lunes, 20 de mayo de 2019

Revealed

Estaba tan frustrada y tan enfadada...
Porque mi cuerpo no fuera como los demás, porque todo me saliera siempre mal y por tener que pasar por tanto malestar físico y tantas preocupaciones. Me preguntaba por qué solamente yo.
Al principio era una mera inquietud por nuestra salud sexual, pero si no lo hice antes es porque, para mí, dejar que alguien se corriera en mi interior es algo sumamente íntimo. Me daba miedo dejar que alguien me marcase de esa manera. Pero, tratándose de él, de alguna forma me he obcecado en darle todas mis primeras veces restantes para compensar por las que no he podido tener con él. Sin embargo, una parte de mí querrá siempre rebelarse contra las convenciones sociales y eso es lo que hay, así que estaré luchando eternamente con mi lado romántico y preguntándome por qué algo tan natural y simple me importa tanto.
De manera que no pude evitar crearme muchas expectativas para cuando el momento llegase, dibujando mil escenarios pastelosos en la mente, y quizá la primera y la segunda vez no se correspondieron del todo a las fantasías que me había montado, pero... Pero al final lo entendí. Lo entendí cuando me sonrió, con los ojos brillantes y su jugosa boquita torcida, y me dijo que me sentía palpitar a su alrededor; y se me confirmó cuando contrajo la cara, susurrando que se corría, y se hundió en mi cuello para calentarme la piel con sus jadeos temblorosos, totalmente vulnerable, completamente mío.
Comprendí que había roto todas las barreras, que me moriría por sentirle dentro el resto de mi vida, que valdría la pena hacer cualquier cosa por él, que se me rompería la vida si se marchaba, que querría ver esa expresión todas las noches hasta que me muriera con la certeza de que todo lo que haga por él es bonito, puro y de verdad. 

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