué nostalgia..., tanto, que casi me he echado a llorar.
No quiero ser malinterpretada: me alegro de estar en el Juan de Mairena, los profesores son fabulosos, he aprendido mucho y he conocido a nuevos amigos. Es solo que hoy ha sido un mal día, que odio a mis compañeros, y que el amor del Camino de Santiago todavía colea...
No echo de menos especialmente la E.S.O, simplemente algunos detalles del colegio que sé que no me encontraría en ningún otro lugar. En algunas de las imágenes, los niños estaban rodeados de pintura y de cajas... en el colegio siempre hacíamos manualidades. A mí me encantaba, aunque las fuentes se atascasen y lo manchásemos todo. Recuerdo que con diez años andábamos imitando cuadros de Picasso y Frida Kahlo, especialmente aquella de las sandías (¿Viva la Vida?), o los girasoles de Van Gogh que representamos mediante el puntillismo.
Echo de menos las clases de teatro. Vale, sí, Ramón estaba un poco loco, pero también era un genio. Nos hizo actores y directores, perdimos parte del miedo y la timidez, y muchos de nosotros aún recordamos pasos enteros de Lope de Rueda, o Romances. Representamos obras de Cervantes, las memorizamos, las comprendimos. Ramón, que sepas que en mi ejemplar de Luces de Bohemia, en una esquinita he escrito In Memoriam
¡Y las excursiones! hace ya dos años que no tengo la ocasión de visitar lugares bonitos. Si siguiera en el Aljarafe, habría vuelto a Madrid, podría haber ido a ver museos y exposiciones por toda Andalucía y, quién sabe, quizá hasta hubiera viajado a Italia.
Hay detalles que nunca se olvidan. Representaciones, pintura, actividades, canciones, todo eso se queda en la infancia más feliz que nadie haya podido tener.
A pesar de todo, sé que cuando llegue junio y tenga que decir adiós a Germán, a Eva o a Carmen no va a ser una despedida impasible..., solo de pensarlo ya me siento triste, pero sé que vendrán etapas nuevas, gente nueva, buenos amigos, profesores, libros y viajes. Solo tengo que darle tiempo.

Bullied

-Bona Mens, que podría traducirse literalmente como "mente buena" o algo por el estilo, se conoce realmente como "la prudencia de la vida".
Acabé de copiar e inmediatamente se me cambió el gesto. ¿Qué quería decir aquello?
Paco vio mi expresión e inmediatamente sonrió, lo que me hizo sonrojarme y mirar hacia otra parte.
-Y la señorita Cristina pone una cara muy rara. ¿Qué pasa?
Tragué saliva.
-Bueno, no lo entiendo. ¿Cómo "mente buena" acaba siendo "la prudencia de la vida"? ¿a qué se refiere eso?
Paco paseó por el frontal de la clase hasta una mesa vacía y se sentó en ella, con uno de los pies en el suelo y el otro balanceándose.
-Como ya sabes, la prudencia es considerada una gran virtud en el mundo griego. Platón decía que éramos sabios cuando conquistábamos la verdad, el bien y la belleza, ¿no es así?. Esto por supuesto existe en un plano teórico y en un plano práctico, es decir, si conquistas esas tres ideas debes ser capaz de elegir la verdad frente a lo falso en la vida, lo bueno frente a lo malo y esa clase de cosas. Para Descartes era también algo así, de modo que si la señorita Cristina conquista las ideas de verdad, bien y belleza...
Tania y Lorena empezaron a reírse, y me ruboricé de nuevo. Me miraban, y seguían riendo. Paco hablaba más alto, pero su monótona voz quedaba oculta bajo el potente latido de mi corazón, espoleado por una emoción desconocida y desagradable. Seguí mirando sus ojos, que no me abandonaron ni cuando pidió silencio.
-Por supuesto, no me refiero a una idea de belleza tipo Corporación Dermoestética, sino a la capacidad de disfrutar las cosas, de tener un alma bella y cosas por el estilo. Descartes no habla de la belleza, pero la incluyo por lo que vimos con Platón. ¿Comprendido?
Asentí. Fue un movimiento forzado incluso para mí.
-Bien, entonces lo redacto. Copiáis y nos vamos.

***

- [...] un método que aplique la razón a todos los saberes del ser humano, la filosofía, la ciencia e incluso el arte. Bien, pues ya está, el próximo día os explico el método. Podéis recoger.
Se diría que Paco estaba más aliviado que nosotros cuando acabó la clase. Recogí mis cosas y las metí en la mochila diez veces más rápido de lo que lo hubiera hecho entre tramos horarios. Estaba cansada pero satisfecha, ya no tendría que estudiar en prácticamente un mes...
Estaba hablando con Esse, aunque no recuerdo de qué, cuando mi unnie me llamó desde la fila de atrás.
-¡Cris!
¿Por qué hablaba tan bajito? Me acerqué. Ella aún estaba recogiendo, el pelo cayéndole continuamente sobre los ojos. Parecía enfadada.
-¿Qué ocurre unnie?
-Que esas dos de ahí se han puesto a hablar de ti - dijo con tono irritado, la voz entrecortada.- y luego han mirado para atrás y me han visto mirándolas así - me fulminó con la mirada a modo de explicación.-, y se han tenido que callar.
Parecía orgullosa, y alguna emoción cálida se derramó por mi pecho.
-Unnie..., gracias, pero no tienes que hacer eso. De verdad que no me importa.
Pero sí me importaba. Se me notaba en la cara, como dice Esse, y las dos me abrazaron a la vez.
Luego, volví a casa, por suerte. Aquí no hay nadie que me haga daño, nadie que me insulte, nadie que me provoque miedo o me haga dudar de mí misma. Aquí soy feliz.
¡Y tengo una navidad que planear!

martes, 16 de diciembre de 2014

" ¡Está buena España! "

Deseaba tener una buena excusa para volver a caer en los brazos de Luces de Bohemia. En este momento, después de casi cinco años lejos de su influencia, nos volvemos a ver. Saludo a Max y a Latino como si fueran viejos amigos, y al mismo tiempo los reconozco por primera vez.
He crecido, y a fuerza de leer y de estudiar tengo más conocimientos que con mis doce años de entonces..., aunque siga sin ser gran cosa.
Sea como fuere, creo que estoy comprendiendo la obra por primera vez. No la comprendí en la primera lectura, tampoco durante las distintas representaciones teatrales que he visto; y ahora sus páginas se abren a mi escasa madurez para aprender sobre la injusticia, la revolución y el hambre.
Puedo entender que lo critiquen, que mis compañeros piensen que es aburrido y malo. No comprenden (ni yo tampoco) multitud de referencias, el trasfondo político y social o los simbolismos. Ni siquiera nos damos cuenta de hasta qué punto es una obra complicada.
Y, sin embargo, al menos yo estoy disfrutando. Leo despacio y concentrada, no antes de irme a dormir, tampoco durante las comidas (eludiendo la televisión), ni en el metro. Nada de gente a mi alrededor. Nada de música. Solo concentración y tiempo infinito, sentada en los sillones bícromos del porche, oyendo la lluvia golpetear contra las cristaleras.

No creo en Dios, y por tanto tampoco en el cielo, pero si existiera se parecería bastante a esto.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Careless

Tengo esa horrible sensación de estar descuidando todo.
El viento me llama con su roce y me distrae con su color, y de buenas a primeras he volado lejos de todo cuanto amo.
Hacía mucho que no me tumbaba en la cama con mamá hasta dormirnos las dos; que no esperaba toda la larga sobremesa solo hablando con papá acerca de cualquier cosa. Ha pasado un largo tiempo desde que bailoteé por la casa limpiando y cantando con él a viva voz. Y echaba de menos jugar un rato con mil hermano a cualquier cosa, aunque pierda en todo, como echaba de menos cocinar con mi hermana, besar a mi abuela, ver una película, beberme una cerveza con mis amigos en el Dark o besar a un hombre (a ese hombre).
Este año va a ser agobiante, intenso y agridulce. Estoy aprendiendo un montón de cosas increíbles con profesores fantásticos, y temo que se acabe casi tanto como lo deseo. Este año se está llevando por delante mis relaciones con mucha gente, muchos amigos de cerca y de lejos a los que no perdería por nada en el mundo.
Y muchos hábitos, también, como bucear por los rincones de la casa en busca de un lugar en el que leer, como pintar, editar fotografías haciendo el tonto con Photoshop. Echo de menos caminar hasta que me ardan los gemelos, salir a perseguir la luna y tragar aire frío.
No quiero alejarme de quién soy ni del lugar y momento que vivo. No quiero que el viento monopolice todo lo que tengo con su olor...

sábado, 13 de diciembre de 2014

Offensive Parody

Ya sé por qué Pío Baroja defendía que la felicidad existe en la ignorancia. Yo, al menos, habría sido más feliz antes de descubrir esta parodia.
¿Mi anterior entrada? esa sobre la canción "All about that bass". Bueno, pues he encontrado una parodia de un hombre sobre esta canción, y la letra dice de la siguiente manera:
"Porque esta canción trata sobre estar gordo.
¡Chupen un pene, flacuchos!
Si eres bien delgado, super delgado, eres malvado
El mensaje de este ritmo pegadizo debería haber sido de igualdad,
pero avergüenza a mujeres delgadas.

Sí, es bastante evidente que me gusta comer comida,
pero también puedo escribir grandes hits y cantarlos.
Veo a estas raquíticas chicas que se hacen super famosas
y entonces digo "¿Por qué no Megan Trainor"?
Hablo como si fuera negra, aunque soy blanca
He vivido en los suburbios, he tenido una vida perfecta
Pero hay una cosa que aún me molesta y no sé por qué:
cuando veo a gente delgada y atractiva pienso que deberían morir
Sí, mi mamá me dijo que no debería preocuparme por mi tamaño
pero cuando veo a chicas delgadas quiero arrancarles los ojos.

Y ahora ustedes cinco bailarán éste estúpido baile,
y estas chicas necesitan un corte de pelo.

¡Tengo todo un culo por la espalda!
-¡Esa frase es basura! el culo nunca sobra
-Solo juego, no me odies porque esté gorda
-Eres normal, y cada centímetro de ti es perfecto, ¡deja de hacerte la víctima!

Sí, mi mamá me dijo que estar gorda es sexy,
y excita a los hombres, lo cual me valida, me hace sentir atractiva
-¡Pensé que esta canción iba sobre quererse a uno mismo!
-¡Lo es!
-¿Entonces por qué basas tu valoración en satisfacer a los hombres?

Ahora déjame repetirte que si estás delgada eres una perra,..."

He omitido algunas partes de la letra que consideraba poco importantes para que no se hiciera demasiado largo.
En fin, si con la otra había cierta controversia, al menos con esta tengo las cosas claras: es despreciable, basura. Amigo, si querías criticar el mensaje de la canción habías empezado bien, ¡hasta que te metiste con el físico de la cantante! Te quejas de que la canción no trata sobre la igualdad y tú la degradas con frases como "Es evidente que me gusta comer, pero también puedo cantar" "Tengo un culo por la espalda" "Veo a esas mujeres delgadas y pienso ¿por qué no Megan?"
Sin embargo, y dejando mi furia a un lado, hay un par de ideas interesantes en la letra de esa canción:
"Deja de hacerte la víctima". Es verdad, las gordas son...somos así. Creemos que todas nuestras limitaciones y obstáculos giran alrededor de nuestro IMC, cuando no siempre es así. Pero sí es cierto que nos atacan siempre en ese aspecto cuando quieren hacernos daño, y es cierto que es el primer insulto que viene a los labios de cualquiera.
"Ser gordo es sexy". Como creo que he dejado claro, ser gordo no es sexy. Es sinónimo de dejadez, de vagueza y malos hábitos, está implícito en la palabra. Si estar delgado es la moda es por algo, alguien delgado se supone que se alimenta bien y hace ejercicio, ¿no?... ¡NO! Tengo amigas que no pasan de 45 kilos y no pueden comer más porquerías. Yo peso alrededor de 80 (jamás lo había admitido, hasta ahora) y como de forma saludable, y no soy absentista. ¡Que os den a todos, a vuestros estereotipos y a vuestros prejuicios! ¡Que os den por culo, guapos, feos, gordos y flacos! Liguéis o no, sepáis moveros o seáis torpes, ¡moríos! quizá así dejéis de perpetuar esas ideas tan estúpidas. Ni ser delgado es ser exitoso, ni estar gordo es ser un dejado. Lo único sexy es ser inteligente y estar sano.
¿Sabéis qué contiene esta parodia? más del racismo que vivimos todos los días, todas las etnias, todos los cuerpos y todas las mentes que nos salimos de la media. por eso, ¡Que os den a todos!
[Hay que reconocer al autor de esta basura que sabe cómo hacer rimas convincentes...]

'Bout the bass, non treble.

Ayer estuve con mis amigos tomándome una cerveza en Dark Side, y Ana comenzó a hablar con Domenech acerca de esa canción que, por lo visto, está en todas partes "All about the bass". Yo no la conocía, y me pusieron el videoclip. Lo primero que me llamó la atención es que la cantante principal no estaba delgada. Nada, en absoluto, tenía un cuerpo bastante normal, y por encima del bullicio entendí palabras como "size" "skinny" "photoshop" "perfect".
Hace apenas una hora la escuché de nuevo, leyendo la letra:
"Soy todo graves, no agudos.
Sí, está bastante claro: no soy la talla dos.
Pero puedo moverme como se supone que debería.
Porque tengo el boom boom que todos los chicos buscan
Y la basura correcta en los lugares correctos.

Veo que en las revistas trabajan con el photoshop.
Sabemos que esa mierda no es real, así que haced que paren.
Si tienes belleza sólo debes lucirla,
porque cada centímetro de tu cuerpo es perfecto de arriba a abajo,

Sí, mi mamá me dijo "no te preocupes por tu tamaño".
Ella dice que a los chicos les gusta más cuerpo que abrazar por las noches.
Sabes que no seré una figura de silicona como una muñeca Barbie
Así que si eso es lo que quieres sigue adelante y márchate

Ve adelante y diles a esas zorras delgadas que
"No, solo estoy jugando, sé que piensas que estás gorda"
Pero estoy aquí para decirte que cada cm de tu cuerpo es perfecto...."

En un principio, la canción era guay. Pegadiza, claro, además la industria musical lo hace bien, pintó la gordura como algo independiente, una rebelión. Lo hizo atractivo.
¿Es esto correcto? Por un lado, ¿está bien decirle a los jóvenes que estar gordo no es malo?
Lo bueno es estar sano, mantener una dieta sana y hacer ejercicio, y está claro que la mayoría de las personas que llevan a cabo prácticas saludables no tienen ese cuerpo.
¿Es una defensa a la gente gorda por encima de la gente delgada? No sabría qué decir. "Zorras delgadas" no parece un término muy acertado si estás denunciando los estereotipos de Barbie.
Da la sensación de que intentas crear un nuevo estereotipo de gente guapa y gorda. Y referirte a la grasa corporal utilizando el término "junk" (basura)..., no sé adónde quieres llegar con todo esto. Es como si solo quisiéramos ser guapas y delgadas para gustar a los hombres. Lo quieras o no tiene mucho de eso, pero la mayoría de las veces se reduce solo a aceptación social. La verdad es que no sé qué pensar de esta canción...

viernes, 5 de diciembre de 2014

Me and my circunstances.

Felicidad. Llevo horas pensando qué puñetas será la felicidad, y no porque no la entienda, supongo que simplemente me siento un poco filósofa y he estado intentando definirla, pero del largo proceso de reflexión que ha surgido a raíz de mis estúpidas pretensiones solo he obtenido un sinfín de preguntas retóricas (y un considerable dolor de cabeza.
Mientras Carlos III y sus despóticamente ilustradas reformas claman por mi atención, yo me dedico a darle vueltas a la cabeza. La felicidad ¿es un sentimiento, o un estado? ¿se puede prolongar en el tiempo? ¿se siente igual para todo el mundo, aunque su duración y sus causas difieran? ¿o se limita a "soy yo, y mis circunstancias", la idea que defiende también mi hermano?
Creo que, después de tanto tiempo saboreando una pacífica y estable felicidad, podría definirla como un estado prolongado en el tiempo, caracterizado por una permanente sensación de bienestar, que surge de la autorrealización y, efectivamente, de las circunstancias. De esta forma, el cambio en mi mentalidad propició el desarrollo efectivo de esta situación, que se ha venido prolongando durante alrededor de dos años a pesar de las distintas coyunturas negativas que he atravesado de forma temporal. Incluso en esos casos, aunque sean semanas o meses de apatía y tristeza, no puedo decir que sea exactamente infeliz, porque no creo que esta emoción desaparezca con tanta facilidad.
Mi padre, en cambio, me hablaba de la felicidad como un sentimiento increíblemente voluble, motivado en parte por aquellos hechos puntuales de la vida que producían sensaciones positivas en nosotros. ¿Qué definición es más válida? ¿soy realmente feliz, o solo una persona positiva? También me han insinuado más de una vez que solo soy feliz porque no he vivido suficiente como para no serlo, idea con la cual estoy parcialmente en desacuerdo. ¿Es el no-conocimiento (o la ignorancia) fuente de la felicidad, como sostenía Pío Baroja en El árbol de la ciencia?  Ésta no es necesariamente una pregunta retórica, pues podría ser cierto que los ignorantes son más felices  siempre que no sepan de la existencia del conocimiento (o sean más bien vagos y poco curiosos)
Por supuesto, y dado que no existe conocimiento certero sobre un término tan subjetivo como la felicidad, nadie podrá responder jamás a mis dudas, y supongo que podréis imaginar el desconsuelo que supone eso... al menos mientras Carlos III siga reclamando mi atención.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Meaning.

Qué curioso. Toda una adolescencia pensando que podría vivir sin mis amigos. Tanto tiempo pensando que, aunque apreciase su compañía de forma circunstancial, nunca iba a quererlos.
¡Qué necia!
Qué preciosos son los amigos. He necesitado bajarme mucho de la parra para darme cuenta de que siempre los he querido, a pesar de los más y los menos. Quiero a los que continúan a mi lado como quise a los que se fueron.
Y, sobre todo, aprecio mucho lo que hacen por mí, aunque no se den cuenta. Un buen rato con ellos consigue evadirme del mundo como no puedo hacerlo leyendo, escribiendo, dibujando o durmiendo. Puedo reírme, puedo relajarme y sentirme extremadamente niña, extremadamente tonta y absolutamente irresponsable de cuando en cuando. Es importante para mí que se acuerden de mi cumpleaños, que organicemos cosas para estar juntos en navidad o que se acuerden de mí cuando estoy pasando un mal momento; como es importante demostrarles que son imprescindibles en mi vida y les quiero. Quiero ayudarles, consolarles y cuidarles. Dar buenos consejos si lo necesitan, regalarles por sus cumpleaños, por navidades o simplemente por placer. Necesito que mis amigos sepan que les quiero, y que me preocupo por ellos. Y que son más de lo que podría parecer, porque una de las mejores cosas que he aprendido este año (de filosofía, de hecho), es que no existe término medio para la amistad. Aristóteles ha tenido a bien enseñarme que un amigo no puede serlo solo por placer o por conveniencia, un amigo es aquel para quien deseas lo mismo que tendrías para ti mismo. Un alter ego. Y parándome a analizar esa sencilla y hermosa idea me he dado cuenta de que tengo muchos más amigos de los que creía, aunque muchos digan que no puede haber tantas personas importantes que te cuiden. Yo tengo a mis artistas, a mis yankis, tengo a mis chicas del Aljarafe, y por supuesto a mi preciosa Esse y a todo lo nuevo que ha traído a mi vida con ella: serenidad, sensatez, amabilidad, libros y nuevos-buenos amigos.
Puede que la vida sea dura, pero yo soy la persona más afortunada del planeta. Tengo una familia preciosa a la que adoro, unos amigos maravillosos, ganas de aprender y posibilidades para ello y muchos proyectos de futuro. Durante mucho tiempo pensé que cada día era prescindible, porque no se diferenciaba en nada del anterior; pero lo mire por donde lo mire sus sonrisas dan sentido a mi vida. Y cada día traerá nuevas sorpresas y revelaciones como ésta, porque aquellos a los que amo estarán ahí para darle sentido a cada momento, a cada sonrisa y a cada hora.

martes, 2 de diciembre de 2014

Reality.

This entry is so harmful that I decided to write it in english, the language I was using while thinking, in order to be thorough.
-sigh-
I'm not a writer.
My natural skills of connecting ideas are not enough to make me a good writer. I have no perseverance. My entries, descriptions and texts don't shine with the magic of the words. Ideas are not as witty, as clever or so well expressed as I thought they were. As I wanted them to be.
I'm not a good writer. I have no enough vocabulary or inspiration...
I have the only hability of connecting ideas.
And that has been a shock to me, because that's not a crisis.
 That means my dream is broken itself, forever.

Shigan.

Los días se suceden en una lenta espiral hacia un agujero negro, borrosamente, sin remedio. Clase por la mañana y estudio inútil por las tardes, más memorización sin sentido. Aún queda un rescoldo de mi alma que ama lo que hace más allá del agobio producido por la escasez de tiempo, y aún puedo disfrutar mientras hago apuntes al darme cuenta de que comprendo las cosas, y a medida que lo hago el mundo cobra sentido a mi alrededor. Y eso que escribo esto en el metro, son las seis de la tarde, y por una vez imito a las personas a mi alrededor y miro el móvil atentamente, un comportamiento que en parte detesto. En circunstancias normales estaría leyendo, y sin embargo me apetecía tener un ratito de liberación mental..., porque cuando vuelva a casa tendré que ponerme a recitar desinencias personales de varios tiempos verbales like there is no tomorrow. Y, además, los libros de Ken Follett pesan mucho.
A lo que iba. En este borrón de adoración hacia el latín, historia del arte y pensamiento político (y una odiosa frustración enfocada a inglés y a griego) tengo la sensación de que los únicos momentos de plena actividad creativa tienen lugar mientras sueño. Anoche tuvo lugar una escena tan nítida en mi mente, que no puedo menos que describirla:
Iba caminando hacia una casa, propiedad de alguien que iba a mi lado y cuyo nombre o aspecto no recuerdo. No recuerdo el frontal de la mansión, solo mucha decoración escultórica hecha con materiales nobles, una gran escalinata de mármol y que se dividía en dos cuerpos separados por un pasillo cubierto.
En la siguiente escena, estaba en una sala magestuosa. Podría haberse construído en torno al siglo XII, o eso deduje al contemplar los detalles en las columnas que dividían la habitación en distintas secciones. Tan alta como el Real Gabinete Português de Leitura, luminosa como la biblioteca Admont austríaca o majestuosa como el Strahov Monastery en Praga. El techo presentaba un artesonado de madera magestuosamente labrado, y en las paredes del lado oriental, el paño de Sebka creaba sombras geométricas y cambiantes a la luz del sol que entraban por los grandes ventanales. Todo el lado occidental estaba cubierto de estantes de oscura caoba, desde el suelo hasta el techo, y unos invisibles raíles plateados cargaban una escalerilla elegante y robusta que permitiera alcanzar la totalidad de los libros.
Había sillones y escritorios distribuídos por toda la biblioteca, en espacios separados por hileras de columnas toscanas de mármol bícromo, cuyos capiteles soportaban altas columnas de las que surgían arcos de medio punto y de herradura, con las dovelas también bícromas, creando una sensación parecida a la del bosque de columnas en la mezquita de Córdoba.
Caminé. Quería tocar los libros, las paredes, el mármol de las columnas, tan puro que podría haber salido del Pentélico, y quizá lo hubiera hecho.
Me di cuenta de que había multitud de cuadros por toda la sala, en caballetes o suspendidos en las paredes, así como estatuíllas en pedestales. Recuerdo haberme movido, y que la mullida y suntuosa decoración absorvió el sonido de mis pasos creando un susurro hueco. Quise acercarme a una copia en miniatura de Dioniso y Hermes, admirando la maestría de la curva praxiteliana, el contraposto y la armonía en las facciones. Era una imitación tan buena que se me aceleró el corazón. También distinguí una inscripción en latín en la base del pedestal y me incliné, preguntándome si podría traducirla.
Justo cuando se produjo la epifanía, justo cuando iba a salir el significado de mis labios, me desperté. ¡Qué rabia me dio! ¿cómo es posible que una fantasía generada por mi cerebro sea capaz de producirme tanta intriga? ¿cómo?

viernes, 28 de noviembre de 2014

Arms.

Me he dado cuenta de que me gustan sus abrazos.
Esto es extraño, supongo. A pesar de que soy una persona cariñosa, por lo general necesito confianza con alguien para interactuar físicamente. Y yo...¿confío en él? Creo que sí.
No hay ningún aspecto ni lo más remotamente romántico entre nosotros, al menos no por mi parte. Cuando nos saludábamos y cuando nos despedíamos, siempre era un abrazo y un besillo en la mejilla, y supongo que me he aficionado lo suficiente como para querer prolongar el tiempo que paso abrazándole...
Me gusta el olor de su ropa. Es cálido, y además ya he hecho mi huequito, con la frente en su cuello y los brazos en torno a du cintura. Su barba me hace cosquillas, y cuando ríe o habla y me está abrazando, su voz retumba ligeramente bajo mi oído.
Es distinto a los abrazos de mi madre, suaves y...bajitos; a los de mi padre, cálidos y estrechos; a los de mi hermano, reconfortantes y huesudos y a los de mi hermana, somníferos y enrevesados.
No hay nada que me disguste cuando él me ofrece sus brazos. Tiene la inusual virtud de hacerme sentir cómoda y feliz.
Podemos decir que sus brazos se encuentran entre mis lugares favoritos en el mundo...

martes, 25 de noviembre de 2014

Hums reflexivos.

Era consciente de que me estaba deteniendo demasiado. Reflexionaba muy bien acerca de qué palabras usar apenas medio segundo antes de elaborar la oración, y en consecuencia la exposición era lenta. El trabajo había sido complicado, documentado gracias a múltiples fuentes de fiabilidad relativamente aceptable sobre un tema que me encanta. Disfruté mucho elaborando el trabajo, y también exponiéndolo, usando esa pizarra delante de la cual suele estar Germán, con sus efusivos gestos y expresiones, sabiendo dirigir a su público. Ojalá yo lo hiciera así de bien.
Porque no basta con hablar bien. Hay que tener seguridad sobre el tema, hay que saber dirigir al público para que no se pierda o se aburra. Un buen orador debe ser culto, resuelto y seguro. Y yo solo sé hablar, sin más. Conecto bien las ideas y utilizo un amplio vocabulario, pero nada más. Traté de hacerlo fácil, aunque creo que no funcionó.
Sin embargo, sé que se notó mi entusiasmo. Qué tema tan fascinante..., estos últimos días no solo he elaborado, reelaborado y esquematizado un tema absolutamente incierto, sino que he leído, he buscado y he visto distintos documentales.
Al final, estaba mucho más tranquila. Hablaba más despacio, complementaba las correcciones de Germán y hasta pude responder a algunas preguntas. Es satisfactorio, a pesar de que sé que sería una pésima profesora...
Germán pasó más de la mitad de la exposición a mi lado, hablando conmigo, corrigiéndome, puntualizando y ampliando información. Estuvimos una hora hablando, y a mí se me secaron los labios y la lengua, más de uso que de nervios.
Estuve pensando en la única exposición previa a la mía, la de mi compañera Esther. Ella había estado exponiendo durante poco más de diez minutos, sentada en la silla giratoria verde y sin mirarnos a los ojos. Yo no me senté. Apenas miré mis papeles. Utilicé la pizarra tanto como pude para ilustrar y esquematizar la información. Y a pesar de todo, podía ver sus caras de aburrimiento y sueño, y sentir que no me ignoraban por respeto. Todo un detalle.
Germán tendió su mano hacia mí. << Felicidades. >> Me dijo, y pude sentir que me ruborizaba de placer hasta las mismas raíces de mi cabello. Rápidamente tomé su mano en un apretón firme y seco, pero no brusco, adoptando una postura segura.
Ha sido una experiencia gratificante, y me ha enseñado más sobre mí misma que todo lo que he visto durante el curso. Espero poder repetir lo antes posible.

domingo, 23 de noviembre de 2014

P.

" El amor es algo que no se tiene pero que se desea, tenemos necesidad, es decir, el amor es insuficiencia. El amor no es bello, sino que lo desea. No es inteligente, sino que lo busca. No es perfecto, sino que pelea por serlo…, en definitiva, el amor es filósofo. "

At Gwanghwamun


Al fin te dieron la oportunidad de brillar, Gyunnie.
Nada que decir, las lágrimas no me dejan...

D-G

Te dije que no. Quiero pensar que no quiero mancharte con su recuerdo, pero no es así.
Es porque esa canción es suya, y mía. Nadie interferirá ahí. En el día más feliz de mi vida.

¿O es que me vas a volver loca?

¿Y si te dejas de ir y venir?
¿Y si cesas tu charla insustancial?
Para tus insinuaciones sexuales.
Para de adularme.
Deja de presumir.
No intentes mantener el contacto.
A menos que realmente te interese tener un mínimo de constancia por una vez en tu vida. A menos que pretendas que demos una vuelta un día, y no se quede en una promesa. A menos que quieras que ese beso se torne en un plural.
A menos que vayas a hacer alguna de esas cosas, detente. Necesito saber a qué juegas, para tomar el control y ganar.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Between sadness and madness.

Los días transcurren frívolamente, atrapados en un torbellino de tristeza y de locura. Éstas se dan las manos y giran en círculos veloces, sus colores se alternan, se mezclan, y al final se convierten en Uno. Tropiezan, caen, y brevemente sabemos quién es quién, aunque sus rasgos se confundan.
Ya no vuelven a girar. La Tristeza mira a la Locura con los ojos volados, y la otra le devuelve una mirada de pena. No les apetece estar juntas. Se diría que ni siquiera les apetece existir.
Las miras. Son lo único que está claro y nítido en medio de las realidades, de falsedad, de concentración, de muchas ganas de hacer Nada. Alguien te presenta a la incomodidad, y la llama Tristeza. Otros te muestran la duda, o quizá la inestabilidad. Dicen que se llama Locura. Pero conoces sus rostros, y ¿quién podría llamar a las cosas por apelativos que no son? ¿es que acaso no conocen la importancia de los nombres, que llevan la esencia de las cosas? ¿qué es una palabra, sino una idea? Y si disfrazamos a las ideas de cosas que no son, ¿no cambiarían todos de nombres, de caras, y podrían darle la vuelta al mismo mundo? los conceptos ya no tendrían significado propio, y cualquiera podría decir cualquier cosa con un pensamiento distinto (y a la vez, igual) en su mente. ¿Y quién lo entendería, si no hay ideas fijas que entender, si ya no existen los significados? Absolutamente nadie.
Pero poco importa, porque en el día a día, seguirás comiendo con ellas, durmiendo con ellas, aceptándolas..., y puede que acabes conociéndolas mejor que nadie. Luego apreciarás locuras y tristezas ajenas, pero nunca, jamás, serán mejores o más importante que las tuyas. Porque así funciona el mundo.

martes, 11 de noviembre de 2014

Tired, sad, cold, grey.

Hacía tiempo que no me sentía tan triste, o tan cansada.
Pero no es un cansancio físico. No corro, no voy y no vengo. No hago ejercico, no gasto mis energías. Aunque estudie en mis cinco minutos libres, o en horas de sueño, eso no me cansa.
Es otra sensación. No querer levantarme por las mañanas. No querer ir a clase. Ni comer. Ni siquiera ir al hospital. Es un cansancio de apatía, un cansancio sin ganas. Sin escribir, sin leer, sin dibujar. Sin pensar, siquiera.
Por algún motivo quiero dejarme ir, quiero dormir, quiero reflejar cómo me siento, porque es más fácil que sonreír y trabajar, y mostrarme normal.
Acabamos de cenar, a un rato del 12 de noviembre. Mis hermanos se han dormido s mi lado, y por un segundo me planteo seguirles y dejarme ir. Pero tengo qur levantarme, recoger la mesa, cambiar lad sábanas. Tengo que despertarlos y llevarlos al calor de sus camas para que duerman a gusto, porque pasan más de diez horas diarias en el trabajo y no estoy en posición de abrir la boca siquiera. Y tengo que acabar un comentario crítico de Pensamiento Político. También debería ir pensando un regalo para el cumpleaños de mi madre, y los regalos de navidad de todos. Debería leerme el libro de lengua, y hacer el trabajo trimestral de optativa, y prepararme los exámenes de Historia de España y de Filosofía.
Hacía tiempo que no me sentía tan cansada. Tan triste. Tan fría. Tan gris.
Como porcelana que se agrieta con una sonrisa

viernes, 7 de noviembre de 2014

Goal.

Pensé que tenía que avanzar y seguir adelante. Pensé que era lo mejor, porque todos mis pasos me alejarían progresivamente de mi pasado, todos mis esfuerzos me convertirían en una persona nueva, alguien que se alejase de quien solía ser.
Luego pensé que nunca se cambia.
Luego se me ocurrió que, tal vez, todos mis pasos me llevaban en un círculo, donde eras el principio y también el final.
Pensé que ya no teníamos nada que ver.
Pensé que no habría jamás nadie como tú.
Se me ocurrió, con el tiempo, que yo solo quería a la versión de ti que conocí, mucho tiempo atrás.
Y siguieron viniendo las ideas. Creí que te había encontrado un clon, una especie de gemelo salido de tu "yo" más joven e inocente.
Pasan tantas tonterías por mi cerebro, que es una suerte que no suela escucharme a mí misma.

lunes, 3 de noviembre de 2014

It's all the same.

Es siempre acerca de seguir adelante.
De batallar con la vida, sin fuerzas ni ganas.
Y, sobre todo, sin motivo.

viernes, 24 de octubre de 2014

Winter.

Creo que es mi melodía preferida en lo que a la música clásica se refiere. Aún no sé por qué me encandila tanto, qué tiene que sea capaz de hacerme cerrar los ojos y de encender una brasa en mi pecho.



To be famous.

Ah.
Mi brusca exhalación involuntaria se oye en la habitación como si hubiera gritado, aunque para nada. Los ojos me pesan, escuecen, se cierran contra mi voluntad..., qué molesto. Qué molesto no poder contener el sueño en mi cuerpo. Puedo reprimir la ira, el miedo, las lágrimas y el dolor..., supongo que habría podido disimular una sonrisa también de haber querido. Pero eso sería una tontería, ¿quién quiere que no se le note que está feliz?
Esa pequeña rebelión de mi cuerpo me enfada. Me enfada la alternancia de palidez y ojeras bajo el maquillaje en mi rostro, y me enfada la lentitud con que mis párpados ascienden tras cada parpadeo, y falta de sincronía con que vuelven a descender, deseosos de enredar sus pestañas, como amantes furtivos en la noche...
Empiezo a desvariar. Enérgicamente, para no utilizar los brazos, me pongo de pie en un movimiento fluido. Gran parte de las articulaciones de mi cuerpo protestan, emitiendo desagradables y breves crujidos. Paseo por la habitación: individual, pequeña, blanca. Un minúsculo baño de pladur cuyo sistema de ventilación no funciona, junto a la entrada de la habitación. Dos ventanas de distinto tamaño en la cara Oeste de la habitación. Están cerradas con llave, detalle en el que intento no pensar, o estaré arañando los cristales en busca de oxígeno en medio minuto. Al menos hay una buena vista de los jardines y la decoración que permite la entrada al hospital, y de cómo el sol se hunde en la ciudad, arrancando destellos de todos los colores del hermoso firmamento y de todos sus componentes: una luna temprana, nubes informes, el tenue fulgor de una futura estrella. La ciudad entera cobra vida lentamente en este viernes por la noche, lejos de aquí, lejos del pladur roto, lejos de la gota de sudor que resbala por mi columna vertebral. Todo un mundo cambiando a toda velocidad, alejado de mi angustia, de mis deberes de historia desparramados en mi improvisado escritorio, lejos de mi libro expectante a los pies de la cama, llamándome como una suave brisa en verano.
Doy la espalda al anaranjado anochecer de este verano inoportuno y tardío. Qué poco me gusta. Camino a lo largo de la habitación, sintiendo la lenta contracción de los gemelos cuando estiro las piernas, cuidadosamente, más de lo normal. Mientras, por el rabillo del ojo, la miro. Duerme, inmóvil, pálida y sudorosa. Sueros, antibióticos, morfina, medicamentos. Todo correcto, las bombas perfundiendo cada una a su ritmo, vibrando disparmente de cuando en cuando. Me sorprende comprobar las cosas que he aprendido a raíz de esto.
Mis pensamientos vagan al reciente escándalo del ébola en España. Pienso en el movimiento alentado por la información de los medios, en toda esa gente apoyando a la enferma y a su familia. Me pregunto cómo me sentiría si también me apoyaran a mí. Si no estuviéramos en este viejo hospital público, si la pared de pladur del dormitorio no tuviera un agujero, si los equipos funcionaran y no hubiera que cambiar los sistemas cada cinco minutos porque son defectuosos. Me pregunto cómo sería leer mensajes de apoyo en las redes sociales deseando la rápida recuperación de mi madre, a la que tanto adoro...
Aunque claro, también es fácil adivinar un lado malo. Me imagino al borracho-maltratador de mi tío hablando para las cámaras acerca de su infinito amor por su hermana mayor, hablando de su evolución como si alguna vez hubiera venido a verla. Puedo crear escenas en mi mente, en las que se la desacredite públicamente por actos que ella no puede controlar. Y la sola idea de no tener descanso ni privacidad ya me produce angustia.
Encuentro una toalla de cara limpia en la maleta, en el decrépito armario. En el baño, la humedezco por las puntas con agua fría, y regreso a su lado, a limpiar los resíduos de la fiebre, a secarle el sudor. Ella sonríe levemente, pero no abre los ojos. Parece que es agradable.
Sigo dándole vueltas al asunto. Lo que podría haber sido, cómo habría cambiado la situación de haber contado con un apoyo externo.
-En realidad, da igual. Nada va a cambiar.- y, por algún motivo, decirlo en voz alta lo hace más real.- Porque no eres famosa, y nadie puede fingir que le importas. Tus hermanos no van a venir a verte. Tu padre no va a venir a verte. Tu país no va a desear que te recuperes pronto. Pero los que te queremos sí que te vamos a cuidar, ¿verdad?
Y ella resopla, porque está dormida de nuevo.
Me lo tomaré como un " sí ".

sábado, 18 de octubre de 2014

Future.

Siempre tuve claras las líneas generales de mi futuro. Tuve claro que iría a la universidad, conseguiría un buen trabajo, me casaría, tendría hijos. Toda mi vida (que no es mucho) me he imaginado viviendo en un chalé adosado como en el que he crecido. Casada con un hombre divertido y trabajador. Cuidando mi casa, cuidando a mi marido, cuidando a mis niños. Me he imaginado como una mujer responsable, trabajadora y ama de casa. Quería casarme muy joven, como mi madre, para alcanzar una cierta estabilidad lo más pronto posible, y llegar a mis cincuenta como ella: con todos mis hijos adultos, relaciones familliares sólidas basadas en la confianza y en pasar tiempo juntos. Viviendo felizmente en mi casa, reformarla con mimo, decorarla con clase, trabajar mucho para darle muchas opciones a mi familia. Que mis hijos estudiaran por lo privado, y tocaran instrumentos, hablaran muchos idiomas o practicasen artes marciales en su tiempo libre. Como yo. Como mis hermanos.
Pero ahora mismo me cuestiono si todos esos grandes y pacíficos planes de futuro son o no resultado de mi educación, y de lo que he visto a mi alrededor; o por el contrario son un deseo mío. Me gusta la tranquilidad del hogar, la monotonía, la familiaridad. Es parte de mi carácter. Y sin embargo, ahora siento un hambre intenso por aprender, experimentar, viajar; y veo mi vida de forma muy distinta. Eso me hace preguntarme hasta qué punto los rasgos que asumía como míos son aprendidos, adquiridos de mi forma de vida actual (ir a clase-comer-estudiar-cenar-libro, y a la cama) o de verdad es eso lo que quiero para mí.
Ahora me veo más a corto plazo. Quiero pensar en mí misma en otro lugar, estudiando coreano en la universidad de letras de Seúl, como una artista chiflada en las calles de Londres, o trabajando para las relaciones internacionales en una multinacional americana. Quiero ir de acá para allá, ver mundo, estudiar, leer y jamás estarme quieta, sin orden, sin concierto, solo siguiendo mi mente.
La parte de mí que es conservadora me mira con expresión escandalizada. ¿Cómo vas a terminar la carrera, enamorarte, casarte y conseguir un trabajo estable si cambias de contienente cada cinco minutos? Y yo, en mi rebeldía adolescente le contesto que eso no es lo que yo quiero, aún no. Quizá en algún momento de mi vida encuentre un lugar hecho para mí, una persona con la que quiera quedarme, la tranquilidad de la monótona rutina. Y ese trocito de mi cerebro me recuerda que tengo un horario que seguir, un calendario. Que mi madre, con mi edad, ya estaba saliendo con mi padre. Y yo saco mi rollo de cinta aislante (de esa plateada tan típica de las ferreterías y tiendas de bricolaje americanas) y amordazo a esa cadena que mantiene mi libertad restringida a unos ideales, inculcados o no, evitando pensar que la vida que estoy eligiendo no es sinónimo de éxito en ninguna parte, solo porque no parece compatible con el hecho de mantener una familia, una casa, niños, un perro, un trabajo, todo eso.
Aunque, al final, no me importa mucho lo que piense la sociedad de mí. No me importa mucho decepcionar. Puede que no sea un éxito, pero al menos puede ser felicidad. Y eso es lo que a mí me interesa.

martes, 14 de octubre de 2014

Hmpf.

Mi teoría es que existen, al menos para mí, dos tipos distintos de soledad.
Está la soledad tipo "mis padres han ido a Ikea, y como eso me aburre sobremanera he decidido quedarme en casa haciendo, básicamente, nada", que es casi reconfortante. Esa soledad en que solo puedes pensar en comida, subir el volumen de la música al máximo y dar saltos por toda la casa, sabiendo que nadie te ve. Esa soledad es definible como estado.
Y luego está la soledad como sentimiento. Nos puede acompañar aunque haya personas a nuestro alrededor. Es fría y triste, no se cura con abrazos, ni con mantas, ni con lágrimas. Es la soledad del pensamiento, del miedo y de la duda, en la que sentimos que no hay consuelo, humano ni material, que acabe con aquello que nos preocupa. Soledad de la mala.
Sin duda, al final, la soledad física y la soledad mental son la peor combinación que haya experimentado.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Afraid of goodbyes.

Me asusta decir en voz alta todas estas cosas que sabemos que están pasando.
Fue hermoso mientras duró, mientras eras la razón de mi risa, de la vida y del sol, pero ya no. Ya no hablamos tanto, y duele cada vez menos. Importa cada vez menos. Y me asusta perder de nuevo esa sensación de ser invencible, de tener una referencia fija, y soñar..., aunque a veces hay que acabar algo, por dulce que sea, si ya empieza a agriarse.
Así pues, acaban las conversaciones, y comienza lo banal. Acaban los sentimientos, y comienza la rutina; sin que por ello deje de salir el sol, sin que por ello rule peor la vida.
Quedarán buenos momentos, porque no te estoy diciendo adiós a ti, sino a la parte de mí misma que (hace ya mucho) solía amarte.

Eclipse.

No puedo encontrarla,
A mi luz en el cielo negro.
Me dijeron que hoy sería distinta,
Preguntando por qué.
¿Por qué sangras, luna?
¿A dónde ha ido mi sueño?
¿Por dónde se aleja tu luz?
¿Qué fue de ese frío resplandor?
Rápido, pálido e intocable.
Me dijeron las estrellas
Que me guardara de la luna,
De ella, más guapa que ninguna,
Más lejana que la noche blanca sobre la ciudad.
No encuentro mi luz en el cielo,
tampoco encuentro nada nuevo.
Solo esa bola tan roja,
Que sangra como lo hace mi boca,
De decirle que la quiero,
Que el mundo está ciego sin ella.
Y me canso de girar,
De buscarla,
De perderla,
De buscar su luz roja,
Su luz blanca,
Su luz.
De preguntarme si no estará ahí la luna,
Para que dejemos de mirar al suelo,
Y empecemos a buscar consuelo...

martes, 7 de octubre de 2014

If u go.

Ojalá que despierte y no busque razones,
ojalá que empezara de cero,
y poderle decir que he pasado la vida
sin saber que lo espero, no

Winter inspiration.

La tristeza me inspira, es un hecho.
La tristeza nos hace pensar, aunque sea lo último que queramos.
La tristeza nos hace mirar a la nada, y tener la necesidad de abrirnos al menos a nosotros mismos.
Así pues, ¿es ese el porqué no escribo nada decente ahora? ¿Es que necesito un poco de lluvia y nostalgia?
Aunque el verano se ha ido ya, hay días en los que parece que hay un sol dentro de mí, y no es que por ello piense menos, o deje de analizar las cosas a mi alrededor. Pero supongo que vivir tiene la prioridad sobre ese lento arrastrarme tan propio de mis días de melancolía aguada.
Tengo demasiadas ganas de nada. De dormir, de leer, de escuchar música, de estudiar, de salir bajo el sol antes de que lleguen las noches perpetuas del invierno que tanto amo. No miro a la nada, no me aburro.
El verano se está prolongando demasiado para mí, a pesar de llevar una sudadera ahora (¡inédito!), y realmente no tengo la necesidad de contar nada a nadie. Ni siquiera a mi amado blog. Simplemente, no ha pasado nada más que rutina, resíduos de calor mortecino, y las ganas de implicarme en mis proyectos se están inflamando en mi pecho, me ponen nerviosa, pelean con el sueño y la vagancia, con las ganas de tumbarme en el sofá a comer mandarinas, a ver una serie, o tumbarme en la cama a sentir los últimos rayos de sol en los pies.
Parece que este año no me llega la contemplación...

domingo, 5 de octubre de 2014

04.10.2014 - EXTREMODURO

Sí, al fin fui al concierto de Extremoduro. ¿Quién me habría dicho que esto ocurriría cuando tenía ocho años? Por aquel entonces, mi hermana me ponía las canciones de Extremoduro y de Marea cuando me recogía del colegio, cuando hacíamos algo juntas. Sólo conservaba mis favoritas, como Puta, hasta que decidí ampliar mi repertorio durante mi adolescencia y descubrí que ya conocía la mayor parte de las canciones y las había olvidado.
Y ayer, después de medio año empapándome de la discografía de Extremo y adorándolos más allá de lo posible, al fin fui al concierto. ¿No es increíble lo contagioso de la euforia? De normal, no hablo a los desconocidos. Prefiero estar sola y pasar desapercibida, no me gusta bailar, ni las multitudes ni el ruido. Pero anoche me metí en el río de gente, hice amigos incluso entre los encargados de la seguridad, salté hasta que me dolieron todos los huesos del cuerpo, empujé y fui empujada, cargada en brazos, grité, canté, silbé, y agité los brazos tanto que hoy no puedo levantarlos por encima de la cabeza.
En principio, el nuevo disco me pareció bastante melódico, muy "soft". Canciones largas, progresivas, teclado y largos rifts, pero aún así ha sido increíble. Combinaron el nuevo álbum con sus canciones más representativas: Puta, Standby, a Fuego, Si te vas, AMA, Salir...
Los vasos de plástico del bar volaban, todos se subían sobre sus amigos tratando de llegar a Robe, a las luces, a ellos. Introdujeron cada canción de una forma divertida y original.
Salí de allí entera, dolorida y afónica; después de rechazar mucho ofrecimiento de alcohol y más drogas de las que conozco. Volver a casa fue difícil, pero a las cuatro y media ya estaba yo en mi cama, mirando al techo con los ojos como platos y una incontenible emoción dentro, repasando mis recuerdos para atesorarlos el resto de mi vida.
¿Quién me habría dicho esto hace casi una década?

jueves, 2 de octubre de 2014

Happy Bday

Ma lil' sluttie. My beautiful, smart and witty Esse.
I love you.



miércoles, 1 de octubre de 2014

Pets?

Dear D:

I think I needed to speak about it just because I'm still feeling incredibly mad. Who would be such an asshole?
Probably, I don't care that much what happen..., I'm angry because of the wat it happened. I'd like to have a choice. That conversation shouldn't have took place. I'd like to be cold and rude with her, not sweet. I'd have liked to tell her a few things about myself. But nope, I've been kind, and I feel regret about it, even if I know that I did the right thing.
Sometimes my thoughts have no sense. But if she wants to insult me, at least she should know me as well..., I'd have liked to have the chance of protect myself, of doing something drastic.
I don't know if my choice is the most appropriate or not..., well, I'm lying. I perfectly know that I'm about to screw it up, but I do also know that problems have no other solution but anger and Deadmau5....sometimes.

 Love,
C.

Loa a mi hermana

Hoy he decidido al fin participar en una de las entradas de Aequitas sobre las mujeres de nuestro entorno.
Después de muchas vueltas a la cabeza, me decidí a improvisar, como siempre... y he aquí una copia de mi burda creación:

" Fue mi madre la primera en venir a mi mente cuando decidí participar de esta pequeña Loa a las mujeres de nuestro alrededor; y sin embargo, por primera vez desde que aprendí cómo unas letras conectaban con otras, las palabras no querían acudir a mí. Una idea de forma indefinida golpeteaba ociosamente contra la parte posterior de mi cráneo, sin valor de manifestarse. Fue entonces cuando mi hermana irrumpió en la habitación, con expresión despistada, y cientos de frases comenzaron a ordenarse en mi cabeza como por arte de magia. Aquí va el resultado.
Hay muchas razones para admirar a mi hermana mayor, es todo lo que cualquiera debería ser. Fuerte, valiente, divertida, ingeniosa, inteligente, trabajadora..., un sinfín de adjetivos podrían tratar de acercaros a su imagen, y aún así, no sabríais cómo es ella.
Todo lo que hace, le sale bien. Su modestia natural, su carisma, paciencia y cariño la convierten en una Diosa de la danza, de la retórica, del arte de relacionarse con otras personas, y de cualquier cosa que se proponga. Sus cualidades, por decirlo así, la hacen admirable.
Sus actos y experiencias han hecho de ella una mentora para mí. Múltiples amistades, viajes y oportunidades fueron dejados de lado a sus apenas diecisiete años para cuidar de una madre enferma y dos hermanos pequeños, mientras nuestro padre trabajaba. Eso no 
impidió que fuera pluriempleada, o que se licenciase en Derecho con unas calificaciones brillantes.
Adoro a mi hermana, por supuesto que lo hago. Es culta, paciente y brillante. Me enseñó lo mejor de la literatura desde que aprendí a leer, abrió mis horizontes al arte, a la apreciación y a la crítica de todo cuanto podía ser bello. Me enseñó a pulir mis habilidades y mis cualidades, a suavizar mi impaciencia y brusquedad. Ha sido madre, hermana y maestra. Por ello la quiero y la admiro.
Y aún así, jamás seré ni una sombra de lo que es ella hoy.
¿Qué mejor forma de ilustrarla que a través de la palabra? espero que este sencillo panegírico sea testimonio suficiente del amor y orgullo que siento por ella.
Cristina Elena Castro García, 2º Bach D. "

martes, 30 de septiembre de 2014

Back on track.

Dear D.

I met someone. He seems to be cut by the same scissor than you. He has lot of skills, he is intelligent, witty, he is funny. He can write song lyrics. We really share a lot of common thoughts and feelings.
Isn't it wonderful? He is also named as you!
That resemblance makes me feel afraid of how I feel about it. I don't wanna like him only because he acts like you should before. You know, when you were still pure, a daydreamer. When I fell in love with you, when you inspired me everything but pity...
I can feel now a change on me. I spend my time happily alive, I have no thoughts of you, of Ed, of nobody but him, he seems to be made on a different way. Independent, honest.
You would ask, my loyal reader, what's the bad point about all this. And I could think of something, but I don't feel like doing it right now.
But remember that I didn't forget you,
that's something I learned from Alfred Tennyson, I guess.

Love,
Me.

The art of seduction.

Y de un corte frío, seco y duro,
aquel instinto acabó con el amor.
Cesaron las mariposas, se acabó el rubor,
aclaróse la mente, despejóse el temblor.
Y solo entonces, cuando nuestros ojos chocaron de nuevo,
olimos nuestra indecisión.
Y solo entonces, viendo aquella sonrisa tímida
regresó aquella hermosa sensación.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Inserte onomatopeya aquí.

Eso que han oído...
Era una flecha atravesándome el corazón.
Cupido, cabrón, creo que ya te vas colando...

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Process.

Ha sido una semana extraña, frenética y difícil; compuesta de ingredientes discordantes: melancolía, alegría, pereza, energía y dudas.
Esta lluvia persistente y las extrañas alternancias de frío y calor no están ayudando demasiado. En fin, creo que ya debería haber aprendido a no esperar nada, en ningún sentido.
Tampoco es extraño, solo... Hacía mucho tiempo que no me sentía así, apenada, pensativa, irascible, agobiada. No me puedo concentrar, todo me distrae. Solo pienso en leer, escribir, y en que quiero hacer el Camino otra vez.
¡Uf! Ojalá...

domingo, 21 de septiembre de 2014

I used to love you.

And sometimes I think I always will.

Done as fuck....

¿Das por hecho que esta situación está bien tal cual?
No, mierda, por supuesto que no puedo estar feliz con esta situación.
¿Te parece que todo está bien?
Claro, tú no mueres de celos a diario, es un quiero y no puedo, sé que te suena eso.
Y no, todas las mierdas que tengo alrededor no sirven de un carajo. Ni el coreano, ni los libros, ni Piper Chapman, ni mis amigos, ni mi relación con ese chico ayudan en nada. No mientras hable contigo, sueñe contigo, te imagine y recuerde en cada objeto que capten mis ojos.
Que no me queje, que no escribe o que no llore no implique que me sienta triste como el infierno de quererte tanto y que todo sea tan intangible, solo una sombra en mi cabeza. Una tristeza que se intensifica cuando me acabo de despertar, que se transforma en melancolía cuando oigo llover, y es un regusto amargo de lágrimas contenidas cuando oigo una canción lenta, o que habla de amor, o que simplemente me recuerda a ti.
Es una mezcla extraña de euforia y pena. Es agridulce. Y en días como hoy, es, llanamente, insoportable.

domingo, 14 de septiembre de 2014

K.

Y pasa igual cada vez que me alejo de ti. Espero por los viejos tiempos, para que me sigas en silencio, para besarnos en la parte de atrás de cualquier aparcamiento.

Subconscious.

Es una idea abstracta, como suele suceder en los sueños. Sus cuerpos rígidos y azules parecen de cera, o de plástico. Supongo que eso es porque nunca he visto un cadáver. Los mismos ojos castaños y negros de mi padre y mi madre, que ayer brillaban con alegría y amor, me contemplan ahora sin brillo, desde la fría imparcialidad de la muerte.

¡Ah!
Me escucho a mí misma respirar agitadamente, desesperada por encontrar oxígeno en el aire. Pronto mis jadeos aterrorizados se transforman en sollozos, y nuevas lágrimas sustituyen a las que surgieron durante mi pesadilla y manan en todas direcciones, por mis mejillas y mis sienes, huyendo hacia mi cabello.
Rápidamente me incorporo. Me tiembla el cuerpo entero, y no sé muy bien si es por el sudor frío que empapa mi cuerpo o por los efectos de la pesadilla. Silencioso y discreto, una leve molestia se desliza por mi cráneo para convertirse en un enorme, pulsante y persistente Dolor de Cabeza, en mayúsculas.
Me dejo caer contra la almohada, húmeda de sudor y lágrimas. Si al menos mi subconsciente dejase de soñar con mis padres muertos, podría dejar de darle vueltas al hecho de que, efectivamente, un día no estarán. Y mi mundo no se caerá a pedazos, como parece ahora, sino que sobreviviré. De alguna manera.

jueves, 11 de septiembre de 2014

That new light.

Creo que me gusta esta nueva luz que ilumina el día.
Blanca, luminosa, dolorosa en su brillante resplandor.
Luz impersonal, luz fría,
como el aire, un calor que se arremolina, débil.
Que lucha, nada, baila con las corrientes más frías,
con ese cielo que es enteramente blanco,
que duele en mis ojos.

Pero me gusta solo porque es nuevo, lo sé.
Me gusta porque no es un dorado hálito,
un suave resplandor que se posa sobre los objetos,
que los hace brillar, cambia sus colores.

Luego, el blanco se endurecerá, con su propia forma,
y el acero sustituirá a la dulce inocencia del verano.
Y será demasiado tarde para admitir que, en realidad, casi me hace sentir triste.
Casi...

domingo, 7 de septiembre de 2014

Dirty liar.

Y esta pequeña y sucia mentirosa vuelve.
No es él, sino tú
De quién quería oírlo
A quién quería besar.
Es "a ti" lo que quise oír
Lo que quiero que quieras para ser feliz
A mí
Yo contigo.
Hacemos un equipo perfecto
¿Para qué nadie más?
Me dijiste una vez...
Pero hay alguien para ti
Hay alguien para mí
Alguien a quien no estoy segura de querer
Alguien que no pienso que quieras realmente.
Y así es esta mierda
Y me gusta escribir así,
En un amago de verso inconcluso
Entrecortado
Como los sollozos secos de un llanto angustiado...

viernes, 5 de septiembre de 2014

Come there

En realidad todo empezó con eso y ya está.
«Ven aquí.»
Y me rodeó con sus brazos.
Sus rizos me hacían cosquillas en la cara, y sonreí.
Él besaba mi frente, bajando por mi nariz,
Y luego ahí estaba, mirándome, a un centímetro de mis labios...
Ni él se lanzó ni yo me lancé. El instante fue eterno, sostenido, perfecto, y en perfecta sincronía nos acercamos al otro.
Y sus labios eran suaves y cálidos, sus dientes me reclamaban, mi lengua le buscaba sin mi permiso, mientras mi corazón galopaba en todos los lugares donde podía sentirlo.
El instante se sostuvo, en nuestros labios, en sus brazos, en mi cumpleaños, en la languidez, de puntillas, sus ojos castaños buscando mi mirada azabache, y se sostendrá mientras mire mis labios rojos como me hs mirado hoy...
Curr-Curr, me encantas.

¡Oh, mírame!

¡Oh, mírame! Estoy tomando un café con mi libreta de escritor realizado e ilustre en un lugar posiblemente agradable/paradisíaco/fuera del alcance de cualquiera que no sea un escritor realizado e ilustre.
¡Oh, mírame! Alguien me dijo que no podía hacer algo y lo hice, pero espera, ¡sorpresa! no necesitas que alguien te diga que no puedes para lograr algo. Para mí, al menos, tiene mucho más mérito si aquello en lo que has puesto tu cariño y tu esfuerzo durante tanto tiempo es una meta, una meta más larga, un sueño, como el mío. Es lo mismo que se viene repitiendo desde siempre en mi vida, es ver a personas que empiezan a hacer algo con desgana, por probar, por algo. Es ver que nadie reconoce el esfuerzo de las personas que se han venido esforzando desde siempre en las cosas que más les apasionan, pero no, ellos deben seguir intentándolo con más ahínco para mejorar, es casi... una costumbre.
Pero en realidad esa impresión es realmente molesta. Mientras los demás realmente lo intentamos, tú te sientas en tu playita o en tu piscinita, te haces el historiador culto recordando fechas que no le importan a nadie y encima tienes la desfachatez de atreverte a faltar el respeto con tus mofas a aquellos que humildemente (o no, como una servidora) plantean su opinión, como lo que estoy haciendo ahora.
Por supuesto y una vez más, una humilde servidora se guarda su opinión (porque no concierne a nadie más que a mí y a mi cruel voz mental) y, desahogada de mi rabia, he tomado la resolución de vestirme y marcharme con mis amigos, que ya llevo casi diez horas en casa y eso no debe ser sano.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Promises to myself.

"I'm not gonna be fourteen and still fat.
I'm not gonna be fifteen and still fat.
I'm not gonna be sixteen ans still fat."
Now, I'm not gonna be seventeen and still stupid.
Happy birthday, Cris.

Oh, no!

My sweet-dream-beach holidays are over, and with them all the positivism and happiness around me. Only three days left until my birthday and all the teen feelings hidden inside me hit my brain with new strength.
First, there is all these crazy boys stuff. Do I really have to choose one of them? Why, Esse? It is too difficult to have one. One, kind and blonde and sweet. The other one, dark and misterious and sexy.
And no one of them is who I want them to be...
Then there is my weight again. How the hell can it stay so static? Im so horrible, I hate myself, I HATE MYS...
Ok, stop, ladie. There's NO MORE FUCKING DRAMA ON THIS. I'm wonderful, and smart, and people love me so I love me too!
Simple. Boh.

domingo, 17 de agosto de 2014

Lucky strike

Con un poco de suerte, será esta la última noche. Mañana a esta hora podré dormir oyendo el mar.
Parece que han acabafo las inundaciones, el cauce vuelve a serpentear, esquivando los baches.
Con la autoestima alta, la barriga plana y un "te quiero" resonando dulcemente en la memoria, me voy, al fin, de vacaciones. No puedo sentir los nervios, solo tranquilidad.
Con mi mamá al lado, me voy a disfrutar unos días. Agua fría, sol caliente, cerveza, paella y piscina. Cartas, y pipas, y trivial, y dos magníficos hermanos. Más coquinas, peces, cañas y papá. Paseos y baños y piel morena.
¿Podría ser mejor? Probablemente sí, pero yo no me voy a quejar.

Daddy

Bienvenido a tu último año en la década de los 50.
Te quiero, papá.

sábado, 16 de agosto de 2014

U know what?

No me siento como si me estuvieras protegiendo en absoluto. No me siento como si estuvieras intentando de "ser justo conmigo" o lo que sea que se pasa por tu mente cuando me tratas así.
Me siento como si me hubieras abandonado cuando más te necesitaba.
Y no sé si ahora hay vuelta atrás para ninguno de los dos.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Autrement

De otra manera. ¿Qué es lo que ha dicho ella? Ah, que si fuera todo normal, las cosas serían de otra manera.
Si eso fuera así, mañana estaría en la playa. O no, quizá en algún lugar de el mundo, porque podríamos viajar sin miedo a coger un avión. Pero no.
Si fuera distinta la vida, me iría a dormir feliz, y saldría todos los días, y no tendría más pesadillas.
Pero las cosas no son perfectas para nadie, y mañana no iremos de vacacioned a ninguna parte, ni dormiré con los ojos secos, ni podré olvidar el dolor de aquellos a los que amo.

martes, 12 de agosto de 2014

The fat one.

¿Que yo te molo? Ja. Lo único que te mola es que soy tía, y "ninguna mujer es fea por donde mea".
Me molestaría en ser sutil si me importase un rábano. Incluso me plantearía darte un sí, ai estuviera borracha y desesperada. Podrías convertirte en mi... ¿Sexto peor error? No sé cuántos me habéis decepcionado ya, pero sigue siendo un N O. No puedes llevar cuatro años detrás de una de mis mejores amigas y echarme alpiste por cada vez que te rechaza, solo para que yo te suelte otra enorme negación, en mayúsculas y en negrita. Y es sencillo, porque sé que no te he gustado nunca. A ti lo que te gustaría es un polvo, y mi trasero, y mis curvas, y mis tetas grandes, y eso me tiene cansada, porque ni etes el primero ni serás el último ¿"me picas, Cris"? Permite que lo dude de nuevo.
No pueden pretender así mis amigas que esté con alguien. No quiero eso, no quiero marcarme un " Lula", no necesito un Selu 2.0.
¡Por esto no quería volver a la sociedad! ¿por qué sigo haciéndote caso, ah?

lunes, 11 de agosto de 2014

Hyphotèse

Sin nada que ver ni que oír, me concentro. Una idea merodea en el borde de mi conciencia, pero no logro atraparla. Algo me dice que sé el motivo de mi incomodidad, que lo he experimentado antes, pero la sombra densa y oscura se escurre entre mis dedos, incorpórea aunque tangible.
¡Céntrate, Cris!
Supongo que ya está, que es esto.
Siempre ha estado lejos. Está bien, supongo que para mí es normal. No pasa nada, mientras sienta su calor, mientras pueda tenerlo cerca en momentos como este. Si veo su luz, si ilumina mi vida, enconces no importa que no pueda tocarle.
Y ahora, parece que alguien hubiera cerrado el interruptor. Sigue ahí, tan lejos como siempre, y ya no me llega su esencia, y aquí permanezco, ciega, fría y a oscuras. Esperando a que mi sol vuelva a salir. Esperando luz y calor, un pequeño motivo para seguir...

Âme malade.

Me encuentro mal.
Más allá de este dolor debcabeza que no acaba nunca, y de que toda la comida me caiga mal. Más allá de esa masa que se ha instalado en mi pecho y no me deja respirar, y más allá de las ganas de llorar que acaban en nada.

Il n'ya pas.

Y no hay palabras que expresen ciertas cosas, por lo que se cae mi teoría, y ya solo quedan palabras y un regusto amargo de agonía.

domingo, 10 de agosto de 2014

Cris cries.

Que tienen lejía mis lágrimas, para desteñir su camiseta con mis lloros.
No todo cambia con los años.
No crecemos en todos los aspectos.
Pero no me importa llorar cuando duela, siempre tendré sus pijamas demasiado anchos, sus brazos a mi alrededor. Da igual lo que pase, tengo un hermano, no necesito nada más.

sábado, 9 de agosto de 2014

Breath, flashing.

No te vayas, exhala. Todo hálito caliente, y piel gris, y labios rotos. Sílabas lentas, arrastrándose sobre la pared de la presa. Una grieta, dos, unas gotas de agua que son apenas la sinopsis del libro, un pedacito para probar.
No me abandones, suspira. Y sus ojos vagos y perdidos asestan un nuevo mazazo a mi resistencia, siento la fachada temblar, como mis manos, como mi barbilla, como mis tripas.
Te quiero, respira sobre mi mano, la boca seca, las palabras apenas adivinadas en la forma suave y delicada de esos labios color cereza.
Pican mis ojos, calientes, algo punzante en ellos.
¡El dique!
Aire, aire, parpadeo. Te quiero, no me voy. Óyeme aunque no pueda decirlo. No te dejo, mami. Arrugo la nariz, vuelvo a tener diez años, y no entiendo nada.
Aire, dentro, que llegue a la punta de los pies. Esta noche, prometo, tiraré abajo el muro con mis recuerdos. Solo aire, parpadeo, cierra los ojos.
Control, paciencia.
Cris, sonríe, solo un poco. Le duele. No me lo pone muy fácil....

Empty hole.

Ese enorme vacío.
Un remolino de colores apagados, que me impulsa dentro, en espiral.
Un vacío oscuro con gravedad, que susurra en mi oído que ya llegará, más grande y fuerte que nunca, para quedarse a perseguirme allá donde vaya...

Falls, falls, falls.

Y me deshago, y me deslizo en la nada.
Aquí estoy, mirando un techo nuevo,
me rompo y soy todo migajas,
Quiero, y no puedo, el consuelo de un sueño
Y no viene a verme, no quiere estar conmigo,
Tal vez como tú tampoco quieres,
Y lo disfrazas de poder, no oyes, no ves
Que esto no es solo cuestión de capacidad.

Es tan sencillo, decirme lo que quiero oír
Y no comprometerte, después
Es tan fácil decir que se acabó
Sin saber de quién es la cara detrás
Y me parto en dos,
Anoche, y ahora,
Diez litros de cerveza menos
Y la boca y el corazón secos.

No sabes quién soy yo,
No sabes qué diría y qué no.
Y parece que apenas conozco más allá
De lo que quise ver,
No sé qué esconden esos ojos de luz,
Ni de cuantas formas puede matarme tu boca.

Y hay arroz en el suelo, y restos
De comida, botellas vacías, de bailes infructuosos,
Hay restos de llanto, eco de gritos,
Y de amargura en la boca,
Amargura de alcohol y de pena
Y de un corazón roto
Que resbala de tus manos
Y cae,
Cae,
Cae.

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Qué hace esta cabra fuera del rebaño?

¡Vamos a tirarla desde el campanario!

To the moon.

En general, no me gusta que mi hermana duerma fuera de casa. Después de tanto tiempo compartiendo habitación, me cuesta conciliar el sueño si no siento su respiración cerca. Pero hoy no me importaría estar sola, podría encender la luz y leer y escuchar música hasta poder dormirme sin molestar a nadie. Ni siquiera puedo levantar la persiana sin que se moleste, y pongo los ojos en blanco mentalmente ante el pensamiento, pero estoy divertida.
Y exasperada. Me pongo sobre el costado derecho. Boca arriba. Sobre el costado izquierdo. Abrazo uno de los cojines, ladeándolo levemente. Me entra calor, y pateo la colcha hacia el final de la cama. Luego, cambio de postura, esta vez boca abajo, con los brazos debajo de la almohada, el cojín cae al suelo con un ruido sordo. Ahora me duele el pecho, y la espalda, y para colmo quiero taparme de nuevo.
Suspiro y abandono. Ruedo hasta el borde de la cama y me pongo en pie sobre la madera lisa y suave. Cuidadosamente recojo mi libro de la estantería a mi lado y huyo de la habitación tratando de ser silenciosa.
Más tarde, acurrucada en el sillón junto al ventanal, me pregunto si Ed estará dormido. En medio del frío silencio, lo echo de menos, me echo el cobertor del sillón sobre los hombros. Quién me diría que yo iba a tener frío..., aunque no se deba a la temperatura.
Pienso en poner música, y finalmente acudo a mi carpeta de Jazz, buscando algo de Miles Davis.
Acercándome al círculo de trémula y cálida luz, susurro los versos de uno de mis poemas favoritos de Bécquer:
" Podrá no haber poetas,
pero siempre habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía"

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía! "

Distraídamente tomo nota de las anáforas y los paralelismos, aunque la parte central de mi cerebro está embriagado de belleza, de imágenes inconexas, de tranquilidad, de piano y saxofón, de la luna creciente sonriendo quedamente desde el cielo.
A veces, el insomnio no está tan mal.

miércoles, 6 de agosto de 2014

There was a time.

Abro los ojos vagamente desorientada, buscando la familisr vista de mi dormitorio. Pero no.
Mis ojos adoemilados recorren un amplio salón iluminado por el sol del atardecer. Estoy tumbada sobre un enorme sofá color crema, admirando la perfecta disposición de los muebles de caoba, y el perfecto contraste con el parqué color arena y las paredes grisáceas.
Solo llevo puesto mi bikini, aún ligeramente húmedo, y es entonces cuando recuerdo que nos quedamos dormidos en el porche después de nuestra "competición" a nado. La victoria resuena con su orgulloso himno en algún lugar de mi cabeza, y una tonta sonrisa se desliza en mis labios.
A mi lado, el sofá está levemente mojado, por lo que deduzco que alguien más durmió a mi lado, o se sentó ahí. Me pongo en pie, descalza, y camino hacia otro sillón a juego sobre cuyo respaldo hay un montón de ropa, aunque no la mía. Reconozco la camisa celeste que llevaba Seth antes de bañarnos en la piscina, me la pongo sobre los hombros y agito los brazos para que mis dedos asomen por las largas mangas.
Una melodía dulce y melancólica me llega desde una puerta a mi derecha, parece que conduce al jardín. Sigo el sonido de la guitarra acústica y me encuentro con su espalda morena ligeramente encorvada sobre el instrumento, una expresión dulce y concentrada mientras contempla el reflejo del sol sobre el agua de la piscina, iluminando de color jade las hojas de las plantas más cercanas.
Su ceño se cierne una milésima de segundo sobre sus ojos, gira levemente el rostro y me mira. Una sonrisa blanca y perfecta cruza ese rostro como si fuera el sol en un cielo nublado. Y esos ojos, que son como el tronco de un árbol cubierto de musgo, se iluminan con el sol de la tarde, y rezo distraídamente para que mi piel no sea color cereza ahora mismo.
Me acerco lentamente, con una timidez nada propia de mí, y me siento frente a Seth.
-Hola.
-Hey.- alarga la mano hacia mí, y veo que sostiene un botellín de Desperados.- ¿Quieres?
Sonrío levemente y cojo el frío recipiente. Me llevo el borde a los labios y pruebo la cerveza, con ese fondo profundo a tequila.
-No quería interrumpirte.-musito, a modo de disculpa.
-Y no lo haces
Rasguea la guitarra en un silencio repentino y denso. Sin tensión.
-¿Hay algo que te gustaría oír?
Muchas alternativas pasan por mi mente, mezcladas con melancolía y felicidad. El regusto amargo de los recuerdos felices que ya no están. Así que me encojo de hombros y bebo cerveza, admirando las hortensias verdosas que decoran el porche.
Dos notas titubeantes, reconozco la canción. Comienza demasiado lenta, luego coge ritmo, me hace fruncir los labios, querer reír, inundan mis ojos de lágrimas y un hálito tembloroso se instala en mi pecho.
Me mira, y sonríe. Mis mejillas se estiran en respuesta, igual. Y cuando he recuperado la voz, canto la letra muy bajito, muy dulce, en un tono bajo y grave.
Bebemos cerveza, cantando al unísono, rodeados de música, mientras el sol cae.