La nueva novela de Elísabet Benavent es tan aburrida y predecible como todas las anteriores, pero ligeramente más fantástica, más inverosímil. Comienza con Tristán rompiendo con la protagonista, Miranda, después de una relación de cinco años que hace aguas porque ella está demasiado centrada en su trabajo.
Cuando Miranda se va a dormir esa noche, no comprende qué ha pasado. Sigue locamente enamorada de ese hombre, resentida porque él haya "dejado de quererla"... ¿o hay otros motivos?
Miranda se levanta al día siguiente en 2016, cinco años atrás, justo en el día que conoció a Tristán. Si actúa diferente, ¿cambiarían las cosas? no es eso lo que me interesa. Miranda comienza a saltar en el tiempo, y cada día que se levanta, lo hace en una fecha diferente, un día señalado en su historia con el hombre al que ama.
¿No es interesante la idea de un do over? ¿qué cambiaría yo en mis actos si comenzara de nuevo, un 12 de noviembre de 2020, con la cabeza de una mujer de 25 años y sabiendo ya lo que va a ocurrir?
Bueno, creo que voy a dejarme llevar por la ficción. Probemos a ver qué ocurre. A lo mejor si la situación se diera de verdad no haría esas cosas, pero por ahora me aburro y me apetece imaginarme escenarios nuevos para una vida que ya he vivido..., ¡en las próximas entradas!
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