lunes, 19 de febrero de 2018

You feel like home.

El tiempo vuela, arrastrado por un viento demasiado cálido para ser de invierno, y aún demasiado frío para atreverme a llamarlo primavera. Me deslizo cómodamente en los días conocidos, rodeada del calor de las personas a las que quiero, como si los pasados meses, con toda su incertidumbre, jamás hubieran ocurrido. Como un sueño observado desde mis ojos miopes, se me resbalan por entre los dedos todos los recuerdos malos y extraños, y todo queda en una experiencia lejana, exótica, brillante.
Ahora solo queda disfrutar incluso de las memorias más recientes, como estrellarme contra tu cuerpo grande y sólido, y arropada por tu tibieza se me llenen las fosas nasales de tu aroma dulce, de recuerdos de la suavidad de tu piel, y preguntarme si no eres tú y únicamente tú lo que añoro, sin lo que no puedo vivir. ¿Eres tú mi hogar?
Aquí te dejo una canción tan dulce como tú.


martes, 6 de febrero de 2018

Genesis

Hoy, mientras apoyabas tu cabeza en mi pecho, con tu calor envolviéndome el cuerpo, no he podido evitar acordarme de aquel día, no hace mucho, en que me pediste que por favor no te dejara. Sé que es culpa mía, por no haberte transmitido mis sentimientos apropiadamente; es obvio que si supieras cuánto significas para mí jamás habrías pensado tal cosa. Pero lo hiciste, y ahora caigo en la cuenta de que no te digo con suficiente frecuencia cuánto te amo y lo que significas para mí. Aspiro tu olor, paso las manos por la mejilla suave y enrojecida, y se me ocurre que no hay ningún lugar en el planeta donde quisiera estar más que aquí, a tu lado, y tengo el corazón henchido de felicidad porque tú me quieres y yo te adoro.
Luego has alzado esos preciosos ojos de caramelo y miel, preguntando qué me pasaba. Yo miro esos labios llenos, blandos, rojos, y te digo que nada, pero no es verdad: estaba embobada, pensando en lo feliz que me haces.