sábado, 28 de noviembre de 2020

6:44

Otra noche que se nos escurre de entre los dedos charlando, discurriendo, vibrando con las satíricas fábulas del Marqués de Sade, con poesía en francés, con adjetivos maravillosos y con demasiada verdad por delante.
¿Qué será lo próximo que aportes a este par de mejillas sonrosadas, mon soleil?

Ambush

Por un momento, varias vías diferentes se dibujan frente a mí y vuelvo a ver infinitas opciones. Puedo luchar por lo que he perseguido y anhelado durante años, o puedo dar un salto de fe hacia una vida distinta, a pesar del miedo de no saber qué voy a encontrarme.

Pero, ¿Qué quiero realmente? la única pregunta a la que no sé responder.
Estoy cansada, aburrida de intentarlo. ¿Debería quemar el último cartucho, para no quedarme con el "y si..."? ¿me quedan fuerzas, me quedan ganas para esto?

¿O le doy la oportunidad a volverme a ilusionar, a ser feliz de otra forma? ¿le doy una oportunidad a la incertidumbre?

miércoles, 25 de noviembre de 2020

C'est l'histoire d'un amour

Quemando las etapas como pólvora. Las buenas y las malas, las de una esfera y las de la otra. Agotándome rápidamente frente a mi propio corazón confundido, asustada de todo lo que se mueve a mi alrededor, añorando música que llene cada silencio y acalle la voz de mis pensamientos, anhelando que llegue la noche y me encuentre en su compañía, tan virtual como vibrante.



lunes, 23 de noviembre de 2020

¿Adiós?

 Caos y miedo han hecho de mi mente su reinado, con lo que a mí me gusta mi cómoda, plácida y tranquila estabilidad. Quizá ese sea parte del problema: quizá me he acomodado en las rutinas que eran fáciles, pero que ya no me permiten avanzar. Destruir para construir. 

A lo mejor ahora me estoy convirtiendo en una persona diferente, y todo este dolor es también un duelo por mí misma. Por la persona que he sido, a la que quizá tenga que decirle adiós. Por cerrar una etapa preciosa y comentar una vida nueva y diferente, con otros retos, con más altura, con sentimientos y valores nuevos, con la oportunidad de convertirme en una versión distinta de mí misma. ¿Mejor, peor? el tiempo lo dirá.


Yo solo sé que me han tirado de la alfombra bajo los pies. Y ya no puedo volver a donde estaba.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Seguimos para bingo

Arriba, la vida sigue.
Duele levantarse, y juro que duele físicamente. Me duelen la piel y la cabeza, que gira y gira
Arriba, que el tiempo ha reanudado su cauce, su curso. Quita las sábanas, dobla la ropa de ayer, tienes que estudiar un rato y hacer ejercicio. Tienes que seguir cuidándote, aunque tengas el corazón roto.

Ciertas decisiones son difíciles de tomar, pero sabes que es una obligación. Piensa, respira, relaja. No tan frenético, construye una lógica, trabaja tus bases. Hazlo bien.
Sé que sabrás hacer las cosas bien.

sábado, 21 de noviembre de 2020

What would Austen do?

 Joder, un mes..., un mes para darle la vuelta a todo. A lo que sentía, a lo que sabía, a lo que creía, a lo que me imaginaba que sería mi vida.

Hace un mes, mi novio me enrollaba en una mantita para tragarse conmigo mi peli favorita, abrazándome, con mandarinas y té verde sin azúcar porque sabe que la comida me da, en el mejor de los casos, pánico. Hace un mes, ese era el único hogar que conocía.

Hace un mes, todo estaba claro, cristalino; hoy me quedan las cuatro palabras que titulan esta entrada.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Dosel de pepinos.

 - ¡Has sido bendecida con un dosel de pepinos! -. Exclamó entre risotadas

Eva se reía, evidentemente. Yo contándole mis diatribas y dramones románticos y Eva... se reía.

Es que es para reírse. Es una broma del destino. Una maldita bravuconada del mundo, una auténtica jugarreta de la vida, como diría ese personaje tan tonto de aquel otro libro aún más tonto. He sido maldecida con un dosel de pepinos, como quien visita las huertas del Porzuna; ironías añadidas, tengo un suspiro atascado en el pecho y no me puedo concentrar.

Tanto por decidir...

jueves, 19 de noviembre de 2020

Danger

Qué poco han tardado en complicarse las cosas, en querer más, en decirlo todo a medias.
Qué poco he tardado en sentirte cerca, en verte por todas partes. En reírme de eso que recuerdo que dijiste, en sentirme extraña si no te encuentro al otro lado de este muro de pantalla y auricular.
Qué pronto se han difuminado las líneas, que para mí siempre es difícil trazar y mantener.

Pero, ¿a dónde me estás llevando?

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Eco

Te echo tanto de menos que me ha cambiado la consistencia: la sangre, más fina, los huesos, más blandos. Me derrito, me deshago, me ralentizo y me despido de materia. ¿Para qué quiero un cuerpo que tú no puedes abrazar?
Sin ti, amándote incorpórea, seré como Eco sin Narciso, atrapada entre las piedras.

L'attente

 Las horas pasan más despacio sin tu presencia al otro lado de la pantalla.

Euforia y rabia.

 La rabia es un potente aliciente para todo, pero yo no soy alguien que tenga mucho de eso. Si cuando hay otros implicados la rabia es solo el abrigo del dolor, en estos días de tanta rabia hacia mí misma..., lo que enmascaro, admito, es decepción. La decepción es algo con lo que hay que convivir cuando siempre estamos pidiendo más de nosotros mismos. Después de tirar de mis extremidades y mis hemisferios cerebrales casi hasta romperme, la parte de mí que quiere pararse a respirar se pelea con el Rocky que llevo dentro. La calma, contra las cuerdas, con el potencial atacando.

Al final, utilizo la rabia en su forma más útil, alejándome de mis pugnas internas y golpeando la calzada con zancadas largas y rocío en la cara, con música en los oídos y un gruñido gutural atrapado en los pulmones constreñidos.

Y qué bien. Qué bien se sienten el poder en las piernas, la libertad de saberme capaz de huir de todo por un momento, la velocidad, imparable.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Da boss.

Y de repente amaneció por entre los edificios al otro lado de la ventana. No me di cuenta del paso de las horas, del canto de los pájaros o del clarear del cielo. El tiempo pasó volando a través de la madrugada, y luego del día, la tarde, y otra noche más mientras él me contaba algunas cosas, me recomendaba otras, y me daba lecciones de vida medio en francés, medio en español, marcando con su cadencia un nuevo ritmo para el paso del tiempo.

More stones.

"But I'm just that..., just smoke"

"You have to accept that's how you see yourself but not necessarily everyone else"

"Perception is just a point of view after all. The truth behind it it¡s just the intersection of all realities"

At that point, I was starting to get mad. Did I never like victims, nor philosophy.

"Then why is mine less real than your own?" I snorted.

"Like three-dimensional objects, this is nothing but the intersection of theoretical infinite lines which at the same time is the combination of infinite points. It's equally real, you see? maybe from your point of view I'm a circle, but I might be a cilinder and some people would consider me to be a square"

"And still there're my eyes to see it, my brian to process it and I do get a certain image. It's the interpretation of the lines which throws out a reality capable of providing with information for me, as I see it."

He glared silently, as I started to get impatient.

"So... are we even?"

He smiled in response.

"Haven't we always been?"

domingo, 15 de noviembre de 2020

Nevertheless.

It all started smoothly. Softly. Some happy memories, a few awkward yet funny texts.
A list of odd names. A bigger smile to wear.
A caress entangling my hair.

And then, a few more convos.
More distant, yet more meaningful.
I don't remember the last time I ever saw them.
I only remember how vulnerable I felt over losing them.

But feelings..., Ah, feelings make everything more complicated. Over vulnerability, came determination. "I'm beyond all of that."
Oh, but also jealousy. I wanted their time and attention, although I'd never admit it.
Gratefulness over being listened to. Taken care of.
Fear over missing them when they were gone.

It all started smoothly the first time.
Perhaps it started softly every single time, with all texts, pictures, hand-holding, smiles, hugs, truths, confessions.
With the first "I love you too"

sábado, 14 de noviembre de 2020

Desperdicios

     Ver una serie sobre prostitución adolescente y abuso sexual es siempre como una patada en el pulmón. Para mí, quizá, pueda ser considerado masoquismo. No deja de preocuparme el seguir conectando con esa etapa de mi vida. Seguir ahí, estancada, en mis frágiles 16. En la obsesión de no ser un objeto, pero buscando constantemente esa validación ajena, esa atención que necesito que tanta repulsa me causa. Con todas esas cicatrices que, como queloides, han mutado desde la piel hasta el alma.

    Al final, Baby es un recordatorio de que las cosas no siempre funcionan para todo el mundo, y menos como uno querría, como la televisión y los medios sugieren que la vida fluye, justa y felizmente. No. En una sociedad donde los milagros escasean, a veces los inocentes pagan, a veces los culpables también, a veces no son víctimas quienes creemos, y pocas veces importa nada más. 

    Pero es difícil medir lo justo, incluso cuando el culpable es privado de su libertad, porque el dolor queda para revestirte el resto de tu vida. 

    Tan entumecida

    Tan vacía

    Tan ajena

    Tan muda

    Todo el mundo te mira y tiene claro quién eres, o quién puedes ser. Todos ven tus adjetivos, tus logros, tus ambiciones, tu potencial. Y tú no sabes qué decir, no sabes qué sentir, no sabes por qué no respondes como deberías. ¿Es que acaso te has estropeado? Y tienen la cara de lamentarse, ¡qué desperdicio!

    Pero eso es puntual; la realidad es más larga. Los días son más cortos y el frío acecha cuando se acerca ese aniversario simbólico de dolor, pena, rabia, culpa. La injusticia, los crímenes sin pagar. Esas cosas que le pasaron a una, hace mucho, mucho tiempo. Navidad, más culpa.

martes, 10 de noviembre de 2020

Mutuamente.

Mi miseria y yo funcionamos mejor juntas y solas, sin manos amigas
En lugares fríos, como el suelo del baño, mi humeda habitación o la sala de espera de una UCI cualquiera.
Mi pena, amiga conocida, se me acurruca y abraza en el pecho, a veces no puedo respirar, pero se lo perdono porque a veces no controla su fuerza, como yo. 
Me hace llorar cuando menos lo espero y necesito, pero es que ella es poco sutil, como yo. 
No pasa nada, nos conocemos y nos acompañamos. Estamos de acuerdo en que yo tiraré del cuerpo fuera de la cama, da igual las fuerzas que tenga; y ella tratará de no asfixiarme del todo.

Y así en fino equilibro, con respeto y paciencia, nos olvidamos de nuevo de que un día no existimos juntas.

martes, 3 de noviembre de 2020

Reinventing the education

 Hay un señor frente a mí protestando sobre la hegemonía lingüística del inglés, reivindicando su italiano de formación. Claro. Resulta clásico hasta para sus más de setenta años, con sus escasas canas repeinadas, su traje demasiado grueso para esta estación del año pero bien ajustado, las gafas y el calzado a la moda, pero la bolsa de piel negra tan atemporal como la que llevara mi padre a trabajar allá por el año 2000, con su hebilla dorada y todo.

Nos mira desde arriba, desde su estrado elevado, tras un portentoso escritorio de madera oscura que ha perdido el lustre por el uso, con su ancho culo cómodamente aposentado en una silla acolchada (a diferencia de nuestras desvencijadas bancas de madera). No se mueve, a penas levanta la vista de los apuntes que nos lee, que nos dicta. Es como si hubiera una barrera entre nosotros, una absoluta separación espacial, temporal y hasta dimensional.

Y yo digo..., que bueno, que qué remedio tengo. Llevo cinco años ya en la universidad, y he aprendido que desgañitarme sobre las condiciones de estudio solo afectará a mi salud mental y a mis niveles de energía. Y que, aunque me gusta su voz profunda, eso puedo encontrarlo en cualquier podcast. Que me gusta el contenido, pero para oírlo con 800€ menos de matrícula en el bolsillo, bien podría leerlo por internet, de donde sea que haya descargado los libros y apuntes que tiene bajo las narices, en la cálida y reconfortante calidez de mi hogar; y sin cabrearme cada vez que pierda 20 minutos por no saber abrir un documento de word o entender una referencia en ingles.

¡Ah! ¡qué útil su italiano de formación!

domingo, 1 de noviembre de 2020

El calor de tus mano en mi espalda desnuda

That's it, that's the post.

Squeezed in a tight hug, lost in your lips and, suddenly, a playful hand climbing up inside my pyjamas' tee and gently lying against the skin on the middle of my back. 

Its warmth is so comforting I could even call it 'home'. It's satisfying, as if I were in pain without realizing it and that simple touch had made everything go away. I'm somehow sure I will not forget how this feeling deploys and unfolds on my chest, electrifying every nerve, giving the word 'intimacy' new meanings.

You may think I'm stupid. How can an open hand against my naked back be more meaningful than having you inside me?
Oh well, I don't know. Feelings are just that, and sometimes unaccounted for. This is, actually, one of those little things I end up treasuring in my mind, as they bring me closer to you when the world is just too cold.

You spooning me. You, slow-kissing me. Your fingers tangled with mine. A smile only for my eyes to see. A whisper of how much you love me within the mist of an early sleep