sábado, 30 de junio de 2012

Capítulo tres

Lo despegué con un brusco tirón. "Léelo". Desdoblé cuidadosamente la hoja. Era un folio A4 ligeramente amarillento. También era más fino de lo normal. ¿Sería un papel especial? ¿De dibujo, quizás? Tampoco me importaba lo más mínimo, solo que aquello podía darme una pista sobre mi misterioso amigo.
<< Seize the day or die regretting the time you lost. >> Solo eso. Una frase de la canción Seize the day, de Avenged Sevenfold. "Hoy es el día o muere lamentando el tiempo perdido". Un poco tétrico, ¿no? Pues es una frase alentadora y bella.
Siguiendo mi instinto y la hipótesis de que él fuese el autor y, en todo caso, el mensaje estuviera destinado a mí; saqué un bolígrafo negro de mi estuche rojo de Skate.
<< Carpe díem, ¿no? Yo tampoco quiero tener nada que lamentar >> garabateé sobre el delicado papel. Siempre me gustó mi letra. Grande y redonda. Expresaba esa parte de mí que se enternece escribiendo. Desde la lista de la compra hasta una novela de amor.
El trozo de celo no aguantaría mucho tiempo, por lo que pegué la nota con un post-it pequeñito y fluorescente. "Respondido" escribí debajo de su letra, en mayúsculas.
¿Lo vería? ¿Sería suficiente?
Mi móvil comenzó a vibrar. Estaba en silencio, siempre lo dejo, por el instituto. A nadie le gustaba que le expulsasen de clase por una de esas llamadas publicitarias de una compañía telefónica.
-¿Sí, diga?
-¡Canijaaaaaaaaaaaaaaaa!
-¡Ézhor! ¡nwed0b2efd0eubjf!
-¿Y eso? ¿Graznido Wookie?-Sus carcajadas me impidieron oír el resto-. ¿Tiene usted algo que hacer?
-Dime hora y lugar
-¿Qué tal ahora mismo? Podemos almorzar delante del Ginnos Ristorante. Sé que te encanta la comida italiana y hace tiempo que no nos vemos.
-Chachi pistachi. Estoy en la avenida, en un trix estoy allí-. espera, ¿chachi pistachi? ¿Esta quién es?
-Espero que no sea un "trix" de Antena 3.
Ese chiste tonto suyo me hizo reír. Para cuando pulsé el botón rojo, ya estaba corriendo.

viernes, 29 de junio de 2012

Capítulo dos.

No había sido un mal día. Por fin conseguí comprender más o menos los experimentos compuestos. Malditos árboles de probabilidad..., nunca me salían bien.
Siempre me perdía en mis pensamientos cuando no tenía nada mejor que hacer. Además no tenía batería en el móvil, y no podía perderme en el furioso golpeteo de la música. Una lástima.
¿Vería otra vez al chico del pelo largo? Si estaba en Bachilleraro, saldríamos a la misma hora. Él pasaría por aquí.
Si..., ¡sí! Era él. Con más chavales de su edad. Lucía más despeinado que por la mañana, lo que por otra parte era muy normal, con su bandolera negra colgada en diagonal sobre el pecho. Pasó a mi lado justo cuando yo terminaba de cruzar el paso de peatones de la avenida. Yo ya daba por hecho que iba a pasar de largo, pero por segunda vez en un día, me habló.
Los muchachos, sin percatarse de que su amigo se había detenido, siguieron caminando animadamente, con su ropa pija, casual, de moda.
El chico se me acercó. Yo aguanté la respiración, con los ojos muy abiertos.
Alzó la mano y me apartó el flequillo de los ojos. Parpadeé y sonreí.
-Recuerda estar atenta a los detalles, ¿vale?-asentí-. Estás más guapa cuando sonríes
Mis labios se estiraron aún más en respuesta
-¡Eh! ¡Dani! ¿Ligando con estudiantes de secundaria?-Se mofó una de las seis voces, al otro lado de la carretera.
-¡Ya voy!-gritó él.
Me volvió a sonreír, guiñando los ojos, antes de alejarse al trote.
Así que Dani, ¿eh? ¿de qué detalles hablaba?
Entonces lo vi. Era una hoja de papel doblada, pegada a una de las farolas. "Léelo" ponía, en mayúsculas. Por algún motivo, tuve una corazonada.

18 de Marzo de 2011

Cuando las cosas fallan, cuando cometes errores, hay que rectificar. O eso, o arrepentirse. Yo hago ambas cosas...
Me has fallado. No has podido evitarlo. Lo comprendo. O quizás no como querrías...
Tu nombre. Tu rostro. Tus ojos. Tus palabras. Dando vueltas, incansables, en mi mente. Te echo de menos.
Te quiero. Te odio. Idiota,cobarde. Te quiero, demasiado.
No soy feliz. Por la sencilla razón de que no estás a mi lado. Y yo no puedo vivir sin ti.
Ha llegado la hora de cambiar. De apostar por algo. Ya he tenido bastante. Debería escarmentar, pero no lo he echo. Ni lo haré
Y ahora me encuentro conque alguien se ha cruzado en mi camino. Un buen amigo, sí señor. Alguien en quien merece la pena confiar. Algo sólido por lo que apostar. Y me atrae, no lo puedo negar. Sería una estupidez.
¿Debo arriesgar?
Lo intento. Soy feliz, te olvido, cuando estoy con él. Pero después me conecto a esta mierda de cacharro, veo un mensaje privado, y estallo de felicidad..., hasta que descubro que no es tuyo. Te estás matando, y eso me duele. No hablamos, y eso me duele. No me tienes en cuenta, y eso, amigo, duele. Y mucho.
Por eso debo intentarlo. Intentar ser feliz. Relegarte al olvido, para no caer en el abismo.
Quizás, después de todo, la cobarde soy yo

Era un 16.


 "La memorias es efímera. Por ello, nos gusta preservar los recuerdos. Para hacerlo más fácil, asociamos fechas con sucesos. Descubrimientos, guerras....Y también echos felices y memorables. Para eso existen los aniversarios. Eventos en los que la gente celebra estar viva, celebra el tiempo que hace que nació. También se celebran las bodas, cuantos años llevan juntos, independientemente de las discusiones y dificultades. La gente se siente orgullosa de sus logros. Es satisfactorio. También para mí.
Hoy es nuestro día, aunque tú no lo recuerdes, probablemente. Hoy se cumplen catorce meses desde la tarde en que me saludaste y te presentaste, todo un caballero; y yo me ruboricé y te seguí la broma, cometiendo el mejor de los errores de toda mi vida. Porque me equivoqué, no debí hacerlo, y sin embargo no puedo volver atrás, ni quiero.
Hoy celebro que hace cuatro meses comprendí de verdad muchas cosas.
Tú, y tus incesantes consejos. Nos reímos juntos, lloramos. Y todo eso, juntos, tú y yo, aunque eso a ti te diera igual. Me has enseñado lo importante de conformarme con algunas cosas y sentir las injusticias ajenas como propias. A tu lado he comprendido el amor, he comprendido el dolor, sé lo que es estar viva, porque todo me da igual hasta que veo un mensaje tuyo, hasta que aparece la ventanita del chat en la esquina de la pantalla. Porque sin ti, ya no soy yo misma. Tu nombre, en la palma de mi mano izquierda, con tinta indeleble. Tu nombre escrito en mi agenda, en mis cuadernos, tu nombre, escrito en mi estuche. En mis dibujos. En mis recuerdos. En mis sueños. Para no intentar siquiera olvidarte.
Eres lo más importante que tengo y tendré, porque estoy enamorada, obsesionada, ciega. Irremediablemente feliz, y a la vez muy triste. Te quiero, y eso es todo lo que me importa ahora."

¿Quién era? ¿A dónde ha ido esa parte de mí?

Queridos amigos, esto lo escribí recién cumplidos los trece años. Amadme.

Llegué al lago una vez perdido todo resuello. Me dejé caer en medio del círculo perfecto de hierba gris, de espaldas. Jadeé varias veces, sintiendo las mejillas arreboladas, entre el frío y la carrera. La oscura noche invernal hacía parecer el reducido claro casi…siniestro. Me estremecí, y no a causa del frío. Así que no había venido, al fin y al cabo. No intenté disimular la decepción. ¿Quién diablos acudiría una noche de Diciembre a un lago helado, desierto y completamente muerto?
-Ha sido una estupidez acudir.-musité para mí
-Bastante estúpido, sí.
No puedo describir lo que sentí en ese momento. Una mezcla explosiva que variaba entre esperanza, alegría, dolor y la absoluta certeza de que, sea como fuere, le amaba. En ese instante, cuando contemplé sus ojos relucir en la noche, esos ojos que me derretían, supe que daría la vida por él sin pensar, o me tiraría por un puente si eso le resultase divertido. Sin saber cómo, lo supe. Adoro la certeza de mis epifanías.
Aquellos ojos como caramelo líquido me seguían atravesando, interrogantes.
-¿C-cómo sabías que estaba aquí?-tartamudeé. Bueno, siempre podía achacarlo a la gélida corriente de aire que serpenteaba entre los árboles.
-Creo que soy yo quien debería preguntar, ¿Qué haces aquí?
-Una pregunta no se contesta con otra, a menos que esta última sea retórica-le recordé, citando aquellas palabras que él mismo me había dicho. Meses atrás
-Tal y como lo esperaba.
Maldije por lo bajo. Odio ser tan predecible. Se acercó a mí andando lentamente, me recordaba al sinuoso caminar de una pantera al acecho. Casi pude escuchar el desenfrenado latir de mi corazón en medio del silencio sepulcral. ¿Miedo? ¿Anticipación? ¿O se debía solo a su presencia.
-Necesitaba hablar contigo-murmuró con voz grave.
Mi instinto se activó como un sensor. <<Mal comienzo>> me avisó. Y tuve la certeza de que iba a ser una noche muy larga.

Sweet child o' mine

En el centro del torbellino, bajo su fría mirada, me sentí como una cría.
Mi coraza se resquebrajaba bajo sus atentos ojos castaños. Traté de mantenerme serena, como una persona madura y razonable, soportar el peso de sus ojos sobre los míos. Inquisitivos. Duros. Recelosos.
Pronto, los sollozos fueron demasiado evidentes. Convulsas sacudidas agitaron mis hombros. Traté de disimular, pero fue un vano intento. Abracé mis codos, sujetándome el pecho palpitante, mientras unas lágrimas calientes y feas resbalaban por mi barbilla.
Me estaba engañando a mí misma. Era tan obvio que no sé como no me había dado cuenta antes. ¿Que a mí me importaba Bleda?. ¿Que a mí me importaba algo?. ¿Mis amigas, quizá? ¿Esas que no podrían decir ni la fecha de mi cumpleaños sin titubear?. Ya nada importa mientras sus brazos me siguieran cubriendo. Envolviéndome. No pude recordar siquiera esa razón por la que yo me mantenía lejos de él.
Por un instante me sentí segura y lloré con fuerza sobre su camiseta, ahogando un gemido. Me miró fijamente, con promesas en la mirada. Por supuesto, lo sentí antes de oírlo. Mucho antes de verlo. Apenas acerté a secarme el rostro y separarme de él antes de que Ela penetrara en el sombrío claro, bañada por el resplandor plateado de ese pequeño y bello satélite.
Había ira en su mirada.
Abrí los ojos con espanto en medio de aquel horroroso sueño.
Un sueño que habría querido que fuese real. Sacudí la cabeza.
-¿Ela?-voceé, palpando el lecho contiguo al mío.
Estaba vacío.

jueves, 28 de junio de 2012

Capítulo uno.


Apreté con delicadeza la goma, oyendo cómo el aire a presión escapaba lentamente. Suspiré. Tendría que ir andando al instituto. No es que estuviera muy lejos ni me importase demasiado, pero era agradable sentir la brisa sobre la piel. Aún hacía calor. Claro que para mí, diciembre era un mes "fresco".
Empujé la bicicleta hasta que topó con el muro de ladrillo, bajo el techo del garaje. En cuanto tuviera un hueco me aseguraría de ponerle un parche a la rueda, claro que estando tan cuarteada lo mejor quizás sería comprar una nueva...
Repasé mis opciones mentalmente, lamentando no ser autónoma como para desplazarme sola al Decathlon más cercano. Dependería de mis padres o de mis hermanos mayores, como siempre.
Saqué mi cuaderno, tratando de concentrarme en las diferentes excepciones de la formulación. Había una regla nemotécnica para aprenderme eso...Boro, Carbono, Nitrógeno,Oxígeno y Flúor. Beba Coca-cola Normal o Fría.
¿Me acordaría?
Con la mochila colgada de un solo hombro, mis camisetas anchas unisex, el pelo suelto y alborotado y estudiando de última hora no debía de dar una buena imagen. Me alisé el flequillo con los dedos, pero seguía cayendo irremediablemente sobre mis ojos.
A todo esto, un desconocido pasó a mi lado. ¿Que por qué es mencionable? Porque llevo más de un año viéndole todas las mañanas. Todas, todas, todas. Me encantaba, con sus camisetas oscuras, las cadenas colgando de los vaqueros anchos, las converses All Star y todo ese pelo castaño y rebelde, un poco más largo que el año pasado. Y seguía sin saber cómo se llama, aunque todos los días le sonreía y le saludaba. Especialmente si lleva la camiseta de Avenged Sevenfold. Normalmente él se limitaba a mirarme fijamente y pasar de largo.
Pero esa mañana..., esa mañana se detuvo y me habló.
-Buenos días.
Su voz era ronca. Suave y baja, no demasiado grave. Como el bajo ronroneo de mi gato cuando le acaricias la barriga.
-¡Hola!-mostré mi sonrisa más abierta y agradable.
Frunció los labios, y me dio la impresión de que intentaba contener una sonrisa antes de inclinar la cabeza y alejarse.
 ¿Qué ha sido eso?
Sacudí la cabeza para verle mejor. Su paso era rápido, de zancadas largas y decididas. Se pasó una mano nerviosamente por el pelo, echándolo hacia atrás. Me pareció un gesto nervioso, como su sonrisa y esa mirada seria.
Vale, a lo que estábamos. Los hidróxidos...
-¡LIMÓOOOOOOOOOON!
Me giré mecánicamente. Cassie llegaba corriendo, las mejillas botando enrojecidas. Cassie vive al lado de mi casa y forma parte de mi grupo de amigas. Apareció vestida con unos vaqueros largos bastante rotos, unas bambas fosforescentes y una camiseta que dejaba al descubierto gran parte de su barrigita perfecta de nadadora. Los rizos rojizos se le escapaban del moño alto que se había recogido.
Llegó a mi lado resollando, y se estiró la camiseta blanca con la palabra SWEET escrito con lentejuelas rosas. Argh.
-Llevo un rato llamándote-me reprochó.
-Estaba estudiando. Lo siento-repuse, distraída.
Ambas cruzamos la avenida en silencio. Cassie bostezaba ruidosamente mientras yo repetía para mí misma las fórmulas. Todo aquello sonaba a chino.
Cassie sacó un paquete de tabaco barato y se encendió uno, expulsando una voluta de humo por la nariz.
-¿Quién era ese chico?
-No tengo ni idea-respondí con sinceridad
-Habéis hablado
-Nuestros caminos se cruzan todos los días y se detuvo a saludar. Eso es todo.
Odio las conclusiones precipitadas casi tanto como los estereotipos.
-Era muy lindo-opinó Cassie
-¿Ah, sí?-Me mostré indiferente.
-¿No te has dado cuenta?-Y dio una nueva calada al cigarrillo.
Me encogí de hombros. Sí, sí que me dado cuenta, pensé para mí.

martes, 26 de junio de 2012

New Name

Quizás la entrada puede parecer un poco simplona y banal, pero para mí tiene su significado.
Hace unos días, por fin Tuenti aceptó mi petición de cambio de nombre.
Nunca pensé que iba a echar de menos ser Cris Castro Rin Kagamine. La roleadora. La "moe". una pervertidilla entrañable para chicos como Slend.
Cris Castro Rin Kagamine no fue conocida en el mundo Otaku hasta hace un par de años. Ella se enamoró, conocía a mucha gente..., la utilizaron, la mangonearon, la hirieron, y cuando ella se rebeló, mucha gente la odiaba. Quiso con locura a mucha gente y todos terminaron por abandonarla.
Un chaval melindroso y egocéntrico varios años mayor que ella, una chica no menos narcisista, una joven algo confusa y bastante emo y otro chico; este más sincero, mejor persona, y por todo ello más dañino.
Cris Castro Rin Kagamine ha llorado mucho. Aún siente la pérdida del amor que defendía contra viento y marea. Cris Castro Rin Kagamine era una chica tonta que todavía se pregunta si no debió haber resistido más aún.
Y ahora es una persona horrible. Pero al menos Cris Kyofu Rin Sevenfold es dueña de sus decisiones.

miércoles, 20 de junio de 2012

SU2+G

Esta entrada está dedicada a mis chicas, mis SUGUS, en honor a nuestro aniversario. Susana López Blanco, Marina García Oviedo, Violeta María Escobedo Bejarano y Nayabel Montoya González. Sois mis vidas <3

El mismo día. El mismo sitio. Las mismas chicas, con un par de añadidos que lo mejoran todo un poco más. Todas juntas un año después.
Nos miro y sé que hemos cambiado todas, para bien y para mal. Por dentro y por fuera. Se acercan unas despedidas que solo van a existir en el sentido físico, ya que por muchos kilómetros que nos separen, siempre tendremos sentimientos, recuerdos y pensamientos.
Siempre estaremos juntas.
Violeta sigue igual de bajita. Tiene el pelo más largo, más rubio. Los ojos más claros. El cuerpo más esbelto. La cara más fina y la sonrisa más brillante.
Naya es igual de flaca. Su pelo es mucho más largo, es más alta que hace un año. Ha encontrado el amor, y también sus maneras son más dulces. Incluso, en cierto sentido, es más madura.
Mei está más loca, más feliz, más delgada. Su cuerpo tiene más garbo. Su pelo es más largo, más brillante y más bonito que nunca. Sigue teniendo la misma madurez chocante, es igual de fuerte y valiente que siempre. Sus gustos, su forma de pensar, sus costumbres..., es la más versátil, la que ha pasado por más transformaciones y experiencias.
Susana. No sabría decir en qué ha cambiado la más reciente y mayor de las SUGUS. Es casi como nuestra mamá, porque nos cuida a todas y nos protege de los demás. Supongo que sigue teniendo esa extraña habilidad de hacerme sonreír. Y, por algún motivo, me dan ganas de abrazarla cada vez que me mira a los ojos. Su cabello es ondulado, sus ojos vedosos, su sonrisa sincera. Y aunque su cuerpo no haya sufrido las grandes transformaciones propias de nuestra edad (no de la suya XDDD), creo que las SUGUS la hemos cambiado, y viceversa. Y sigue siendo la que tiene mejor culo <3
¿Y yo? ¿Quién soy? ¿Quién era? Por aquel entonces estaba confundida, pero era infinitamente más feliz que ahora. También he dejado crecer mi melena leonina, que se riza en tirabuzones y se aclara con el sol. Mis ojos siguen siendo del mismo marrón soso. Mi piel es aún casi translúcida. He adelgazado y crecido, pero ¿Dice eso algo de mí? No creo que sea la más indicada para hablar de cómo he cambiado. Pero sí sé que las chicas han aligerado un poco esta existencia sin sentido. Ellas me han transformado en un ser estrambótico y sonriente. Me han hecho distinta de las demás, distintas de las que antes eran mis "amigas". Me han dado motivos (y verdaderas ganas) de salir por las tardes, de seguir viviendo, creciendo y experimentando. Ellas son mis cuatro soles, que iluminan las noches más oscuras.
Ha sido un día maravilloso. Un día que me ha servido para darme cuenta de lo mucho que hemos cambiado. El mismo día veinte, un año después. Tres de las SUGUS originales y dos nuevas. En la misma playa que aquella vez. Todo ha sido en cierto sentido exactamente igual, y a la vez radicalmente distinto.
Nos han salido imitadoras, y es que sienten envidia. Pero no pueden, ni de lejos, igualarnos, porque la primera característica de las SUGUS es que todas se quieren entre sí.
Sí, todo ha cambiado mucho. Y sin embargo, hay algo que sigue exactamente igual que en aquel entonces:
Las quiero. Ellas son mi pasado, mi presente y mi futuro <3

[Mola más con fotografías nuestras como he incluido en tuenti, peeeeeeeero no las puedo descargar]