sábado, 30 de enero de 2021

Verdad absoluta.

De nuevo a solas ante el campo de batalla, algo menos desolador. Poco ha cambiado este paisaje. Mismas paredes desnudas mirándome, solo que ya no lloro. Ya no me sale. A él no se salió desde un principio, pienso con resentimiento..., ¿debería, realmente, sentirme tan asombrosamente mal por lo que siento..., o por lo que no?

Preguntas retóricas, siempre. Vuelvo a no percibirme no como la misma persona que era hace treinta días, una sensación que está volviéndose dolorosamente familiar, disonante, confusa. Siempre he dicho, y mantengo, que los cambios vienen de la mano de los golpes más duros de la vida, pero aún no alcanzo a valorar el impacto real que este ha tenido sobre la mía.

No puedo decir que me sobrecoja la soledad..., ¿cómo echar de menos a alguien que no formaba parte de mi espacio, de mis círculos, de mi vida? y, sin embargo, me sacuden los recuerdos como de otra vida y la nostalgia más profunda de lo que esa etapa significó para mí, de lo que en su día definí como "felicidad", amigos, juventud, descubrimientos, viajes y hacer el amor despacio. A muchos niveles, el abandono abrupto de esa persona y de esos conceptos son como una pérdida, también de lo que sentía como lo mejor de mí misma. Él me enseñó a relajarme, a ser más paciente, más empática, más amable.

Ahora se ha marchado y "yo", o la "yo" que conocía, ha muerto con él. Quise, soñé..., pero no pude salvarla. Entre los dos la hemos enterrado. Ahora estoy de luto por él, por mí, por lo que fuimos y por lo que ya nunca seremos.

Hace un mes que no soy la misma persona y no me reconozco en la imagen que me devuelven el espejo, o las páginas que constituyen el reflejo de mi alma. ¿Quién es esta persona? ¿a dónde va? ¿es mejor, es peor, es diferente? La miro con detenimiento: al menos ella parece segura de lo que hace. La única verdad absoluta de este texto es que siento que haya pasado un mundo entero por mí desde entonces. 

A quick turn of events.

 Un mes..., poquísimo tiempo. No me da tiempo a nada en un mes, o eso pienso en retrospectiva.

Un mes..., de exámenes, por ejemplo.

De preparar regalos de Reyes

De organizar un viaje

De llorar ríos

De enamorarme

De sentir cosas que jamás pensé que sentiría, a un volumen ensordecedor

De buscar pisos

De seguir enamorándome

De robar ropa e improvisar sorpresas

De perder a alguien especial

De dar saltos adelante


Un mes..., qué lapso tan breve

jueves, 28 de enero de 2021

Inolvidable, único y perfecto

Hoy, 28 de enero de 2021 a las 13:41, me has besado como hacía tiempo que no me besaba nadie.
No voy a dar detalles, quiero que todo eso sea solo nuestro y viva en nuestras memorias (y en la mía más que en la tuya).
Quizá fuera el sol calentándonos la piel, quizá esa mirada, quizá esa caricia tierna... O puede que el amor que rezumas, amor.

Supe, sé..., Que será de esos besos inolvidables. Únicos. Perfectos.

martes, 26 de enero de 2021

Las comparaciones son odiosas.

 Cuánta verdad hay en esa afirmación y qué difícil es, a veces, no comparar.

No sé qué me entra por el pecho, qué emoción me sacude las entrañas y me arrasa las venas desde dentro cuando se mueve, con esa elegancia natural, con esa seguridad. Cuando conduce con una sola mano para no soltar la mía, cuando me abre las puertas, cuando me colma de ramos de flores día sí y día también; cuando estoy con el señor voluble y lo mismo me acaricia la mandíbula y el cuello, y me acerca a sus labios de bizcocho para besarme despacio y con amor, que lo mismo me inmoviliza, me muerde, me lame y me hace poner los ojos en blanco del gusto. Con su sonrisa de niño malo, sus camisas negras, su postura.

Qué flechazo me atravesó hace tres meses con esa persona con la que podía discutir sobre lingüística, política, sociología, sentimientos, con quien no podía dejar de hablar durante horas, horas, horas, con quien jamás dejaba de aprender; qué cosquillitas por todo el cuerpo con cada broma picajosa, de viejo y asaltacunas, para morirme luego de ganas de mordisquear las canas de su barba y babear con las arruguitas que le colman los ojos cuando se ríe. Qué risa más preciosa, por dios. Qué morbazo el esos ojos serios, firmes, amables, enseñándomelo todo en su infinito brillo ónice; el de su madurez haciéndome sentir niña y mujer al mismo tiempo.

Todo él calidez, seguridad, hogar.

Dios mío..., me estoy enamorando.

lunes, 25 de enero de 2021

Un mes

 Me apretó contra su pecho, su mano grande y cálida ciñéndome la espalda, con la otra, llevando mi pierna hacia su cadera, desde el glúteo. Conozco sus gestos, sus intenciones, sus besos blandos y hambrientos, ansiosos.

Apretados en un abrazo ansioso y sin aire, pero no exento de ternura, esa dulzura que todo lo impregna. Esos ojos de caramelo bajo una luz indirecta, la banda sonora de mi corazón galopando y llenándolo todo. 

<<Mi pequeña, te amo>>

Bae, mi bae.


Pero me desperté, y la habitación se me cayó encima. El mismo espacio donde yo rompí nuestros corazones.

domingo, 24 de enero de 2021

Begging

Por favor, no me dejes, no te vayas
No sé y no quiero estar sin ti
No puedo imaginarlo, no puedo verlo...
Prefiero que me muerdas y me ladres a que no estés.
Prefiero humillarme y pedir perdón por cosas que no siento.
Prefiero cualquier cosa antes que esta ausencia arrolladora, antes de seguir mirando por entre dos rendijas hinchadas.
Prefiero morir, me quiero morir, me quiero morir

Leftovers.

 Me has abandonado. Me has abandonado. Me has abandonado.

Una sola idea da vueltas en bucle en mi cabeza. Me has dejado. Ahora, ¿quién demuestra que no le importa la otra persona? 

<<Estoy aquí>>, pero te vas, "perrillo maltratado".


Yo, desolada, destrozada, sigo mirando nuestras fotos, sigo abrazada a tu mantita, me duelen los ojos de tanto llorar, de tanto echarte de menos.

Adiós, sueños, futuro

Adiós, esperanzas e ilusiones

Adiós, amor

Gone.

Me has dado la excusa perfecta para salir corriendo, huir de este espacio de batallas campales y acusaciones veladas, para plantarme en su casa hecha un mar de lágrimas temblorosas. «Me ha dicho...»
Cuántas cosas me has dicho, señor. Y él no quiere oír nada. Se traga la rabia como yo me trago la pena, me abraza en silencio, ya pasó, ya está, mi niña. Yo solo quería paz, la de sus brazos fuertes y sus besos en la frente, la de una camiseta con su olor, la de sentir su piel envolverme. Yo solo quería esa intimidad tierna de vernos desnudos, mirarnos con amor y besar todos los rincones, de adoramos con paciencia y ganas, de llevar el amor por bandera.
Pensé y supe que vendrían muchas adversidades, especialmente de aquellos con quienes compartíamos espacio. Que usarían nuestras posiciones para tratar de hacernos daño; pero no esperaba que el primer ataque viniera, como una bola de demolición, de alguien que es como familia para mí.

Supongo que al final me ha venido hasta bien. Duele como hundir una herida fresca y profunda en vinagre, pero es efectivo, por otro lado: he comprendido que la persona a la que añoro, el hombre dulce de los «mi pequeña, mi gorriona», al que le gustaba hacerme cosquillas, que siempre lo veía todo positivo, que tenía las caricias más tiernas del planeta y era todo calor..., Esa persona, mi amor, mi primer amor, ya no está. No existe. Se ha ido.

No puedo querer ni añorar esto en lo que se ha convertido.

miércoles, 20 de enero de 2021

Mirrors.

La primera vez no fue como yo pensaba que sería. Quería hacerlo bien, no como la última vez..., pero, de nuevo, los deseos de otra persona se impusieron a los míos. A tomar por culo la atmósfera íntima, o lo que yo deseara.

No sé cómo escribir sobre esto, o siquiera si debería. Me arrojó en la cama como si fuera una pluma; fue brutal en muchos sentidos..., pero no decía nada de mí, ni de nosotros. No encontré lo que estaba buscando, y me invadió el pánico de sentirme rara entre otros brazos, mi corazón llorando por el amor que echaba en falta en el tacto, el calor, el tempo. Fue demasiado íntimo, pero no cariñoso ni dulce a pesar de ello. Fue él, ¿Tratando de satisfacer su ego?

Me sentí culpable por pensar en otro, aunque fuera en segundo plano, fría por no disfrutar del anhelado momento, me sentí..., incapaz y menos mujer, por no servirle de refugio. Cuando vi mi rostro triste y los moratones que sus manos y su boca habían dejado en mi cuerpo, ante el espejo, quise coger mi ropa y salir corriendo; pero supe que no podía, que no debía. 


Pero en lugar de ser honesta con mis emociones, me sobrepuse y mentí. Era la única forma que se me ocurría de intentar que funcionara...

Parece que es lo único que sé hacer estos días.

Estrellas fugaces

 Revivir ciertos recuerdos es como sangrar.

Hoy sangro con la luz de las estrellas, con el recorrido fugaz de las perseidas sobre mi cabeza. Las heridas abiertas de mi corazón derraman recuerdos que me hacen sonreír y llorar a la vez.

Él, cubriéndome con la toalla en la noche fresca, después de hacer el amor bajo el cielo iluminado; Mis muslos palpitando con su calidez derramada.

El olor a salitre...; su rostro sorprendido, con una sonrisa explosiva, cada vez que una estrella cruza rápidamente la profunda bóveda que nos arropa.


Luego, puso música, canciones románticas que le recordaban a mí, y yo lloré contra su hombro por el final que nos sobrevenía. Creo que ya entonces lo sabía..., y, a pesar de eso..., prometimos que lo repetiríamos todos los años.

¿Cómo puedo echar tanto de menos a alguien que me ha hecho tanto daño?

martes, 19 de enero de 2021

Preludio de una mujer ahorcada: el egoísmo onírico

Incluso en las brumas del sueño, él lloraba. Odié cada paso que me acercó a su rostro de querubín, por no hacerlo más deprisa. Aquellos ojos de topacio relucían hacia los míos, los labios llenos y enrojecidos. Su pena me hacía sangrar el corazón.

Soñé que me arrodillaba ante él, que le besaba los ríos salobres que recorrían sus mejillas sonrosadas. Soñé con anhelo con su olor, tan real que podría saborearlo.
Al tocar sus labios con los míos, nuestras lágrimas se mezclaron. Sollocé en su boca y me llené de su gusto a hogar, a suavizante, a Axe Apollo y a Issey Miyake. En aquella realidad brumosa, él recorría mi cuerpo con fuerza y calma, acercándome a sí mismo, al lugar al que pertenezco.

Soñé que me amaba, y que yo le adoraba con mi cuerpo. Soñé que sabía que era un sueño y temí despertarme y no volver a tenerle, enfrentarme a la realidad de este día en que voy, como prisionero a la horca, a que termine de romperme con sus acusaciones, su dolor, sus dentelladas de animal herido.

lunes, 18 de enero de 2021

Highlights of the weekend

Lo bueno, lo bonito, lo que no está manchado por la nostalgia y la añoranza.


Una copa de Chardonnay en una bañera espumosa.

Una inseguridad aplastante curada con un abrazo cálido. 

Dormir apretaditos a pesar del calor

"¡Sí!, ¡no!, ¡no sé!"

Un millón de chismes de la cultura noventera que no me suenan de nada

Perderme en esa mirada de colores cambiantes.

Una taza, un puzle y bombones de chocolate.

Sol, un paisaje montañoso y formaciones de carbonato cálcico pendiendo sobre lagos turquesa

Una siesta improvisada durante un masaje.

Una camiseta del Principito con olor a Sauvage


Allá donde mire..., calor. Colores. Él, en mayúscula.

viernes, 15 de enero de 2021

De nuevo.

 Hoy... hoy me siento sola, desnuda, desprotegida.

Como si hubiéramos roto otra vez. Como si... como si...




Todas las palabras han muerto dentro de mí. Parece que el sol no vaya a volver a salir nunca.

jueves, 14 de enero de 2021

Otro día

 Pasar página.

¿Pasar página? el verdadero quién pudiera.

Cuestionándose si le quiero, y yo tragando, atragantando. Me recuerdo que es una pregunta legítima, que, como siempre, parece que las cosas no me importan. Que me pasan rozando, que soy fría. Que no me involucro. Como él mismo decía, yo solo soy buena "en el fondo", superficial e impenetrable. Mala. Soy mala. Cruel, fría, poco empática. Mala.

Si supiera..., A veces me pregunto si me conoce de verdad, si alguien lo hace. A veces no tengo claro si algún día aparecerá alguien dispuesto a mirar más allá de mis caparazones y mis corazas; o lo que sea que impide que la gente vea lo mucho que me duelen e importan las cosas.

¿De qué me sirve regodearme? estoy citándole sin querer, lo sé. Pero, ¿qué ayuda existe en admitir que me pica la piel sin su calor, que me duelen las manos por no acariciarle, que veo su rostro en sueños y anhelo poder decir su nombre y sonreír contra sus labios? ¿qué placer puede existir en reflejar que me voy a dormir llorando y me despierto sin ganas?


No, no puedo. Diego me riñe a menudo por eso, pero yo cierro los ojos, hago una bolita con mis emociones y me lo trago todo, imaginando que pasa por mi garganta a trompicones, comiéndome las ganas de llorar. No quiero hablar de eso, le digo. Otro día.


Otro día que nunca llega.

miércoles, 13 de enero de 2021

Everything you need

 Ven, ladrón, que te doy segundos que robarle al tiempo.

A la clase, al toque de queda, al trabajo, a todo.

Acércate y acelero por encima de lo seguro, 

solo por verte unos minutos más.


Ven, ladrón, que te regalo mi aliento.

Si no es para respirarlo en tu boca, no lo quiero,

si no es para verte exhalarlo, con sorpresa, no me interesa.


Ven, ladrón, que te lo entrego todo:

mi cuerpo, mi vida, mi alma y mi futuro.

Toma mis objetivos, y hazlos nuestros,

toma mis recursos para construir vida

toma lo que necesites para no volver a robar


Ven, ladrón, y dámelo todo, porque yo también lo quiero

porque te tengo hambre, porque te tengo ganas.

Dame todo lo que quieras darme,

dame motivos, dame sonrisas, dame recuerdos

Todo lo demás puedes quedártelo, inclusive mi corazón.

Adoraba, adoraré, adoro...

Estudié la ropa agrupada en un orden aparentemente arbitrario sobre la cama, dispuesta a regresar a la universidad. A casa. Por mucho que me molestaran las decisiones y medidas de las instituciones y el gobierno, que en mi mente categorizaba de apresuradas y egoístas, la idea de volver a pasear por entre sus laberínticos muros y pasillos, sus maderas, sus artesonados, sus estrados, sus gastadas pizarras oscuras y la fresca humedad de las clases, ponía mis entrañas a bailar de ilusión. Adoraba (adoro) su olor, su color, esa intensidad que casi se te pegaba al paladar entre los viejos folios de la biblioteca. Adoraba (adoro) la forma que tiene la luz de incidir en el espacio, alargando las estancias, casi zahiriendo los ojos con su blancura rebotando en las paredes. Adoraba (adoro) el sabor del café y su calor entre las manos cuando lo comparto con alguien que merece la pena.

*

Adoraba... adoro... adoraré llegar por el patio de atrás, perdida entre mi libro y tratando de no tropezar a la vez, solo para levantar la vista del amarillento papel reciclado y encontrarme con su silueta en lo alto de la escalera, admirando divertido mi despiste con esos inquisitivos ojos café. Adoré, adoro, acercarme corriendo y verlos cambiar de color, el iris matizado por la claridad y las pupilas creciendo hasta tragárselo todo. 

Me encanta la sorpresa de encontrarle en mi espacio, esperándome, buscándome. Me encanta ese gesto perfecto de encontrarle en cada rincón, centrado en robarle 20 minutos al día.

lunes, 11 de enero de 2021

君の記憶。

*

Won't forget any part

Every moment set in my heart...

*




Lunes, 11.

Un juego de manos heladas sobre piel cálida.
Un perfume dulzón saturándolo todo. Sauvage.
Dos bocas dibujando vaho en el aire frío con sus respiraciones agitadas.

Una inscripción en una placa de acero.
Un cuaderno forrado de terciopelo rojo.
Dos promesas.

¿Qué sientes?
Dime, ¿qué sientes ahora?

domingo, 10 de enero de 2021

Those feels tho.

     No lo sé, juro que no comprendo cómo o por qué pasó el tiempo tan deprisa. Cuánto pasamos mirándonos a los ojos, juraría que fueron unos pocos segundos, el reloj dice que fueron horas. Podrían haber pasado décadas, no lo sé; no era la misma persona cuando el momento se deshizo lentamente a través de nosotros y de vuelta a la realidad.

Sentidos anulados. Solo piel y dos pares de ojos, ónice negro y marrón chocolate, admirándose.

sábado, 9 de enero de 2021

Día 10

Sigo viva, entra oxígeno en mi cuerpo, como y duermo..., aunque todavía intento no pensar demasiado.

Le he visto. Tengo que confesar que le he visto, y no he podido procesarlo todavía; por eso estoy aquí. Mi refugio.

Parece irreal. El ardor persistente en la piel, que sentía ajena; el corazón galopando a una velocidad temeraria bajo mi dermis.

Me temblaron las piernas cuando nos abrazamos y pensé que me caería, pero todo él es firmeza, seguridad, decisión. Algo hizo click en mi cabeza y las piezas encajaron. 
Lo vi todo, como si el mundo estuviera por fin en la posición correcta, después de tanto tiempo inclinado en un ángulo desconocido, poco familiar. Por primera vez en mucho, mucho tiempo, me vuelvo a sentir yo. Viva, presente, activa. Yo.

lunes, 4 de enero de 2021

Besos, y poros, y futuro.

Te quiero.
Y se me han quedado tantas cosas en el futuro..., Tantos besos, al menos, como poros hay entre ambos.

No sé qué hacer con lo que te quiero, pero supongo que lo volcaré. Pintaré una pared, haré un bizcocho y puede que siga escribiendo posts como este eternamente, para despedirme poco a poco de las cosas tiernas y sencillas que he soñado con darte. De todo lo que me hubiera gustado y no ha sido.

Y qué bien, diría Roy Galán. Porque si no ha sido, es porque otra cosa puede ser. Porque no es el final.

Alguien vendrá un día con una pieza de otro puzle (y ojalá que seas tú), y encajará, aunque (quizá) ya no sea mi paisaje.

sábado, 2 de enero de 2021

Lázaro.

 Comienza el cuarto día post-apocalipsis y no me puedo concentrar.

Se acercan mis exámenes y las páginas en blanco de trabajos por entregar me devuelven fijamente la mirada, como preguntándose por qué no arranco. Esto me apasiona. Me acuerdo de él, y sus ojos brillantes de pena, diciéndome que le encanta oírme hablar de las cosas que me gustan. Por él me esfuerzo en escribir unas cuantas líneas sin brillo y sin ganas; pero que solo sea porque el mundo no se termina aquí.

La siguiente frase, el siguiente párrafo de esta entrada viene encabezado por mil ideas que solo se pueden introducir con un "ojalá pudiera" que se queda simplemente en eso, en deseos de que las cosas sean diferentes, en parte como antes, porque era lo cómodo y lo conocido, en parte como la felicidad que estoy convencida de que me espera en alguna parte, si encuentro los ánimos de alargar las manos hacia ella.

Trago saliva y hago de tripas corazón. El mundo no se acaba aquí.

El mundo sigue.

Levántate, y camina.

viernes, 1 de enero de 2021

Hopes?

Termina el tercer día post apocalipsis.

Con un nuevo objetivo para este año y la esperanza como mensaje subliminal. Tímidamente, comienzo a imaginarnos juntos en contextos futuros: todo eso que había perdido meses atrás se esboza en los nuevos escenarios que construyo para mí.

Un espacio diminuto, pero propio. El esfuerzo sostenido de dar un paso más alla, de refinar y cauterizar el trabajo de los últimos meses.

Los nervios locos de invitarle a un café por primera vez y engalanar mis 50 metros cuadrados y mi apariencia, por ejemplo. O a cenar. O a ver una peli. Me imagino escuchándole embobada hablar con pasión de su nuevo trabajo, de sus magníficos compañeros de máster, de lo nervioso que está por los resultados del Noken. Le imagino contándome con alegría sus progresos en el gimnasio, y a mí pensando con envidia sana que quién pudiera tener tanta fuerza.

Fantasías. Fantasías plausibles, pero sueños al fin y al cabo; esta vez, ya no dependen solo de mí. Me pregunto qué me pediría él, cómo puedo yo mejorar como persona. ¿Podré? ¿Podremos?