martes, 2 de enero de 2018

Champagne supernova.

Un segundo botellín vacío hace compañía a los recipientes de nuestras cervezas, en la mesa, húmeda de residuos de condensación. Bromas, pullas. Tiene una sonrisa bonita, me gusta verle inclinar la cabeza hacia atrás, entrecerrar los ojos mientras ríe.
Me gusta su presencia silenciosa detrás de mí cuando me toca tirar. Sus manos ocasionalmente rozan las mías, me mira a los ojos y siento que se me derriten los huesos.
Se huele la tensión en los toques ocasionales de la anticipación, en las miradas nerviosas. Todo lo que puedo hacer es imaginar cómo se sentirá su boca sobre mi piel, su calor entibiándome el cuerpo, todo lo que quiero es que me toque por todas partes.

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