viernes, 28 de noviembre de 2014

Arms.

Me he dado cuenta de que me gustan sus abrazos.
Esto es extraño, supongo. A pesar de que soy una persona cariñosa, por lo general necesito confianza con alguien para interactuar físicamente. Y yo...¿confío en él? Creo que sí.
No hay ningún aspecto ni lo más remotamente romántico entre nosotros, al menos no por mi parte. Cuando nos saludábamos y cuando nos despedíamos, siempre era un abrazo y un besillo en la mejilla, y supongo que me he aficionado lo suficiente como para querer prolongar el tiempo que paso abrazándole...
Me gusta el olor de su ropa. Es cálido, y además ya he hecho mi huequito, con la frente en su cuello y los brazos en torno a du cintura. Su barba me hace cosquillas, y cuando ríe o habla y me está abrazando, su voz retumba ligeramente bajo mi oído.
Es distinto a los abrazos de mi madre, suaves y...bajitos; a los de mi padre, cálidos y estrechos; a los de mi hermano, reconfortantes y huesudos y a los de mi hermana, somníferos y enrevesados.
No hay nada que me disguste cuando él me ofrece sus brazos. Tiene la inusual virtud de hacerme sentir cómoda y feliz.
Podemos decir que sus brazos se encuentran entre mis lugares favoritos en el mundo...

martes, 25 de noviembre de 2014

Hums reflexivos.

Era consciente de que me estaba deteniendo demasiado. Reflexionaba muy bien acerca de qué palabras usar apenas medio segundo antes de elaborar la oración, y en consecuencia la exposición era lenta. El trabajo había sido complicado, documentado gracias a múltiples fuentes de fiabilidad relativamente aceptable sobre un tema que me encanta. Disfruté mucho elaborando el trabajo, y también exponiéndolo, usando esa pizarra delante de la cual suele estar Germán, con sus efusivos gestos y expresiones, sabiendo dirigir a su público. Ojalá yo lo hiciera así de bien.
Porque no basta con hablar bien. Hay que tener seguridad sobre el tema, hay que saber dirigir al público para que no se pierda o se aburra. Un buen orador debe ser culto, resuelto y seguro. Y yo solo sé hablar, sin más. Conecto bien las ideas y utilizo un amplio vocabulario, pero nada más. Traté de hacerlo fácil, aunque creo que no funcionó.
Sin embargo, sé que se notó mi entusiasmo. Qué tema tan fascinante..., estos últimos días no solo he elaborado, reelaborado y esquematizado un tema absolutamente incierto, sino que he leído, he buscado y he visto distintos documentales.
Al final, estaba mucho más tranquila. Hablaba más despacio, complementaba las correcciones de Germán y hasta pude responder a algunas preguntas. Es satisfactorio, a pesar de que sé que sería una pésima profesora...
Germán pasó más de la mitad de la exposición a mi lado, hablando conmigo, corrigiéndome, puntualizando y ampliando información. Estuvimos una hora hablando, y a mí se me secaron los labios y la lengua, más de uso que de nervios.
Estuve pensando en la única exposición previa a la mía, la de mi compañera Esther. Ella había estado exponiendo durante poco más de diez minutos, sentada en la silla giratoria verde y sin mirarnos a los ojos. Yo no me senté. Apenas miré mis papeles. Utilicé la pizarra tanto como pude para ilustrar y esquematizar la información. Y a pesar de todo, podía ver sus caras de aburrimiento y sueño, y sentir que no me ignoraban por respeto. Todo un detalle.
Germán tendió su mano hacia mí. << Felicidades. >> Me dijo, y pude sentir que me ruborizaba de placer hasta las mismas raíces de mi cabello. Rápidamente tomé su mano en un apretón firme y seco, pero no brusco, adoptando una postura segura.
Ha sido una experiencia gratificante, y me ha enseñado más sobre mí misma que todo lo que he visto durante el curso. Espero poder repetir lo antes posible.

domingo, 23 de noviembre de 2014

P.

" El amor es algo que no se tiene pero que se desea, tenemos necesidad, es decir, el amor es insuficiencia. El amor no es bello, sino que lo desea. No es inteligente, sino que lo busca. No es perfecto, sino que pelea por serlo…, en definitiva, el amor es filósofo. "

At Gwanghwamun


Al fin te dieron la oportunidad de brillar, Gyunnie.
Nada que decir, las lágrimas no me dejan...

D-G

Te dije que no. Quiero pensar que no quiero mancharte con su recuerdo, pero no es así.
Es porque esa canción es suya, y mía. Nadie interferirá ahí. En el día más feliz de mi vida.

¿O es que me vas a volver loca?

¿Y si te dejas de ir y venir?
¿Y si cesas tu charla insustancial?
Para tus insinuaciones sexuales.
Para de adularme.
Deja de presumir.
No intentes mantener el contacto.
A menos que realmente te interese tener un mínimo de constancia por una vez en tu vida. A menos que pretendas que demos una vuelta un día, y no se quede en una promesa. A menos que quieras que ese beso se torne en un plural.
A menos que vayas a hacer alguna de esas cosas, detente. Necesito saber a qué juegas, para tomar el control y ganar.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Between sadness and madness.

Los días transcurren frívolamente, atrapados en un torbellino de tristeza y de locura. Éstas se dan las manos y giran en círculos veloces, sus colores se alternan, se mezclan, y al final se convierten en Uno. Tropiezan, caen, y brevemente sabemos quién es quién, aunque sus rasgos se confundan.
Ya no vuelven a girar. La Tristeza mira a la Locura con los ojos volados, y la otra le devuelve una mirada de pena. No les apetece estar juntas. Se diría que ni siquiera les apetece existir.
Las miras. Son lo único que está claro y nítido en medio de las realidades, de falsedad, de concentración, de muchas ganas de hacer Nada. Alguien te presenta a la incomodidad, y la llama Tristeza. Otros te muestran la duda, o quizá la inestabilidad. Dicen que se llama Locura. Pero conoces sus rostros, y ¿quién podría llamar a las cosas por apelativos que no son? ¿es que acaso no conocen la importancia de los nombres, que llevan la esencia de las cosas? ¿qué es una palabra, sino una idea? Y si disfrazamos a las ideas de cosas que no son, ¿no cambiarían todos de nombres, de caras, y podrían darle la vuelta al mismo mundo? los conceptos ya no tendrían significado propio, y cualquiera podría decir cualquier cosa con un pensamiento distinto (y a la vez, igual) en su mente. ¿Y quién lo entendería, si no hay ideas fijas que entender, si ya no existen los significados? Absolutamente nadie.
Pero poco importa, porque en el día a día, seguirás comiendo con ellas, durmiendo con ellas, aceptándolas..., y puede que acabes conociéndolas mejor que nadie. Luego apreciarás locuras y tristezas ajenas, pero nunca, jamás, serán mejores o más importante que las tuyas. Porque así funciona el mundo.

martes, 11 de noviembre de 2014

Tired, sad, cold, grey.

Hacía tiempo que no me sentía tan triste, o tan cansada.
Pero no es un cansancio físico. No corro, no voy y no vengo. No hago ejercico, no gasto mis energías. Aunque estudie en mis cinco minutos libres, o en horas de sueño, eso no me cansa.
Es otra sensación. No querer levantarme por las mañanas. No querer ir a clase. Ni comer. Ni siquiera ir al hospital. Es un cansancio de apatía, un cansancio sin ganas. Sin escribir, sin leer, sin dibujar. Sin pensar, siquiera.
Por algún motivo quiero dejarme ir, quiero dormir, quiero reflejar cómo me siento, porque es más fácil que sonreír y trabajar, y mostrarme normal.
Acabamos de cenar, a un rato del 12 de noviembre. Mis hermanos se han dormido s mi lado, y por un segundo me planteo seguirles y dejarme ir. Pero tengo qur levantarme, recoger la mesa, cambiar lad sábanas. Tengo que despertarlos y llevarlos al calor de sus camas para que duerman a gusto, porque pasan más de diez horas diarias en el trabajo y no estoy en posición de abrir la boca siquiera. Y tengo que acabar un comentario crítico de Pensamiento Político. También debería ir pensando un regalo para el cumpleaños de mi madre, y los regalos de navidad de todos. Debería leerme el libro de lengua, y hacer el trabajo trimestral de optativa, y prepararme los exámenes de Historia de España y de Filosofía.
Hacía tiempo que no me sentía tan cansada. Tan triste. Tan fría. Tan gris.
Como porcelana que se agrieta con una sonrisa

viernes, 7 de noviembre de 2014

Goal.

Pensé que tenía que avanzar y seguir adelante. Pensé que era lo mejor, porque todos mis pasos me alejarían progresivamente de mi pasado, todos mis esfuerzos me convertirían en una persona nueva, alguien que se alejase de quien solía ser.
Luego pensé que nunca se cambia.
Luego se me ocurrió que, tal vez, todos mis pasos me llevaban en un círculo, donde eras el principio y también el final.
Pensé que ya no teníamos nada que ver.
Pensé que no habría jamás nadie como tú.
Se me ocurrió, con el tiempo, que yo solo quería a la versión de ti que conocí, mucho tiempo atrás.
Y siguieron viniendo las ideas. Creí que te había encontrado un clon, una especie de gemelo salido de tu "yo" más joven e inocente.
Pasan tantas tonterías por mi cerebro, que es una suerte que no suela escucharme a mí misma.

lunes, 3 de noviembre de 2014

It's all the same.

Es siempre acerca de seguir adelante.
De batallar con la vida, sin fuerzas ni ganas.
Y, sobre todo, sin motivo.