lunes, 7 de marzo de 2022

Compensaciones.

     Prometí que reflexionaría y esta es la mejor forma de hacerlo; nadie dijo que fuera fácil pero no por ello deja de ser absolutamente necesario.

Miedo e inseguridad tienen raíces muy anteriores a ti, a mí, a nosotros e incluso a las personas que formaron parte de nuestros universos sentimentales. No creo que tenga mucho sentido tratar de argumentar que toda mi inseguridad parte de mi pasado romántico, sino que está alimentado por rechazos de toda clase en torno a mi cuerpo, por el que siempre he sentido que tenía que "compensar" como persona.

Creía que eso estaba superado, pero ahora más que nunca es evidente que no. Sigue siendo más fácil asumir que el que esté a mi lado lo está por obligación, por necesidad, por lástima o por la mera ausencia de una alternativa más agradable. No es cierto, lógicamente sé que no es cierto, pero eso no quiere decir que pueda controlar lo que siento. ¡Ojalá fuera tan sencillo como dejar que la razón guiara al 100% mis emociones! y aunque no estén exentas de ella, son caprichosas y altaneras, egoístas y llamativas. 

Por eso, y aunque seas tú, aunque seamos nosotros y estemos escribiendo la historia de amor más bonita de todos los tiempos..., por eso, a veces, me asusto, me vuelvo loca de celos, y dudo. Como cierta asustadiza bolita de pelo negro, cualquier traspiés me lanza cien pasos atrás, a una mentalidad adolescente que me empuja a agradar por cualquier medio, y sí, también hablo del sometimiento sexual, de anular la voluntad para complacer. No está bien, lo siento. Se pierde quiénes somos y cuánto nos queremos.

Aún estoy aprendiendo.

2 comentarios:

  1. Y yo seguiré ahí, porque no es una mera casualidad, una feliz coincidencia que estemos todavía aprendiendo❤️

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