miércoles, 28 de enero de 2015

¿Cuál es tu mayor deseo, tu mayor anhelo?

Si soy altruista, la felicidad y el bienestar de las personas a las que quiero. Que logren sus metas, que se enamoren, que viajen...
Si soy egoísta, pido que mi madre se cure. Sé que es imposible, pero es lo que más anhelo. No hay nada que me falte: vivo en una casa enorme y preciosa, es mi refugio y mi castillo. Jamás paso hambre. Puedo estudiar, y los libros ya no me caben en las estanterías. Tengo una familia preciosa que me adora y a la que adoro, muchos y muy buenos amigos, salud… ¡todo! Y sin embargo, ella es lo más importante.
Sé que debería contentarme con que esté a mi lado, con seguir viendo su preciosa sonrisa y esos inteligentes ojos negros, con escuchar su humor ingenioso y disfrutar de su ingenuidad. Sé que debería aprovechar el tiempo que nos queda, y arrimarme a sus huesos todo lo que me permitan las manecillas del reloj, y lo haré.
Pero mi mayor sueño sería que ella estuviera bien. Que se acabase el dolor, los medicamentos, los virus. Decir adiós al olor al hospital para siempre y poder hacer las cosas que nunca hemos hecho: ir al extranjero, salir de compras, ir a un parque o ver una película en el cine. Me gustaría ir a la playa con mi mamá, o comer juntas en un restaurante. Y revivir el olor a laurel, puchero,  volver a probar su arroz con leche, seguir cuidándola sin temor a que se rompa y se me deshaga en los dedos…

Ese es el deseo más profundo de mi corazón.

¿Hay algo de lo que te sientas especialmente orgullosa?

Qué pregunta tan difícil…
Siempre tengo más en cuenta mis errores y mis defectos que mis virtudes. Sé que, a menudo, soy demasiado arrogante, y que me crezco si elogian mi trabajo con demasiada frecuencia. Sé que soy voluble, y que mis altibajos emocionales responden probablemente al nivel de estrógeno que esté segregando.
Creo que lo que más me gusta de mí es que me esfuerzo mucho en las cosas que me interesan, y puedo convertirlas fácilmente en mi pasión. No sé si es algo bueno, pero es el motivo por el que hay muchas cosas que creo que se me dan bien, aspectos en los que me siento segura. Hablar inglés o coreano es un ejemplo, redactar, dibujar, leer, memorizar, estudiar…
Estoy orgullosa de mis logros académicos. Me siento especialmente motivada por mi abuela, una mujer brillante a la que le arrebataron la oportunidad de ir a la escuela. Sus padres la hicieron trabajar en el campo cuando era pequeña, y más tarde se vio obligada a cuidar de sus nietos cuando sus hijos (mi madre y mis ti@s) tenían que ir a trabajar. Imagino que si hubiera podido recibir la misma educación que yo, hoy en día sería una gran abogada, o médica, o uno de estos trabajos a cuya imagen se asocia el prestigio profesional. Sé que su inteligencia y ganas de aprender son infinitas, que es su sueño leer con soltura e ir a la escuela… ¡algo que para mí es tan fácil y natural…!. Pero ha tirado la toalla.

En parte siento la necesidad de brillar por ella, para poder enseñarle todo lo que pueda. En parte sé que tengo suerte, y una oportunidad de oro, y es por eso que me dedico con tanto ahínco a estudiar. Y también es la causa principal de que odie con todo mi corazón el sistema educativo vigente.

¿Qué roles masculinos y femeninos detestas?

Soy una hater de la sociedad, hay demasiados aspectos que me disgustan. Pero no son específicos de hombres y mujeres, son más relativos a la edad.
Odio a la mujer celosa. Y al hombre sentado en el sofá en chándal, bebiendo cerveza y viendo el partido de fútbol. Odio a la mujer como ama de casa. Y odio al marido autoritario y trabajador, trajeado y con maletín de cuero.
Odio a los adolescentes españoles, todos tan interesados y vagos. Odio a la gente bobalicona, simplemente me ponen de los nervios. Odio a las personas que desprecian la cultura y el conocimiento. Y odio que por considerarme “un cerebrito”, mis compañeros presupongan que no hago una serie de cosas.

Creo que tiene que ver con los estereotipos más que con los roles.

¿Crees que tu vida hubiera sido distinta de haber nacido hombre?

No lo sé. Quiero creer que no. Mi personalidad tiene más que ver con quién soy y cómo me he criado que con mi cromosoma sexual. Me imagino perfectamente como hombre, leyendo un libro en el sofá de mi casa, y de igual modo podría no gustarme el fútbol porque no me gusta siendo mujer.

 No considero que tenga gustos y costumbres exclusivamente femeninos, aunque sí hay rasgos de mi carácter que se identifican habitualmente con las mujeres. Por ejemplo, soy muy llorona. No me refiero a las cosas serias y personales, eso tiene más relación con la condición humana (todos sentimos el dolor por igual), pero sí me emociono con series, películas o libros. Puedo llorar de emoción, de culpa o de rabia...
También soy una romántica incurable, aunque siento un raro fetiche por los romances defectuosos o imposibles, como el de Catherine Earnshaw y Heathcliff en Wuthering Heights.

¿Cuál es el mejor y el peor recuerdo de tu infancia?

Demasiados buenos recuerdos. Flashbacks aislados de mi hermana leyéndome a Ovidio, o jugando con mi hermano (enfadada, claro, porque mi impaciencia me hacía perder siempre). Pintando con mi padre, o entre los olores del laurel, del puchero y de las patatas en la cocina, con mi madre y mi abuela.
También recuerdo que la emoción me desbordaba cuando salíamos de viaje. Todos los años íbamos a la playa por mi cumpleaños. Dos semanas perfectas de arena y playa en las que mi padre no tenía que trabajar, mi madre no estaba tan pálida ni tan delgada, y además me colmaban de regalos.
Cuando cumplí los ocho años más o menos, comenzamos a salir cada vez que teníamos ocasión. Pasábamos unos pocos días aquí y allá una vez al año, luego fuimos ascendiendo hacia el norte hasta conocer gran parte de España.
Hasta que...
Es fácilmente adivinable: mis peores recuerdos están relacionados con ella. He crecido en hospitales, en UCIs y urgencias. Lo peor era no comprenderlo del todo, y pasar largos periodos de tiempo sin poder verla, sin poder cantar con ella, cocinar con ella, pedirle que me leyera o me enseñase algo nuevo, cualquier cosa Las navidades rodeada de los extraños hostiles que son mi familia política. Pensar que era mi culpa, por haber nacido. Y otras imágenes que solo existen para perseguirme por las noches.
Pero ahora soy mayor, y no es menos duro. O sí, no lo sé. Ahora puedo leerle yo, contarle historias, cantarle y hacerle los dulces que tanto le gustan; al margen de pinchar morfina, preparar nutrición y memorizar una serie de nombres raros y tecnicismos que no quitan peso a mi dolor y a mi miedo. El problema es que el tiempo, como las sombras al final del día, trepan por sus huesos torcidos, se agarran a su translúcida y cetrina piel acariciando su pómulo prominente, cerrando lentamente los ojos…

Me voy por las ramas, otra vez.

Intro.

Cuando recibí las preguntas tipo decidí que no debía pensar sobre ellas, sino escribir. Es mi forma de pensar, mis reflexiones son lentas como lo es la punta del lápiz cuando arraso con márgenes y renglones en mi frustrado intento de expresar exactamente aquello que quiero decir. A veces me siento como Naoki Hihashida en su libro sobre el autismo, pero me estoy yendo por las ramas y eso es otra historia...

domingo, 25 de enero de 2015

I'm sick of it.

¡Estoy harta! ¡harta de todos vosotros, de vuestras opiniones, y de ser tan influenciable!
¡Estoy harta de haberme equivocado, ¿vale?! ¡Estoy harta de ser un talento desperdiciado, y de haberme ido a lo fácil! ¡harta de que el griego y el latín no sirvan para nada! ¡harta de contradecirme, y de extrañar tanto los ejercicios de física, harta de ser feliz por culpa de mi elección! ¡estoy cansada, sí, de disfrutar tanto de historia del arte! ¡Y de que los de ciencias hagan mi trabajo "con la polla" si es que les apetece! Yo también podría hacer física, química o matemáticas si me diera la gana, ¿de acuerdo? ¡Porque soy brillante!
Así que, ¡dejadme en paz! ¡ya sé que he hecho mal! ¡ya sé que soy una inútil que hace cosas inútiles! ¡ya sé que voy a morir de hambre por culpa de ser un fracaso! ¡Y sé que os he decepcionado a todos, y me arrepiento mucho!
¡Ahora olvidadme! ¿No tenéis nada mejor que hacer?

domingo, 18 de enero de 2015

Oh, gosh, again.

Some research is needed!
I have a brainstorm at G's on tuesday and we'll record the interview thing on wednesday.
In addition, I have the photo sesion for the annuary nest day and I have nothing prepared, not even my required test.
I think somebody's gonna die.

sábado, 17 de enero de 2015

Oh, hell.

¿Que cómo me sentí?
Bueno, estoy tratando de encontrar la forma  de explicarme.
Estaba envuelta en un proyecto independiente, bonito, grande. Algo especial para personas especiales como yo, como el resto de las chicas que formamos la élite. Un lugar, una forma de ser sincera e inteligente pero...
Alerta, intrusas.
Ese pequeño desliz se convirtió en un error en toda regla, una amenaza...

jueves, 15 de enero de 2015

Ohana's all I have.

"Ohana means family, and family means no one is left behind or forgotten".


domingo, 11 de enero de 2015

Oups.

I'm guilty about having that thought, but...
I'm afraid of him. Okay, I don't wanna make a comparation, but I don't want him to be similar to that other dude. I don't want him to invade our private space, our vital space. You know, my house is my impregnable castle, it's always been, and I'm scared of him moving here like that other guy did. I'm scared of him eating my food, sleeping in my coach and making me feel uncomfortable in my own house, like it's already happening, like it already happened once.
And, above anything else, I'm scared of him hurting my sis. I want him to make her gifts, unexpected surprises just by the face, I wan't him to be true to her, to take care of her, to be kind and loving. It is not the fact that I don't trust him as I don't trust anybody... I'm trying so hard. And I really think he's a nice guy. He seems to be witty, funny and hard-working. I kind of trust him, or lets better say that I don't ditrust him. but apart from the behaviour, he is acting like G did. And I'm fucking freaking out.
a, you seemed to be the one. Please, don't dissapoint me...

sábado, 10 de enero de 2015

Quote and reality,

Ojalá hubiera podido transcribirlo tal y como vino a mi mente: ordenado, hermoso, perfecto. Claro, emotivo, real.
Pero nunca hay lápiz y papel cerca cuando estoy tratando de ser un genio, y acabo quemando las líneas imaginarias y arrasando los márgenes invisibles de mi cabeza, para luego llenar unos pocos párrafos reales con ideas pobres y vacías que no reflejan quién soy.
"Ojalá tuviese un momento de cordura para poder expresarme, poder decir las cosas como son y no como meras expresiones casi nunca certeras del todo"

Longing and odd things.

Raro.
Como quedarme sin palabras.
Como mirar por la ventana, y sentir nostalgia de cosas que no conozco.
Raro, como el olor penetrante del desinfectante para manos.
Raro todo, raro como yo.
¿Qué se sentirá al estar ahí fuera? ¿cómo será el viento que mece las hojas de palmera? me recuerdan a playas, a hierba y arena, y huelo el salitre por encima de la fría esterilidad que me quema las fosas nasales.
¿Qué estará mirando ese hombre? la distancia lo desenfoca, lo aleja aún más de mí. Veo un borrón rojo, pequeño, encogido, y mi parte más humana imagina a un hombre cabizbajo con un chaquetón rojo. Mira a la acera, y luego al cielo negro, llevándose el cigarrillo a los labios. Pero claro, solo es una mancha roja y pálida, una vida olvidada. ¿Qué hará aquí, en este lugar tan triste?
¿Y a dónde va ese viejo Renault azul? ¿y quién vive tras la ventana iluminada del edificio de enfrente? ¿cuántas personas estarán cruzando el Puente del Quinto Centenario?
Estoy sentada sobre la piedra fría, junto a la ventana. El cristal se empaña bajo mi respiración, difuminando las luces de la ciudad. Es viernes, y un pensamiento lleva a otro en mi cabeza. Me pregunto sobre las personas a mis pies, me pregunto por sensaciones que no conozco. ¿Por qué será que mis pensamientos tienen un matiz nostálgico? nostalgia de vidas ajenas, de calor humano, nostalgia de ese viento frío sobre mi mejilla arrebolada. Nostalgia de sol, nostalgia de este cielo estrellado. Esa añoranza triste que me inspira este momento, este instante de reflexión que aún no acaba, y que sin embargo ya echo de menos.
Sentada contra la ventana al exterior, pienso en respirar el aire helado, en playas, en la vida. Pienso en las sensaciones agradables, en café caliente, en sofá y televisión. En que me gustaría estar abrazando a mi padre, y no a las paredes desnudas y huecas. Y librarme de esta extraña sensación de tener calor en el exterior y frío en el estómago. Ganas de temblar. Ganas de caminar, de hundir los pies en arena, de olor a tierra mojada. Y de conocer a las personas que pasean bajo la luna creciente, que van a casa con las manos en los bolsillos y el rostro envuelto en una bufanda, preocupados, distraídos o felices. Tengo la sensación de que me gustaría revivir mi vida entera, y librarme de la nostalgia aplastante de pasado, de presente, de futuro. De lo propio y lo ajeno. De ataraxia y emociones.
Qué raro todo. Qué rara yo.

viernes, 2 de enero de 2015

2014

2014, 2015...
Podría decir que no hay mucha diferencia entre ayer y hoy, pero no estoy segura de si eso es verdad o no. En cualquier caso, no quería que 2014 acabase, supongo que es fácil adivinar por qué.
De forma general, ha sido un gran año, para mí y para los que están a mi alrededor; y a pesar de ello solo puedo pensar en los buenos momentos concretos, en los hechos puntuales.
2014 ha tenido espacio para todas las cosas, para todos los sentimientos, para todas las experiencias. Para leer, estudiar, dibujar y aprender. Para amar lo que hago y dudar de mí misma. Para los prejuicios y la estupidez, y también para la pérdida de los mismos. En 2014 ha habido momentos para despedirse y momentos para saludar, para huir y quedarse a la vez. Para aprender, viajar, ser volubles, tener miedo y ser valientes. Para amar y para odiar.
¿Pintaría un cuadro minimalista para ilustrar el Horror Vacui de los últimos meses?
Praga. Seguridad. Familia. Inglés. Esfuerzo. Conexión. Recompensa. Baile. Verano. Triunfo. Pérdida. Llanto. Sorpresa. Miedo. Esperanza. Amigos. Alcohol. Besos. Esperanza. Rabia. Coreano. Extremoduro. Rechazo. Aburrimiento. Energía. Café. Exageración. Pereza. Alivio. Hielo. Más besos. Deseo. Expectativas. Imaginación. Nervios. Placer. Irresponsabilidad
Supongo que es una sensación estúpida el tener miedo de este año que entra. Tengo esa extraña sensación de que me espera un año de hastío, de cansancio y a la vez de cosas enormes. ¿Confuso?
¿Cómo podría ilustrar lo que espero de los próximos doce meses?
"Whatever tomorrow brings I'll be there, with open arms and open eyes..."