viernes, 29 de junio de 2012

18 de Marzo de 2011

Cuando las cosas fallan, cuando cometes errores, hay que rectificar. O eso, o arrepentirse. Yo hago ambas cosas...
Me has fallado. No has podido evitarlo. Lo comprendo. O quizás no como querrías...
Tu nombre. Tu rostro. Tus ojos. Tus palabras. Dando vueltas, incansables, en mi mente. Te echo de menos.
Te quiero. Te odio. Idiota,cobarde. Te quiero, demasiado.
No soy feliz. Por la sencilla razón de que no estás a mi lado. Y yo no puedo vivir sin ti.
Ha llegado la hora de cambiar. De apostar por algo. Ya he tenido bastante. Debería escarmentar, pero no lo he echo. Ni lo haré
Y ahora me encuentro conque alguien se ha cruzado en mi camino. Un buen amigo, sí señor. Alguien en quien merece la pena confiar. Algo sólido por lo que apostar. Y me atrae, no lo puedo negar. Sería una estupidez.
¿Debo arriesgar?
Lo intento. Soy feliz, te olvido, cuando estoy con él. Pero después me conecto a esta mierda de cacharro, veo un mensaje privado, y estallo de felicidad..., hasta que descubro que no es tuyo. Te estás matando, y eso me duele. No hablamos, y eso me duele. No me tienes en cuenta, y eso, amigo, duele. Y mucho.
Por eso debo intentarlo. Intentar ser feliz. Relegarte al olvido, para no caer en el abismo.
Quizás, después de todo, la cobarde soy yo

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