jueves, 28 de febrero de 2013

Y por último...

Parece que nadie se da cuenta de cuánto os necesito ahora. Un abrazo, lo que sea. No culpo ni menciono a nadie, hay cosas mil millones de veces más importantes y urgentes que yo.
Por suerte, todavía puedo dar un paseo.
Al salir de casa de Jess, solo quería llegar a casa lo antes posible. Sentía las manos entumecidas y el cuerpo entero me hormigueaba pero al acostumbrarme a la sensación...¿qué? Me di cuenta de que no tenía ninguna prisa por volver.
Así que cambié de carpeta, porque no quería volver a sentirme sola nunca jamás. Ahora ya no tengo amigas para que me decepcionen. Tampoco tengo a esa persona por la que sonreír, llorar, alguien con quien soñar hasta despierta. Tengo a mi familia, sí, pero...pero...
Suspiré. Andy Biersack me dijo palabras bonitas al oído, pero, ¿por cuánto tiempo sería eso suficiente? El vaho de mi aliento se desdibujó en la gélida noche de febrero. Las estrellas no me dieron la respuesta. Los puños ocultos en mi cazadora estaban crispados, y los ojos me escocían sobremanera.
"No estás sola" susurró uno de mis cantantes favoritos en mi oreja.
<< Lo sé >> repuse yo para mis adentros.

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