viernes, 29 de junio de 2012

Era un 16.


 "La memorias es efímera. Por ello, nos gusta preservar los recuerdos. Para hacerlo más fácil, asociamos fechas con sucesos. Descubrimientos, guerras....Y también echos felices y memorables. Para eso existen los aniversarios. Eventos en los que la gente celebra estar viva, celebra el tiempo que hace que nació. También se celebran las bodas, cuantos años llevan juntos, independientemente de las discusiones y dificultades. La gente se siente orgullosa de sus logros. Es satisfactorio. También para mí.
Hoy es nuestro día, aunque tú no lo recuerdes, probablemente. Hoy se cumplen catorce meses desde la tarde en que me saludaste y te presentaste, todo un caballero; y yo me ruboricé y te seguí la broma, cometiendo el mejor de los errores de toda mi vida. Porque me equivoqué, no debí hacerlo, y sin embargo no puedo volver atrás, ni quiero.
Hoy celebro que hace cuatro meses comprendí de verdad muchas cosas.
Tú, y tus incesantes consejos. Nos reímos juntos, lloramos. Y todo eso, juntos, tú y yo, aunque eso a ti te diera igual. Me has enseñado lo importante de conformarme con algunas cosas y sentir las injusticias ajenas como propias. A tu lado he comprendido el amor, he comprendido el dolor, sé lo que es estar viva, porque todo me da igual hasta que veo un mensaje tuyo, hasta que aparece la ventanita del chat en la esquina de la pantalla. Porque sin ti, ya no soy yo misma. Tu nombre, en la palma de mi mano izquierda, con tinta indeleble. Tu nombre escrito en mi agenda, en mis cuadernos, tu nombre, escrito en mi estuche. En mis dibujos. En mis recuerdos. En mis sueños. Para no intentar siquiera olvidarte.
Eres lo más importante que tengo y tendré, porque estoy enamorada, obsesionada, ciega. Irremediablemente feliz, y a la vez muy triste. Te quiero, y eso es todo lo que me importa ahora."

¿Quién era? ¿A dónde ha ido esa parte de mí?

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