sábado, 30 de marzo de 2013

Deep inside.

En el fondo y en la superficie, consciente o dormida, en clase o en casa: Te quiero.
Te quiero frío o animado, cariñoso o distante, bromista o serio. Te quiero cuando sonríes y cuando estás triste. Te quiero, aunque a veces te olvides de mí.
Y, por Dios, necesito que alguien me abrace sin preguntar, que bailemos juntos, que paseemos. Necesito que soñemos con qué haremos mañana.
Te necesito. A ti, a tus besitos, a tus mimos, a tus abrazos, a tus ojos, a tus sonrisas. Te necesito para ser feliz.
Mi Eddie, Ed, Edu; mi babo, mi niño, mi oppa. No gattun saram ddo obso.

I don't care.

Quiero que las decisiones que tome, sean mías. Si estoy con él, que sea porque a mí me apetece. Si le mando a freír espárragos, que sea porque no le necesito ni le quiero a mi lado. Pero lo que piense nadie debe dejar de importarme, porque ya he experimentado esto antes.
La decisión de echarle de mi vida fue dura, y no fue mía. Lo hice porque me metieron en la cabeza que era un segundo plato, que me tenía que sentir utilizada, pero no era así. Ha pasado más de un año, y aunque ya no tuviera que comerme la cabeza cada vez que me decía algo, o leía algo, le echaba de menos cada día.
¿Nadie puede ponerse en mi lugar?
En fin. No voy a dar explicaciones de por qué lo he hecho. Yo quería y punto final. He valorado lo que sabía y lo que sentía; también sé que no hay opciones de que nada sea como antes. No voy a volver a echarle de mi vida, quien lo acepte bien, y quien no, pues que haga lo que quiera. Que se enfade. Que deje de hablarme. O que me apoye. A mí no me importa.
Lo hablé con mis chicas, y ellas lo han aceptado. Estarán ahí para escucharme y aconsejarme, me preguntarán por cómo nos va.
Ahora sólo queda mi familia. Y si van a dejar de quererme por esto, en fin, yo no me lo esperaba.
Reitero, no voy a dar cuenta de mis actos a nadie. No voy a quejarme a nadie que no quiera saber nada del tema. Y quien quiera escuchar mi opinión y mi razonamiento, que me lo diga, que yo no me voy a molestar.
Solo digo que no voy a defender nunca más mi amor contra viento y marea. Ahora solo voy a ser su amiga, porque sé que no va a existir nunca nada más.
Porque, independientemente de lo que yo sienta, las cosas están muy bien así.

domingo, 24 de marzo de 2013

lunes, 18 de marzo de 2013

Qiannie.

Ser Qian no me ha cambiado como yo quería.
Los sentimientos se enfrentan, chocan, despiden chispas y crujen, amenazando con romperme en mil pedazos.
Echo de menos a Bommie. No es el momento, lo sé. Nunca me había dado cuenta de hasta qué punto estamos diferenciadas. Dentro de mí, ella llora por SungMin, llora por Hyde, llora desconsoladamente por Hayley.
Pero un trozo de mi bias, de mi primera yo, vive en Qian. Vigila de cerca a sus amigos, sufre al ver cómo echan de menos a la persona feliz e ilusionada que fue una vez. Volver a hablar y a bromear con Hayley es lo mejor. Vigilar a Wookie no es tan doloroso como suponía, o al menos no tiene que vérselas con Minnnie.

Y sin embargo, aunque Qian es un sitio cómodo, no puedo estar del todo a gusto. No puedo dejar de echar de menos a Gyu Hyun, el único que ha permanecido relativamente ahí. Extraño a mi jefa. Y la situación con GD....
¿Quién soy? ¿qué puedo hacer? Comienzo a no tener ganas de ser Bommie nunca más, a temer el dolor. Nunca lo habría esperado de una Idol a la que amo con todo mi corazón.
A veces me pregunto...¿En qué estoy metida?






Lies void.

A veces me arrepiento. Me asusto, me enfado conmigo misma; pero cuanto más te miro, más me vuelto a enamorar. Me siento en tus rodillas, y apoyas las manos justo por debajo de mi barbilla, con el mando de la play. Hay otro para mí, está muy gastado ya, mis dedos han desdibujado el código de barras, las huellas dactilares son indelebles ya. Tu risa sacude mi cuerpo entero. Tu respiración mueve mi pelo.
Y no lo resisto, te miro por encima del hombro, noto que estás nervioso. Me giro, tumbada sobre tu cuerpo, buscando tus labios. Me gusta que no te resistas.
Pero en cada gesto, en cada sonrisa, en cada caricia..., un trozo de mí echa de menos otros brazos, otra voz, otros ojos.

domingo, 10 de marzo de 2013

Melancholy.

Nostalgia de un día de aquellos. De ver el amanecer reflejado en la playa. De coger coquinas con mi padre. De ir a pescar. Nostalgia de desayunar tranquilamente, ponerme el bikini y bajar al bullicio de un medio día veraniego en la playa. Un bañito en la piscina. Chiringuito y almuerzo.
Entonces todos se quedan dormidos, como viene siendo desde hace doce años. Papá se va a la incómoda cama de matrimonio de la habitación que comparte con mi madre. Mi hermano se va a su litera a escuchar música o a jugar a la psp. Mi hermana prepara el salón para mi abuela, mi madre, y para mí. Y mientras ellas dormitan, mi hermana y yo nos reímos amortiguadamente, viendo esas telenovelas tan malas de Antena 3 al medio día, yo degustando un gran tajo de melón bien frío. Y hacia las seis, las chicas de la casa ya están despiertas, y todas merendamos viendo el final de la serie televisiva, ellas lamentando haberse dormido, pero, ¿qué más da? Todos odiamos los horarios en vacaciones.
Y si a mi abuela no le apetece dar un paseo hasta el espigón, yo me pongo en pie antes de tiempo. Me desperezo y voy al dormitorio a por mi mochila. Dentro de ella introduzco solo una toalla, mi reproductor de música, mi libro y unas llaves. Entonces, sin chanclas siquiera, bajo a la playa.
El calor se ha ido ya, pero el sol sigue bien alto. Aún hay gente, y a mí eso me desagrada, porque es sinónimo de jaleo. Así que me pongo musiquita y paseo por la orilla, con la mochila a la espalda. Voy mirándome los pies, es divertido el diseño de la arena fina y clara sobre mis empeines, deslizándose a capricho de esas aguas que luchan por alcanzarme, lamerme los tobillos, hacer tintinear mi tobillera de plata.
Disfruto con las vistas. Las familias merendando frente al mar, niños dibujando en la arena, personas jugando magistralmente a las palas. Y, más adelante, practicantes de Kite Surf si hace viento. Después, la nada, piedras y arena. Me quito los auriculares, nada merecería que me perdiera esto.
Es mi regalo para mis sentidos. Es agradable sentir las distensiones y contracciones de los músculos, y mi frente ligeramente perlada en sudor. Me siento en la toalla y estiro las piernas. Mis ojos se deleitan de los dos atardeceres, del mar rojizo y sosegado. De las nubes teñidas de rosa y ámbar, de la perfecta cromatografía del cielo.
Mis oídos perciben el quedo rugido del viento y el suave murmullo de las olas contra las piedras, a mi derecha. Y nada más, nadie para molestarme, nadie para llamarme, nadie que me hable. Ni siquiera la música es comparable a este momento tan hermoso.
Huele a salitre y a polvo. Huele a playa, a algas, a sol. Mi piel lo agradece, ese ardor sordo. Se ve saludable, suave, ligeramente tostada, lejos de su habitual y mortecina lividez translúcida. El viento se pelea por llevarse mi pelo, disfruto del cosquilleo en mis hombros, mi cuello, mis brazos, mi espalda. Está áspero de sal y cloro, de arena y sudor, pero también se ve más rubio y sano que nunca.
Estos ojos acaramelados se han olvidado ya del libro, perdidos en la belleza de los dos soles que se encuentran y se fusionan en el horizonte. Entonces me levando del sitio, con un suspiro y una sonrisa melancólica y satisfecha, y me alejo, pero solo para volverlo a repetir por la mañana.

viernes, 1 de marzo de 2013

Them.

Yo no soy así, no puedo calmarme en absoluto...
Perdí el control de lo que ahora no puedo detener...
La conversación es tan simple, ¿Por qué mis latidos son tan rápidos?
¿Por qué me pierdo en el mar de tu mirada...? [Yinwèi wo mìshi zai ni yanshén dì hai? KyuHyun~]
He roto mi fría máscara por ti; mis expresiones ahora revelan la forma en que te adoro...
Aún después de hacerme daño, no puedo arrepentirme de esta dependencia que tengo por ti 
Pensé que me encontrarías de nuevo, pero has fallado una vez más. 
Estás destrozándome, ¿huh?
¿Cuántas veces he recorrido todo el camino y he regresado?
Este amor está destrozándome.
[Kyuhyun]
He roto la armadura de mi corazón, por ti.
Solo quedan confesiones descubiertas y un amor sin proteger.
[El resto]
Retrocede, vuelta atrás, hasta romperte.
Me derrito hasta hacerme cenizas, y me rompo.
Tu amor me rompe completamente...