jueves, 8 de diciembre de 2011

Calling.


La odio.
Mucho
Mucho mucho mucho.
Vale, qué infantil.
Pero, ¿no soy así acaso? Una niña. Sí.
Enana, esa burla que me persigue. Enana, sí. Porque, ¿Acaso no estoy aquí autocompadeciéndome? ¿Creyéndome desdichada? Supongo. Me columpio si voy con mis amigas a un parque. Me creo que beber monster, leer libros complicados o ir de negro me harán ser mayor. O siquiera mi rápido desarrollo.
No.
Soy una cría.
Y ahora estoy teniendo una pataleta, porque la odio. Por celos, o por rutina, o yo qué sé. Pero sí entiendo que quiero tirarme en la cama a manchurrear la almohada de rímel, y ¡Joder! dejar de fingir una sonrisa. Quiero dar puñetazos y patadas al colchón, pero sé que no voy a hacerlo. Sé que me quedaré aquí sentada con mi digna autocompasión.
Ah, ¿Por qué la odio? Porque...porque sí. Porque es preciosa, guay, y él la ama. Y sobre todo, porque yo le amo a él. Y más aún, porque si él no la quisiera, si ella no estuviera, él sería mío.
Pero creo que él no se da cuenta.
Yo sí. Y el resto del mundo también.
Me pregunto si ella sospecha algo. Si no lo hiciera, sería idiota. Es tan obvio...Al menos para mí, creo.
Así que, como cría que soy, voy a ser feliz.
Porque esa es la mejor venganza.
Lo dijo Ana Frank~

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