jueves, 31 de julio de 2014

Keep trying.

A veces sueño que me abrazas mientras duermo. Me despierto, aunque no abro los ojos, y así sigues conmigo, con tu preciosidad, con tu forma de sacarme la sonrisa y los colores, con tus brazos entorno a mí, en la cálida oscuridad de la noche.

Relax.

Esa noche, cuando me voy a dormir, me siento muy bien. Después de todo un día de actividad física, montando en bici y nadando entre otras cosas; todo mi cuerpo está relajado. Probablemente mañana tendré unas agujetas impresionantes en los muslos.
Sin embargo, en este momento, nada puede ser mejor. Mi piel es suave, huele a crema y a jabón, mi cabello húmedo deja una estela frutal por donde camino, y las sábanas recién lavadas me huelen a gloria. Mi cama es firme, el colchón de Látex se adapta perfectamente a la forma de mi cuerpo, la almohada es suave, blanda y firme al mismo tiempo. Abrazan todos los puntos doloridos de mi cuerpo, los brazos tensos, la espalda erguida, las manos ásperas y doloridas a causa del manillar, los músculos de mis extremidades..., y una indefinida quemazón profunda e incómoda cuando me siento, culpa del duro sillín.
Aún me huele a cloro, a sol de atardecer, siento la bajada de la temperatura en la piel y oigo las risas de mis amigos. Me escuecen los ojos, así que los cierro; recordando las canciones extrañas de Xopre, que casi se duerme encima mía, y el vicio LoLero de Lily, y a mi Silvia, claro, a la que había echado mucho de menos en sus vacaciones.
Es solo otro de esos días perfectos.

miércoles, 30 de julio de 2014

Out of contest.

La gente siempre saca las cosas de contexto, y eso es algo que me molesta mucho.
Porque si él fuera una chica, nadie pensaría nada raro. Pero no, es un tío, y pasamos mucho tiempo juntos, y tenemos muchas cosas en común. Por eso hay química, o feeling, o estamos ligando el uno con el otro.
¿Lo he resumido bien?

martes, 29 de julio de 2014

Papá de mamá.

Tú me das asco.
Tu voz me retuerce el estómago.
Verte me provoca dolor de cabeza.
Y por primera vez en mucho tiempo, ira.
Fea, caliente, espesa.
Eres un cáncer.
Destrozas a todos los que están cerca de ti.
Has destrozado a mi familia, también.
Me destrozaste a mí, hace mucho.
Y ahora sigues en ello, apretando,
aplastando los límites de mi paciencia.
Rezo a diario por primera vez desde mi comunión;
Suplico a cualquier fuerza exterior que desaparezcas, de cualquier manera.

jueves, 24 de julio de 2014

Of us.

Algunos de los descubrimientos más importantes que hacemos sobre nosotros mismos son gracias a otras personas.
Creo que es muy bonito que alguien te conozca mejor que tú mismo, porque eso significa que eres importante.

Someday.

Si algún día escribo una autobiografía, dedicaré un capítulo entero a las relaciones familiares. Se llamará "Cabrones, negros y borrachos todos."

miércoles, 23 de julio de 2014

I dream of you, sun.

El tejido de la cortina beige se desliza entre mis dedos como si estuviera hecho de agua sólida y pesada. No es raso, ni lino, ni terciopelo, ni algodón, ni satén, ni de hilo, ni tul, ni muselina, seda, o cualquier otra tela que conozca. Más allá de la impoluta y enorme ventana de la habitación, las luces de Nueva York se reflejan sobre el cristal, más despierta y viva que durante el día. Los coches que pasan a toda velocidad con sus luces difuminadas a lo lejos me distraen, intento contarlos, pero es como diferenciar a todas las hormigas de una hilera interminable.
-Ya está, ven.-su acento musical de Canarias eriza el vello de mi nuca y me hace morderme los labios.
Me doy la vuelta. Mi esposo regresa a la kilométrica y esponjosa cama de matrimonio que ocupa prácticamente todo el extremo occidental de la suite. Su cuerpo enjuto, nervudo y moreno se hunde en el colchón de plumas, rodeado de cojines de satén y seda, de plumas de ganso, y oca, y vete tú a saber qué más pijeríos.
Delante de él, de una enorme pantalla plana con una resolución increíble, surge una musiquilla animada y los créditos iniciales de alguna de las películas de esa larga lista que tenemos por ver. Correteo hasta la cama, donde él abre los brazos y las piernas todo lo que puede, estirando las articulaciones; me hundo en el colchón a su lado, acurrucando la cabeza en su hombro y haciéndome una bolita. Descubro que él solo lleva unos pantalones de pijama de un tejido resbaloso e indudablemente caro, y yo uno de esos cortos camisones de satén y encaje que tan poco me gustan en la vida real. Así que me echo parte de la colcha por encima, y Ed me envuelve en un abrazo y comienza a acariciarme por el cuello, por la piel de los brazos, por la espalda; adormeciéndome la mente y despertándome todos los sentidos. Siento su risa retumbando bajo mi oído, pero no puedo ver la película o reírme con él, porque mi mente ya va a la deriva, embriagada con su olor a almizcle, la sensación de sus brazos entorno a mí.
La ciudad entera despierta a nuestro alrededor, justo cuando nosotros caemos en el sopor despreocupado que precede al sueño profundo, y que solo existe cuando te sientes completa, profunda e irrevocablemente feliz.

lunes, 21 de julio de 2014

Oh, love.

I don't trust you, love;
Do you wan't me?
Will you leave me?
I wonder, I wonder...

When hope begins to fade.

While I recall all the words you spoke to me, can't help but wish that I was there, back where I'd love to be.
Dear God, the only think I ask of you is to hold him when I'm not around, when I'm much too far away.
We all need that person who can be true to you, but I left him when I found him, and now I wish I'd stayed.
'Cause I'm lonely, and tired, I'm missing you again.
Once again.
Can't help but thnik of the times I've had with you..., pictures and some memories will have to help me throught.
Some search... never finding a way. Before long, they waste away...
I found you, and something told me to stay...
I gave in, to selfish ways.
And now I miss someone to hold, when hope begins to fade.



I want you to be...

Tan fijo como Anya.
Tan seguro como Johnny.
Tan enigmático como River.
Tan hermoso como su amor...,
Y que si nos perdemos,
nos podremos reencontrar en la Luna,
en el ombligo del conejito.

In a bad way.

Un pensamiento cargado de veneno atravesó mi mente. Fue como si su sabor ácido y fuerte achicharrase mi cerebro momentáneamente, dejando todo lo bueno de mi persona fustigado en un rincón. Y por un momento me sentí la misma niña furiosa de hace años, fsntaseando, imaginando su cuello grueso entre mis fuertes manos, su voz cascada de borracho suplicándome compasión, gritando de angustia. Su piel, surcada en una miríada de arrugas, se agrietaría como un cristal roto, y yo saborearía el momento de hacerle pagar por tantísimos años de dolor a mi familia.
No, viejo, a mí no se me compra con un puñado de caramelos de miel y limón.
«Ojalá muera. Y ojalá que sea en mis manos» repetí en mi mente, degustando el trasfondo amargo del pensamiento; incluso sabiendo que no será así, que morirá de viejo o de borracho tal y cono ha vivido..., dando por culo.

domingo, 20 de julio de 2014

CristinaNayabel.

...Cuando sueño con reencontrarnos y luego me despierto, y me hago una bolita. Pienso que no te veré en mucho tiempo. Y que no queda nadie que me entienda como tú. Y que te echo de menos. Y me echo a llorar, aunque no lo admitiría.
Pero no estás aquí para decirme que soy tonta y que me pueda reír, lagrimeando.
No estás aquí para que hagamos una photosession extraña(?) y editarla en ipiccy. Para picarnos al JustDance y que me ganes sin levantarte del sofá..., para ver pelis recién salidas de la piscina, comiendo helado... O cualquier otra cosa, maldita basura humana(?). Para irnos al Porzuna en bici, a ver a los buenorros de siempre hacer footing *guiño, guiño, codo, codo*. Ya no queda nadie con quien pueda reírme del mundo, bromear, cantar y que me siga el rollo bailando. Vaguear, tirarnos al césped a leer, no hacer nada sin aburrirnos jamás. Nadie a quien hacerle trenzas. Nadie que me meta mano (?)..., aunque eso no es estrictamente cierto (?????).
No queda nadie como tú. Te echo de menos, cuerpo.

Of course not.

«Oh, claro que no, ¿por qué debería ponerme nerviosa tener a uno de mis mejores amigos prácticamente desnudo y encima de mí?»

Deep inside...

En el fondo lo comprendo a la perfección. Hay cosas que no desaparen ni siquiera con el tiempo.
Como Dear God, y tú cantándome, como muchas bromas y recuerdos comunes. Como que me llamaras "canija". Como la primera vez que me dijiste que me amabas, y que aún resuena en algún lugar de mi corazón. Y todas las veces que aún sueño contigo, con esos ojos que son como el Central Park en julio, y que vengas a rescatarme, y nos riamos de "Soledad", y lloremos con todas esas cosas que no queremos recordar aunque no nos quede otra opción. Como ese acento tan hermoso, en esa voz tan " hostiaputosamente dulce". Como el combustible del Death Bat.

Es increíblemente frustrante querer a alguien que no existe. No sé si fue su propia autocompasión, el tiempo, las circunstancias o la "cara de perezoso". No me importa. La persona a la que amaba se fue, llevándose consigo lo que quiera que me hiciera especial a sus ojos...
Y sumiéndome en la más terrible oscuridad durante mucho tiempo...

Me resigno.

No me queda otra opción, supongo.
Nunca seré yo. Siempre ella, ella, ella, aunque eso signifique otras mil Petis, otras mil ITZs antes que yo.
Está bien. No pasa nada.

Me resigno.

No me queda otra opción, supongo.
Nunca seré yo. Siempre ella, ella, ella, aunque eso signifique otras mil Petis, otras mil ITZs antes que yo.
Está bien. No pasa nada.

sábado, 19 de julio de 2014

Heartache.

¿Por qué todos tienen la absurda impresión de que todo esto me duele de alguna manera?
Y si me hiciera daño de verdad, ¿qué importa? me lo he buscado yo, ¿no? puedo detenerlo por mí misma si quiero.
Es muy sencillo. No me importa con quién salga o a quién quiera, me da absolutamente igual. Es mucho más doloroso vivir sin él una sola semana que el hecho de que su novia sea otra persona. Además, ¿sería yo tan egoísta? ¿le abandonaría solo por evitarme a mí el daño? ¿sería tan falsa y rastrera como el resto del mundo? pues no, porque yo soy su amiga. Yo estoy aquí para escucharle, para aconsejarle si lo necesita, para quererlo incondicionalmente, para prestarle atención cuando los demás le ignoran. Porque si yo me voy, tengo la certeza de que se va a sentir solo.
Y sé que quizá todo esto sea el mismo sentimiento infantil que aquella vez con Dani, y probablemente soy imbécil y estoy loca y bla bla bla. Pero voy a luchar porque todo esto siga adelante.
Porque, le pese a quien le pese, estoy enamorada de él. De Eduardo Fernández, y de nadie más.

viernes, 18 de julio de 2014

Pride and Prejudice.

Es exactamente cómo estan hechas las historias de amor. No se necesitan besos, o abrazos. Hay dudas, orgullo y prejuicios. No todo el mundo puede casarse o permanecer con la persona a la que ama. No todas las parejas permanecen juntas para siempre.
Quizá "Orgullo y prejuicio" sea la película más romántica que he visto nunca. Es el ejemplo perfecto de qué significa el amor, amor en medio de la sociedad, amor en la familia, el amor de los seres queridos por otras personas. Pero la perseverancia me parece admirable, supongo que porque carezco de ella, y este filme encarna muchos de los ideales románticos en los que creo, sí, incuso doscientos años después de que se escribiese la novela en que se basa el mismo. Para mí, de hecho, es uno de esos pocos casos en que la película es casi mejor que el libro de Austen, en parte gracias a esa banda sonora que no ceso de escuchar cuando estoy un poco más melancólica de lo normal. Es emotiva, romántica, preciosa y chocante en el mejor sentido de cada adjetivo con que se quiera calificar esta obra de arte, que aún me inspira los mismos sentimientos cada vez que la veo.
Es uno de los motivos de que crea que con fidelidad, inteligencia y perseverancia absolutamente todo es posible.
Y por eso sé que algún día yo también encontraré a mi señor Darcy.

viernes, 11 de julio de 2014

Anoche cuando dormía...

Casi podía sentir cómo la tierra giraba sobre sí misma, aunque era el Sol quien parecía haber decidido refugiarse más allá del océano. Miré fijamente aquella esfera luminosa, brillantemente roja, encaminándose lentamente hacia el final del mundo. ¿Por qué no me molestaba aquel doloroso y brillante resplandor?
Entonces fui consciente de que estaba soñando, y todo mi cuerpo se tensó esperando a que ocurriera algo. No conseguía salir del trance. ¿Y si venía una pesadilla? no soportaría que estropease aquella perfecta cromatografía que se derretía en el cielo con los resíduos del calor de un atardecer estival..
Estaba recordando los hermosos separadores para libros que hacía en primaria mientras llevábamos a cabo las cromatografías típicas de la semana de la ciencia cuando vi que se me acercaba alguien por la orilla. Su figura se recortaba contra el resplandor ambarino del atardecer. Solo puse distinguir que llevaba una mano en el bolsillo de los pantalones cortos y en la otra balanceaba unos zapatos al ritmo de su larga zancada. El viento lanzaba obstinadamente su largo cabello hacia atrás, describiendo ondas. Me hizo pensar en un pequeño mar en movimiento, fluyendo por todo el cuerpo delgado de la muchacha. 
Sabía que eso era lo que había estado esperando que ocurriera en el sueño.
Y también sabía quién era ella. ¿A quién más podría haber esperado yo, donde quiera que fuese?
"Hola." Lo dijo en japonés, y aún así lo comprendí. Había agachado la cabeza, su voz sonaba aguda, temblorosa y dulce. "Te quiero." Murmuró a continuación, como si fuera lo más obvio del mundo, como si se lo hubiera callado durante un siglo, deseando liberar esas dos palabras. Sus hombros se relajaron.
Luego se dio la vuelta, y se marchó por la orilla del mar.
Me vino a la mente un fragmento de un poema de Antonio machado:
" Anoche cuando dormía, 
soñé, ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón."
Lo repetí dentro de mí, saboreando las palabras. Me pregunté si él había sentido lo mismo que yo en esos momentos cuando esas palabras surgieron en su cabeza. Si no era así, no me importaba en absoluto apropiarme del sentimiento.
Más tarde, cuando desperté, me preguntaba si no me había quedado con ganas de más. De hablar con ella, de abrazarla, de contarle a la cara muchas de las cosas que no he dicho en estos dos años. Sin embargo, ese leve contacto, la caricia de Ana en mi mente dormida, había sido suficiente.
Suficiente. Antes parecía una palabra fea, sin sentido. Pero alguien me enseñó que "suficiente" no es algo malo. Significa que no necesitas ni más ni menos para ser feliz.
Era el momento justo, la cantidad justa de todo.

miércoles, 9 de julio de 2014

But..

Esta mañana me he quedado con mamá. Era lo más lógico, para que todos purideran trabajar con tranquilidad y ella no se quedara sola.
Y se me ha hecho increíblemente largo. En diez horas me ha dado tiempo a leer más de 200 páginas de Name of the Wind, a ver a media docena de médicos, a bañarla, encremarla, a marearme de hambre, a velar unas cuatro horas de sueño, a comer, a oír incoherencias, también he visto salir el sol, me he tomado varios cafés y he batido mis récords jugando al Pou siete veces. Además, el haberme levantado a las seis de la mañana acentuaba la sensación de que en lugar de ser las doce del mediodía eran las cinco de la tarde.
Al final, cuando papá me ha dicho wue volviéramos a casa para que él se duchase y lo preparara todo para dormir allí, pensé que había amortizado bien mi tiempo y no me importaba volver. Estaba cansada y mi espalda protestaba sordamente. En realidad me he sentado más por pereza que por comodidad.
Pero me equivocaba. He odiado entrar en la casa, sentir su vacío y oír ese silencio antinatural, compuesto por la ausencia de ruido. Un silencio pesado como el plomo. ¿Qué hará mamá pars ahuyentar así a esta calma hueca y resonante?
Y ahora estoy cómodamente tirada sobre la cama de mi habitación recién remodelada. ¡Cuánto la echaba de menos! El aire acondicionado me sabe a gloria en estos mortales días de Julio.
Mis amigas me han invitado a salir, pero no me apetece abandonar mi cuarto. Creo que hoy mi corazón pesa mucho, aunque tampoco quiero deambular por la casa vacía echándola de menos. Y mucho menos dejar solito a mi hermano precioso.
Sí, la casa está demasiado vacía, y eso hace que me escuezan los ojos al pensarlo...

lunes, 7 de julio de 2014

Kvothe.

« Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que uno pasa según sus necesidades.
La primera puerta es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su doloe. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herids, suele perder el conocimiento, y si alguien recibe una noticia traumática suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor, pasando por la primera puerta.
La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiadobpeofundas para curarse, o para curarse deprisa. Muchos recuerdos son dolorosos, aunque el tiempo cura la mayoría de las heridas; el resto están escondidas bajo esa puerta.
La tercera puerta es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia, y aunque pueda parecer que eso no es beneficioso, lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.
La última es la puerta de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado. »
Eso me ha enseñado Kvothe a través de Rothfuss. A pesar de esto, de varios días durmiendo intermitentemente, de detalles borrosos como nebulosas en mi memoria..., a pesar de todo esto, a veces es muy difícil seguir adelante. Pero he llegado a la conclusión de que cada uno tiene su propia forma de evadirse de aquello que nos duele. Unos, lo valientes, afrontan los hechos y aprenden a vivir con ello. Otros lloran de noche apretando el rostro contra la almohada. Algunas personas pasan días y noches enteras entre las brumas del alcohol. He visto a quienes se encierran en sí mismos, sin otro consuelo que un par de auriculares y un reproductor de música.
Yo, cuando no quiero pensar, o dormir, o sencillamente seguir viviendo, leo. Otra realidad, otra forma de locura.
Pero todo acaba. Y, quizá algún día, los recuerdos dejen de saberme amargos.

viernes, 4 de julio de 2014

Again?

Algo pasa de nuevo con mamá. Me estoy volviendo loca.
Papá dice que se pone demasiada morfina, y claro, siendo tan pequeña y delgada..., se defiende diciendo que siempre pasa algo así cuando está triste una temporada, que cuando se despierta está alerta y bien, pero eso no es verdad. El otro día no despertaba ni golpeándole la cara, ni haciéndole cosquillas en los pies. Cuando despierta, permanece desorientada, dice cosas incoherentes. Ayer trató de convencerme de que era buena idea fumarse una pared, que estaban hechas con azulejos. Tiene lagunas, pasa días enteros dormida, está comportandose de forma extraña otra vez.
Esta noche he estado dos horas fuera, lo justo de ir al cine y volver. Mi hermano me ha dicho al volver que papá ha tenido que volver del trabajo para pincharle algo, que sigue sin despertar y que tiene mucha fiebre. La abuela también está mal con todo esto, y joder, no sé cómo mirar las cosas objetivamente.
Yo también tengo mucho miedo. Antes supongo que era el miedo irracional a lo desconocido, pero quizá ahora es peor, puede que porque he crecido, o a lo mejor porque todo esto es terriblemente familiar.
Hace mucho que nadie me abraza.

Strenght.

A veces me pregunto por qué no puedo ser tan fuerte como lo son mis hermanos mayores. O al menos mi hermano, porque sé que ella lo finge casi siempre.
Hoy es como... Como si mi cabeza estuviera llena de flashbacks.
Me he dado cuenta de que me duele mucho más el sufrimiento ajeno que el mío propio.
Esta semana es como... La marcha de Corina, la ausencia de Naya, el extraño comportamiento de  mamá, las excusas y autoengaños de papá, la tensión con la Nana, la tristeza de la Abuela, el abatimiento de Ana, el cansancio de Eddie.
Hoy no puedo lidiar con esto.

miércoles, 2 de julio de 2014

Regret

Everything I made brought me there, and I shouldn't feel regret, because of all good things I've met.
No, I shouldnt, but sometimes I do.