miércoles, 15 de julio de 2015

Asshole.

Bff, bff, bff. Esto va mal, ¡muy mal! Parezco Carrie Bradshaw acudiendo a ti cada vez que me agobio sin motivo. O peor, Valeria. Antes parecía una buena salida, y a demás muy cool, a lo Jenna Hamilton, pero eso no camufla el hecho de que esas tres bloggeras y escritoras cuasi-frustradas eran absolutamente gilipollas. En mayúsculas, si quieres... igual que yo.

¿Sabéis qué es lo que me pasa? que el amor es una mala influencia. No lo digo por mis propios sentimientos, lo digo por toda esa pastelosa influencia a mi alrededor: anime, cine, series, libros, música. Esto apesta. Debería optar por una salida radical del radar amoroso, como ahora, huyendo también de todas esas historias con finales felices que no están hechas para mí.

En mi cabeza me estoy idealizando a mí misma como una tipa dura que rehúye sus propias influencias, pero es la clase de personaje que odiaría si estuviera viendo una serie o leyendo una novela. Querría a alguien admirablemente valiente y constante, la persona que fui una vez y que acabó destrozada durante mucho, mucho tiempo.

No hay nada que idealizar, Cristina. Abre tus ojos de anormala y date cuenta de que el quid de la cuestión está en evitar el dolor gratuíto, ese que te acompañará siempre en tus amores hasta que aparezca alguien que te corresponda y te aguante.

¡Já! suerte con eso.

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