miércoles, 28 de julio de 2021

Good shocks and liberations.

     It is always a shock when you shift sexual partners, but I had completely forgotten that up until the point of taking off my clothes. I was very used to someone warm, gentle, silent and somehow boring...; I knew and kept reminding myself that it wouldn't feel the same because they were completely different people, but that wouldn't mean I was not gonna enjoy myself.

I was also aware of the fact that, contrary to my previous experience, my new sexual companion had his own way of doing things because he actually happened to have a history prior to me. He had to learn my do's and don'ts the same way I had to. I already notized his roaring and I expected him to be more expressive and noisy in general but... It was a shock to me when he talked.

At first it kinda made me laugh. I immediately thought of Miranda in some chapter of Sex & the City's season two, when she was screwing that very talkative guy and felt unable to connect; I never really portrayed myself in such situation. But, the same way it happened to her, it was so liberating when I stopped being embarrased and opened my heart, soul and mouth to it! 

That way I learnt it's definitely good to shake things up a little. Shock the system and get rid of all strings attached

martes, 27 de julio de 2021

Pride & Prejudice

     "It is a truth universally aknowledged that a single man in possesion of good fortune must be in want of a wife" is the opening sentence of one of my favourite books ever - with I've read and re-read several times via ebook and happen to NOT own a copy of, FYI.

Pride and prejudice was introduced in my life by my sister, who was fond of the 2006 adaptation. Ever since that moment I fell for the movie myself up to the point of memorizing its dialogues in two different languages. I found out little after about the mini series of the nineties and enjoyed it mostly because of Mr. Darcy, I must admit; but nothing every overshadowed my absolute passion for the book.

However, it is also a truth universally aknowledged that it is quite a dense reading, one of those books which happen to require a lot of time and tranquility to take pleasure in them. That's the main reason I keep rewatching the movie all the time - until now.

The last splendid and wonderful evening I shared with my ex partner revolved around it. He invited me over, covered me with a blanket, prepared tea and fruit for me to snack and hug me while binging on P&P's 2006 adaptation. He wasn't particularly interested, but he didn't complain even once and tried to engage with it. It sort of became out thing.

And up to this day I still haven't been able to rewatch the full thing.

Time to change that fact.

domingo, 25 de julio de 2021

29 de noviembre de 2020.

     Eché una rápida ojeada a la carta; innecesaria, todo sea dicho, pues me sabía de memoria una buena parte de su contenido.

- Tomaré..., hmmm..., media tostada integral con tomate triturado y pavo, y el rooibos con cáscara de naranja. Por favor.

- Perfecto. ¿Le pongo aceite con la tostada?

- No, gracias, solo tomate.

La camarera se alejó con una sonrisa amable, la coleta rubia bamboleándose de un lado al otro contra el azul profundo de su uniforme. Pronto se perdió entre el mar de plantas y flores que decoraban el interior de una de mis cafeterías favoritas, y yo devolví mi atención hacia Nuria, aunque a regañadientes, porque reconozco en su rostro cuándo me va a plantear algo difícil, doloroso.

- A lo que íbamos... -. No, el tacto nunca ha sido lo suyo. Suspiré.- Entonces, has decidido irte a vivir con Ale, ¿no? ¿y Diego, qué?

- Yo..., no lo sé. Y no es que haya decidido nada, solo quiero ver a dónde llega. Es complicado... -. Hice una pausa y traté de mantener la expresión impertérrita cuando la camarera se acercó discretamente a dejar nuestras bebidas sobre la mesa.- … porque sé que deberíamos enfriar lo que sentimos, pero no me sale. Intento contenerme y al final siempre se me va de las manos.

Rodeé la porcelana caliente con las manos, rígidas de frío. El vapor, que arrastraba consigo un atractivo aroma cítrico, se enroscaba en sugerentes volutas cálidas hacia mi rostro congestionado.

- Eres consciente de la situación, ¿no? - inquirió ella, llevándose la taza a los labios con aire reflexivo. - No te debe nada. El otro día te decía que no estaba soltero, porque sentía claramente que tenéis algo, pero sea lo que sea no está cerrado porque tú estás en otra relación. Y te planteas irte a vivir con tu novio solo por ver "a dónde llega". No sé, tal y como yo lo veo, no sería nada descabellado que se cansara o estuviera viendo a otras mientras espera a que te decidas.

Al principio ni siquiera me molesté en intentar comprender lo que me decía, debo admitirlo. Solo la miré con creciente alarma y angustia, pero Nuria hizo caso omiso de mi gesto. No había pensado en esa posibilidad, lo admito, y la idea de perderle me apuñaló el cerebro como una daga fría.

- Al fin y al cabo, no te conoce mucho. A sus ojos, podrías cambiar de opinión de un día para otro y ya te ha dejado claro que está harto de que lo mareen, es normal que no quiera cerrarse puertas -. Tras decir aquello, su expresión se dulcificó y yo me preparé para el golpe. - Estoy segura de que, igual que te pasa a ti, a él no le falta cola. 

Mareé el té dentro de la rejilla mientras intentaba contener las lágrimas que tan rápido afloraban aquellos días. Era ingenuo por mi parte, pero estaba acostumbrada a tratar con alguien que no tenía pasado romántico o sexual y a quien le veía el mismo escaso futuro amoroso, de forma que no me había parado a considerar la competencia. Traté de imaginar a Diego besando, abrazando, creando su magia para otra mujer y..., no pude. Algo agudo y caliente me atravesó la boca del estómago y el aire abandonó mi cuerpo. Se me escapó un quejido y pude ver que Nuria había estado esperando esa reacción por mi parte. Parecía satisfecha, como un gato a punto de atrapar a un ratón, de que al fin me estuviera sincerando conmigo misma.

El desayuno se me enfriaba, ignorado sobre la mesita redonda, mientras yo recordaba el día anterior, hablando con Ale en el salón del apartamento de mi hermana. Había llorado muchísimo menos de lo que me esperaba y, aunque brevemente estuve orgullosa de enfrentar la situación con calma y frialdad, la realidad es que cuando su nombre salió a la palestra, yo había roto a llorar con verdadero dolor. Ale me acariciaba la espalda desde una distancia prudencial mientras yo me abrazaba a mi gato y sufría por el fin de una relación que apenas nacía. Tengo que romper con Diego, repetía, intentando creérmelo.

Por supuesto, como todos sabemos ya, eso nunca ocurrió.

Everything.

    Si bien algunas veces he admirado, con escasa sutileza, la gracilidad de sus movimientos, aquella tarde fue más humano que nunca. Como un sátiro mortal, hollando la suave arena fresca con su caminar, despeinado por el viento y por mis manos inquietas pero, a pesar de todo, resplandeciendo con luz propia bajo el halo rojizo del atardecer como la criatura sobrenaturalmente hermosa que es.

No se trata de borrar ni de reemplazar momentos, iba diciendo, su voz arrastrada por el viento del ocaso, sino de construir nuevos recuerdos con sus propias emociones. Así, a pesar de que compartan rasgos con otros eventos anteriores, seguirán siendo únicos e independientes. Y yo le miraba embobada por el halo de misteriosa sapiencia que acompaña a las personas que hablan desde la experiencia; sin saberlo, o quizá intuyéndolo un poco, había dado nuevamente con la clave, y es que yo no solamente sufría ante la posibilidad de estar reescribiendo capítulos importantes de mi vida, sino por la noción de que él pudiera haber reutilizado sus planes con ella..., para mí. Me dolía ser un reemplazo cuando no entendía que no había nada que reemplazar, porque me habían hecho sentir como un parche vital.

Al decir aquellas palabras, él me liberó de la carga autoimpuesta de ser la eterna segundona, de estar celosa de la sombra de un recuerdo; de un amor que él describiría una vez como arrollador y que hace tres noches dirigió hacia mí. Y yo vi desfilar en un destello una miríada de flashes de su sonrisa, del primer beso, del paisaje de la sierra de Aracena coronando la habitación mientras hacíamos el amor, de la primera vez que entramos en casa, de su abrazo para dormir, de una mirada nerviosa que gritaba "por favor, acéptame, no me rechaces" cuando deslizó ante mí el conjunto de promesa, la ilusión de un niño un poco avergonzado en una tienda de Lego, sosteniendo un jefe y una calabaza en bañador. Imágenes que hablan de intimidad, de equipo, familia y amor.

Pensé vagamente en recuerdos felices de otra vida, de forma activa. Un chaparrón helado sobre el London Eye, un blues bailado silencisamente en el jardín de un hotel con vistas al océano, un pequeño donuts de peluche, una lluvia de estrellas y una última tarde con mandarinas y té verde, viendo Orgullo y Prejuicio después de hacer el amor. Intenté evocar alguna emoción, pero no me vino nada a la mente o al corazón; supe entonces que aquello era un antes. Un "antes de todo", donde ahora es Todo y es nuestro. Él es mi Todo. Mi vida. Mi amor

miércoles, 21 de julio de 2021

Victoria.

     My sight had the bloom of dreams, but I was okay with it because I knew deep down it would be a dream I'd hold close to my heart for a long, long time.

However, I now wish I could remember all de details of my baby's tiny head lying softy against my shoulder, all warmth and smooth wrinkled skin. I remember some black hair upon her crown. I know I was afraid of holding her too strong, but I wanted all my love to reach her. I felt like I had waited so long to tell her how mmuch we loved her.

Mom and dad had just left at twilight for mom to get some rest, but my dad was adorable. He looked like he could have hold my daughter all day long...; They were the only ones capable of calming me down when the contractions' pain started off, of course, and they didn't leave for a minute of the last too many hours. My husband - mental chuckle -, oh, he looked like he was really panicking, but he played strong for me. My biggest support. Now he watches us closely, ocassionally reaching out to her with the gentle caress of a fingertip, his eyes constantly watering.

"Victoria" were his first words ever since she came, crying, into the world.

Victoria.

Awestruck.

     I used to think in absolute terms: in life, men were either Rafs or Michaels. Putting these words to paper makes me realize how absurd this is, as if human beings could only have two sets of personality traits. Handsome, passionate, impulsive brunettes or cute, understanding and empathetic blondies. I tried to catalogue my ex partner and my current husband into these classifications as well, but I notized that was rather hard...

Because the reason I fell in love with him in the first place is that he doesn't stop surprising me.

He is handsome and cute at the same time, but also understanding and easy going. He knows me to the core. He listens and engages in everything I like, but he is also positive, hard-working and enthusiast. He is intense and swings between emotions in an astonishing way to me, he has a good humour sense, he displays love and tender along with passion and desire in a very unique way.

I often find myself awestruck, hypnotized by the graceful, elegant movement of his hands, which may look rough until they make you fell something very warm and tingling with a gentle caress. Even earlier today, I was drooling all the way over the car while seeing him smile with his beautiful, shiny eyes, wondering how could it take me so long to notize his beauty. And then he asks me continuously if I'm happy, if I'm okay, if everything's up to my taste and liking... as if I could not feel this full, this alive, this in love. As if I could get him out of my head, slow down my pulse or stop thinking how lucky I am to be the one he picked out, to be the only one sharing this kind of love with him, right now. Only me.

martes, 20 de julio de 2021

Where you go I follow, no matter how far.

Gracias por la primera llamada, por las noches desvelados.
Gracias, gracias por no dejar que lo nuestro se terminara cuando dudé; por seguir al pie del cañón con tu poesía cuando te dije que enfriásemos nuestro fuego, creyendo en nosotros.
Gracias por las interminables madrugadas, por secarme las lágrimas desde lejos.
Por venir a buscarme aquel día, después de navidad, para darme el mejor beso que me hayan regalado.
Y las visitas sorpresa, los planes improvisados, los cristales empañados de Minerva.
Gracias por tu confianza y tu amor, por los mimos, los abrazos que reblandecen los huesos y calientan el alma.
Y por construir un hogar conmigo, una familias...; por convertirme en un bollito de canela entre las mantas, por hacerme el amor cada día con las mismas ganas, por las cenas en la terraza. Gracias por ser bueno, amable, dulce, apasionado, divertido, tierno, agradecido, considerado, inteligente, estimulante, culto, empático, mi mayor apoyo, el amor de mi vida. Me vuelves loca, me revuelves el cuerpo y el alma, me llenas, me apaciguas, me despiertas, y todo a la vez.

Gracias por ser la persona que me merecía.

Te prometo que no me marcharé jamás.

domingo, 18 de julio de 2021

On fait l'amour en même temp qu'on nique.

 Y después de volver a una infancia remota y semi olvidada de butacas, familia, bártulos y protector solar, después del aftersun, de la conocida incomodidad tras un paseo en bici, de un iglú de arena cubierto de conchas y del reconfortante olor a salitre por entre las sonrisas de nuestras familias, llegó la calma. En el bochornoso calor de una madrugada de julio, tras corrernos a trompicones contra el colchón, hacíamos el amor en forma de un abrazo lánguido, de piel que se busca, se acaricia y se besa allí donde alcanza la boca. Medio dormidos, satisfechos y borrachos de amor. 

miércoles, 14 de julio de 2021

Forgive and forget,

 There's no turning point. Perhaps it's time to shut things down forever and forget it even happened.

Calendario de eventos astronómicos.

    El doce de agosto son las Perseidas. El tiempo vuela. Un año ya.

Un momento estelar, si se me permite el juego de palabras. Probablemente, la noche más bonita de nuestras vidas cuando "nuestras" era un pronombre válido. 

Ahora me pregunto qué estaré haciendo esa noche, este año. Parece un sinsentido hacer otra cosa que no sea ver la lluvia de estrellas, pero no será lo mismo en esta ocasión. No hay nada que pueda hacer, salvo empeñarme con mi ciega cabezonería en proteger el recuerdo como protejo Londres, MI camiseta morada de "gymnkareli" o las castañas asadas. Solo son cosas a las que aferrarme, las que hacían que mereciera la pena el esfuerzo.


martes, 13 de julio de 2021

Body negativity wash incoming

     For me, one of the most scary things of going through therapy in the first place was the thought of gaining weight. Some would (and did) say that it wasn't a necessary consequence of the recovery process, but I was fully aware that my current weight at the time was only sustainable on extreme restriction, constant hunger and five to six very painful sessions of exercise (of 1-1.5 hours) a week. Therefore, it seemed only logic for me to regain weight while eating more and more frequently and seeing my workouts restricted.

Don't get me wrong - I felt definitely relieved, specially when my hunger started to plateau into more natural-ish patterns. It's hard to be constantly restricting. I've also been feeling stronger, and I'm not just talking about the gym, but daily stuff like carrying a bag full of groceries, getting up the stairs or simply waking up. My very constant headaches have also experienced an overall improvement both regarding frequency and intensity and I don't get muscular pain so often anymore either. You shall think then progress ain't just mental, but also physical, and you would not be wrong.

Except... for body image. Yes folks, that's the most difficult thing for me to handle, always been, always will be.

My body has been many sizes and shapes ever since high school, but I had never felt more down than summer of 2018. At that point I couldn't even have pictures taking or see my reflection on a mirror, I hated going to the beach or pool and I was definitely afraid of sex, but at least my partner's physique was worse than mine and it served me as a very poor consolation.

It got much better when I lost the weight and I've had ups and downs but been stable for a long while. I even got bigger due to some muscle gain while living alone with my brother and I was surprisingly at leace with it - I ate whatever and whenever (within healthy perceived limits) in order to fuel my body as I trained hard and consistently 3-5 times a week, with long runs intertwined. Then I lost a bunch of kilograms due to a bump on the road and stopped weight training because I was barely able to hold my own body together - and I've sadly never felt physically more attractive. I was GLOWING, not a single roll over my very slim fitted clothes (no chest tho, but that's easily emulated so nvm), ribs showing, collar bones on point and even a timid thigh gap.


That all went to shit during this 'recovery', of course. I miss my sad, skinny body, even though I'm aware it's not a healthy feeling. Rolls and cellulite are back and this is the ugliest I've felt in three years, as I hadn't regained this much weight before. I'm so scared of trying clothes on or weighting in. I'm so scared of food all the time. 

But well... I guess I live for the good days.

domingo, 11 de julio de 2021

The magic touch.

     Dije de aquel día que la tensión colmaba el ambiente como una corriente eléctrica entre nosotros y que no podíamos dejar de mirarnos, pero son muchas más las cosas que atesoro del día más mágico de mi vida. 

Recuerdo la vibración de sus cuerdas vocales reverberando por todo mi cuerpo mientras gruñía contra mi boca, los cristales del coche, empañados.

Recuerdo su mano acariciando mi pubis por encima de las tupidas medias y la ropa interior. Deseé más, deseé sus dedos serpenteando entre la humedad que la ropa a duras penas podía esconder y clavé mis uñas clavadas en su hombro izquierdo, el rojo brillando contra la tela negra de su camisa.

Olí mi perfume en su piel y en su ropa y me gustó esa pequeña marca de posesión, como ahora me gusta verle llevar una gomilla mía en la muñeca. Después de aquello yo también llevé su impronta.

Le despeiné ese tupé tan bien definido porque llevaba toda la noche queriendo hundir los dedos entre su cabello. En ese momento me enamoré aún más de esa sonrisa que le arruga las comisuras de los ojos, como si coronase los pómulos de felicidad; pero también me partió el corazón ver el temor en sus ojos cuando me bajé de su coche. Supe que se preguntaba qué iba a ser de nosotros a partir de ese momento, que a pesar de sus mejores instintos se preguntaba si había sido suficiente para cambiar el curso de la historia. Yo ya había tomado mi decisión, pero eso él no podía saberlo todavía.

Ojalá pudiera haberle dicho que era cuestión de tres días y que antes de que llegara la primavera estaríamos compartiendo colchón y no tendríamos que volver a separarnos nunca más, solo por verle sonreír sin preocupación una vez más antes de entrar en la casa de mis padres. Pero no pasa nada: era cuestión de tiempo.

Cartas a mis... ¿ex?

 D:

    Lo irónico de todo el asunto es que ni siquiera sé si puedo llamarte ex, ya que nunca quisiste definir las cosas; y, cuando lo hiciste, dejaste claro que yo no era la mujer "principal" en tu vida. Sin embargo, y a pesar de años de paz desde que decidí cerrarte las puertas de mi vida, no puedo negar que tu influencia fue determinante en mi desarrollo personal.

Supongo que el problema principal radica en que éramos muy jóvenes..., o, más bien, yo lo era. Romanticona y fantasiosa, caí en el cliché del chico misterioso e inaccesible que solo sabe ser vulnerable burlándose de sí mismo, sin abrirse del todo a nada, de modo que el complejo de salvadora entró en acción y nunca fui capaz de decirte que muchas de las cosas que te pasaban (y, estoy segura, siguen pasándote) te las busca(ba)s tú solito. Sarna con gusto no pica, amigo.

Así que después de tragar paletada tras paletada de mierda, de aguantar tus idas y venidas, de te quiero pero no, ni conmigo ni sin mí, aparece Patri en escena. Hoy puedo entender por qué proyecté en ella todo lo malo que había entre nosotros: los celos y la inseguridad hicieron mella en mí mientras ambos admirábamos consternados esos bucles castaños y sus grandes ojos color avellana. Más ironías del destino: hoy somos buenas amigas y ella está bien desde que se liberó de tus opresivas ataduras, de tus chantajes y tus amenazas.

Realmente hace tiempo que estoy en paz con lo que hiciste: desde las inseguridades hasta las ataduras, pasando por tus frecuentes y violentas rabietas, tus castigos de silencio y también de tipos más tangibles. Casi todas las heridas, tanto las físicas como las emocionales, han sanado; lo único que te dejaste detrás cuando recogiste tu victimismo crónico y te marchaste a "buscar fortuna" al otro lado del continente fue un breve recelo hacia el compromiso romántico que, a día de hoy, también ha cicatrizado, y el asqueroso y omnipresente miedo de ser reemplazable. Es lo que hacen las infidelidades: una se pregunta qué ha hecho mal, qué ha faltado, para ser la segundona en el banquillo cuando la morena de los ojos pardos te paraba los pies.

Fuiste manipulador, cruel y mezquino, no puedo decir ni que te eche de menos ni que te desee buena fortuna en tus pesquisas. Solo espero que hayas aprendido algo y no hagas daño a nadie más 

Is this... progress?

    Two months went by really fast and now I find myself kinda trying to evaluate what I've learnt so far about therapy and my own self.
To be honest, I didn't quite believe in the process when it all began. I knew I needed help and I was aware of the fact that I needed therapy to clear my feelings and thoughts up; however, I did not fully understood how talking things out would 'cure' me.

Only... it sort of is.

I don't want to imply by any means that I'm ok, but I'm getting invested. I'm embracing things and reliying on someone else's criteria, which is definitely the hardest part (and I'm not only referring to my therapist).
I've leart to identify my triggers and all those things within my environment that feel unhealthy, even if it's my family. On this matter, I got tools to try not to feel so guilty when I put myself and my stability first; in a (sometimes futile) attempt to avoid some of the intrusive, negative thoughts (aka cognitive distortion) that enable me to function normally.

I swifted the focus towards adding up, not restricting. Whilst trying to figure out what's the foundation of a healthy balance, I got switched up to a self-care mode whose main key is to seek for health in all its formats: nourishment, hidration, sleep&rest, exercise&movement, enjoyment and basically gettin in touch with my emotions, aknowledge and forgive my faults and (hopefully) find peace.

Right now there're a lot of stuff going on that make me feel like a yo-yo. Sometimes I'm really anxious, which makes me wanna eat anything at reach, causing guilt and a cicle of restriction. Sometimes I'm too sad to function, even regarding basic needs, and I become unable to eat, sleep or shower; which also makes me feel uneasy and guilty. Some other days I'm so full it even hurts but I still want to keep on binging, and that is a tendency of myself I was completely unaware of. I started to identify patterns, meaning I may also get the cues to prevent the mood swings and face the consequences in a more healthy way; we'll see how this goes.

I haven't felt this stable in a really long time. This feels good!

Dude, if this ain't progress I don't know what is.

martes, 6 de julio de 2021

Some ghosts and stuff.

     Dicen a menudo (en el cine, en los libros) que no sabes que estás viviendo tus mejores días hasta que han pasado. Que siempre buscas algo más, algo mejor, escrutando el mañana con avidez.

No es el caso conmigo. Hace unos ocho meses que soy consciente de estar viviendo mis mejores días, incluso en los bajones, incluso en el peor junio de la historia, y todavía cuando engañé a mi novio y le dejé. 

Mis mejores días comenzaron con una llamada en medio de la madrugada de un viernes insomne, continuaron con el primer ramo de lirios, con un beso en la Alameda y una escapada candente para "disfrutar" de la ciudad desde la noria del Muelle de las Delicias. Mis mejores días están adornados con una visita sorpresa cuando salía a correr, un beso clandestino robado a las restricciones de movilidad, un fin de semana en las montañas, una caricia cuidadosa y medida bajo la ropa interior que me hiciera perder la cabeza en cuestión de segundos. Un apartamento con mucha luz y una bandeja con el desayuno sobre las sábanas desordenadas; una bolita pequeña, peluda y juguetona enroscada en su cuello. Cada abrazo por sorpresa, un ¡ajarl! satisfecho y muchos pasos de apoyo (espero que mutuo)

Estos son mis mejores días. Sé que a veces no lo parece, pero me haces la persona más feliz del mundo

lunes, 5 de julio de 2021

Cartas a mis ex..., o solo a los que dolieron. Primera parte.

Ale:


    Sabes que soy de empezar por lo más difícil, lo más intenso, o quizá no lo sepas porque en realidad me conocías poco. Esta es la carta más complicada del ejercicio por varias razones: eres el más reciente, eres mi primer amor y eres el único que posiblemente lea su propia misiva. Quizá, no lo sé.

Si hubiera hecho esto hace siete meses, cuando rompimos, seguramente me habría disculpado por cómo acabaron las cosas, pero hoy me he prometido a mí misma no caer en eso; creo que ya he perdido demasiado perdón. Digamos que me refugié en la idea de que merecías alguien que supiera quererte bien, que tuviera suficiente con tu inocente dulzura, porque yo no estaba a la altura. Pero una de tus frases abrió la caja de Pandora de muchos sentimientos de inseguridad de los que fuiste acicate.

Sé que no terminé las cosas de la mejor manera, pero, aún así, no me merecía que me atacaras. No merecía que me hicieras daño, que mordieras con indirectas, que pusieras a personas tan importantes para mí en mi contra; y ahora mismo no merezco las expectativas frustradas de echarte de menos, del pacto que hicimos de mantener las cosas sanas y cercanas. Esto no es amistad, ¡apenas llega a cordialidad! y me siento idiota por esperar nada de ti e indignarme ante las semanas de silencio y ante celos absurdos que no tienen ni pies ni cabeza. No merezco que me restriegues que intentas buscar a otra mujer con la que compartir cama; y no tenías derecho a decirme que soy buena persona <<en el fondo>> o que no tengo amigos porque no me esfuerzo lo suficiente. Me hacías sentir insuficiente, mezquina, aislada e incapaz de establecer conexiones reales y "loca" por no saber comer sin llorar o superar la ansiedad de socializar.

Quise que nos quedáramos con lo bueno, de verdad. Con las Perseidas en la playa, con Londres, eternamente nuestro, con los momentos románticos, con las sorpresas. Lo intenté, lo juro; pero ahora empieza a aflorar la conciencia de que no era oro todo lo que relucía. Siento que hay muchísimas ideas y palabras enredadas en mis dientes, quemando contra mi lengua, y no puedo siquiera ponerlo en pie. Me quedo con imágenes mentales que tenía totalmente bloqueadas de cómo, a veces, hacías lo que querías con mi cuerpo pese a mi rechazo, mis lágrimas o mi pánico.

Hace cinco años te dije que la rabia y el desdén que expresabas hacia Julia hablaban de que no habías superado su rechazo. Es evidente que yo tampoco te supero, y eso es lo que más me duele.

Standing still

     Su mano aferrándose a mi muñeca. << No te vayas, no me dejes>> jadea, sin aire, los ojos hinchados de llorar, el rostro enrojecido y el dolor escrito en las facciones. << No dejes de quererme>>

Claro que no me voy, pequeña.

jueves, 1 de julio de 2021

Five days.

    Es duro levantarse. Hacía mucho que no me sentía así. Creo que ni siquiera en enero era tan aplastante la pena. Física. Masticable. Pesada en el sentido más literal de la palabra.

Es peor comer. Es duro ver que otros se esfuerzan porque yo mejore pero no consigo estar a la altura porque cuando empecé quería estar sana y bien para vivir muchos años y bla bla bla, pero ya no parece tan importante. Es duro mantener los hábitos saludables cuando te importas una mierda. Dormir es solo una vía de escape.

Es difícil contener las lágrimas cuando tengo un nudo permanente en el pecho que no tiene motivo ni razón de ser pero que tampoco se destensa. A él le da igual si yo comprendo o no por qué quiero llorar todo el tiempo, él se limita a comprimirme los pulmones y a hacerse un huequito entre mis omnipresentes pesadillas.

Es irónico tratar de asimilar que el ritmo de este azote redobla su malestar justo cuando parecía imposible. Hace una semana estaba hecha una pena porque mis rollos fofos se desbordaban por todas partes en su amplia y repugnante plenitud, campando a sus anchas por lo que antes era fibra, piel y hueso. Hace una semana las cosas parecían difíciles, pero no imposibles; hace cinco días, la vida dio un nuevo vuelco. ¡Solo es un trabajo! ya, bueno, lo entiendo, pero son ocho monótonas horas de tortura para mí. ¿Qué me pasa? ¿por qué este desasosiego? ya no hay píldora que lo ampare. Solo quiero que termine. Solo quiero paz, descanso, silencio. Solo quiero volver a sentir algo que no sea tristeza, algo que no pese, algo que no duela.

Y lo peor es que sé que la parte dura de verdad aún no ha llegado. Allá vamos: matar o morir.