jueves, 28 de febrero de 2013

A veces quieres rendirte.

Y aunque puedes, sabes que no es una opción.
¿Por qué siento que estoy decepcionando a todo el mundo?
¿Por qué siento que me muevo por las ideas de otras personas?
¿Por qué diantres me someto a voluntades ajenas?
¿Por qué todo lo "correcto" me hace sentir tan triste?
¿Por qué ya nada despierta en mí mis ilusiones febriles?
¿Por qué me cuesta cada vez más fingir que soy feliz y que todo es maravilloso?
¿Por qué ni siquiera me apetece estudiar?
¿Por qué mis amigas son tan falsas y tan malas?
¿Por qué ese punto me hace tanto daño?
¿Por qué se suceden las broncas?
¿Por qué finjo que no me importa cuando eso es mentira?
¿Por qué le echo tanto de menos aunque pase el tiempo?
¿Por qué odio tanto cada centímetro de mí misma?
¿Por qué siento que soy una mentira por completo?
¿Por qué me siento avergonzada de mis propios pensamientos?
¿Por qué no puedo dar respuesta a ninguna de estas estúpidas preguntas retóricas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario