lunes, 16 de noviembre de 2020

Da boss.

Y de repente amaneció por entre los edificios al otro lado de la ventana. No me di cuenta del paso de las horas, del canto de los pájaros o del clarear del cielo. El tiempo pasó volando a través de la madrugada, y luego del día, la tarde, y otra noche más mientras él me contaba algunas cosas, me recomendaba otras, y me daba lecciones de vida medio en francés, medio en español, marcando con su cadencia un nuevo ritmo para el paso del tiempo.

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