lunes, 27 de febrero de 2012

Miss u. Coward.

Debo decidir, una vez más. En esta ocasión, no hay motivo, no hay por qué. Comparo las opciones, sus posibles consecuencias.
Decido que quizás no sea tan malo.
Pero luego lo recuerdo todo.
Todo.
Tu sonrisa. Esa forma tuya de convencerme, de hablar, de pensar. Tu voz. Tus videos. Tus fotos, haciendo el tonto. Todas esas conversaciones, serias, sinceras, épicas; y todo lo que me inspirabas en ellas. Cada latido, cada emoción, todo aquello ha sido por ti.
Cada instante en que lloré, sonreí, cada segundo en que te eché de menos como ahora. Cuando me consolaste o confiaste en mí. Las dudas, el miedo, el amor. Cada pensamiento, ha sido por ti.
No puedo escribirme tu nombre. Muchas personas lo malinterpretarían. Pero hay algo peor, y es que "la tinta es mala para mi piel". Pero de algún modo, yo necesito leer algo que me recuerde a ti, tenerlo cerca, como un talismán. Y me siento casi culpable cuando trazo los Kanjis de tu nombre, en japonés, en la cara interior de mi brazo izquierdo. En el dorso de la mano todavía pueden leerse restos de la tinta negra, tu nombre. Pero yo no puedo evitarlo, y una y otra vez grabo a fuego esas letras sobre mi piel. Algún día podría tatuármelas, quién sabe.
Con tal de que no se me olvide el verde de tus ojos.
No, no puedo tomar la decisión. Será como quitarle el oxígeno a un enfermo.
Una vez más, lo aplazo.
Cobarde.
Cobarde.
Cobarde.
Me asqueo de mí misma
Supongo que...te amo.
Y no hay más que decir.

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