miércoles, 17 de abril de 2024

Levedad.

Nada. Nada pasa, nada queda, nada importa. Días llenísimos de un vacío insoportable.

viernes, 5 de abril de 2024

Just a little bit longer.

     Me enamoré de ti cuando y donde menos lo esperaba, con la certeza de quien visita un lugar muy conocido después del fluir tranquilo del tiempo y descubre que aún sabe recorrer sus calles y reconocer sus cuestas.

Recibí tu beso como quien experimenta las esperadas primeras gotas de una tormenta de verano, con alivio e ilusión por lo desconocido, aunque lo haya vivido cien veces.

Te acogí dentro de mí al igual que un hogar recibe la primera visita de una pareja enamorada, floreciendo en cada rincón de mi cuerpo, echando raíces con un amor que se derrama abundante y denso dentro de mí.

Por eso sé que compartiremos desayunos, cama, sueños, esperanza y vida. Con el apetito de dos niños que crecen juntos. Sé que te daré el sí con la calma de haber encontrado mi hogar, en un mundo que por fin gira en la dirección correcta.

miércoles, 3 de abril de 2024

¿Qué narices estoy esperando?

 Todo parece ir bien, pero algo me falta en esta espera incierta de vida, de risa, de chispa. El interludio entre una soledad mordiente y otra es lo que dibuja un brochazo en los días que se suceden en vertiginosa sucesión en medio de una vorágine cíclica de pena, más pena y vuelta a empezar. ¿Qué me espera al otro lado? ¿Dónde está ese final que espero? ¿Qué sentido tiene la vida?