sábado, 9 de mayo de 2015

Nothing turned into something.

Los espectadores aplaudieron, y por primera vez tras todos esos intentos infructuosos, me sentí aliviada.
Nuestro proyecto era ciertamente original. Mientras todos los demás stands ofertaban explicaciones, experimentos y actividades, nosotros planteamos algo más allá de la simple teoría matemática. Así, cuando Germán me pidió que hiciera este pequeño homenaje a Émilie de Bretuil y Sofía Kovalevskaya, supe que estábamos rompiendo los esquemas.
El trabajo de documentación fue ciertamente arduo. Las biografías podía comprenderlas perfectamente, pero quería reflejar la implicación de estas dos mujeres en el mundo de las ciencias y las matemáticas, y para ello tenía que crear un texto con sentido matemático, sabiendo que los espectadores no iban a comprender la diferencia entre el óvalo y la elipse solamente porque Irene recitase de un tirón todas aquellas palabras que a mí me sonaban a chino, incluso después de haberlas escrito.
Recuerdo un cierto pasaje de "El cuento número trece" en que Margaret se preguntaba si los autores sentirían algún cierto cosquilleo en sus conciencias cuando alguien leía sus palabras. Si así fuera, me pregunto qué habrían pensado Émilie y Sofía sobre mi forma de reinventar sus personalidades: la de Émilie, confiada, orgullosa, religiosa. La de Sofía, influída por la duda, el pesimismo, más cercana...; me pregunto si habrían sonreído o estarían enfadadas.Los ensayos fueron intensivos (Germán es un director exigente) pero divertidos. ¡Cuántas veces tenía que tratar a Sofía con desprecio! miraba el rostro tierno y joven de Irene, era realmente complicado levantarle la voz.
También fue complicado encontrar tiempo entre clases, en los recreos, entre exámenes, alguna que otra tarde. Y a pesar de todo, sé que voy a echar de menos los ensayos: tropezarme, enfadarme, fingir, hacer muecas, gritar, exagerar, ser pedante. ¿Quién iba a decirme que, siendo yo el modelo para la personalidad de Émilie, iba a caerme tan mal? ¿Cómo dos personajes tan orgullosos y pedantes pueden inspirarme tanta lástima?
Espero que este pequeño homenaje a estas mujeres que lucharon por hacerse oír por encima de los alaridos de tantos hombres. "Porque las matemáticas son un femenino plural".

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