sábado, 6 de julio de 2013

Treasures.

A veces no nos paramos bien a escuchar las cosas que importan. A veces, simplemente, buscamos en algo que hace mucho nos hizo felices, y vemos baratijas. O lo reconsideramos de otro modo. Podemos querer ser mayores, ser mejores, ser diferentes, y cambiar. Conseguir un buen trabajo y que los demás se sientan orgullosos.
Quizá alguna persona diga que esta canción es muy infantil. Al fin y al cabo, es el tema principal de una película de dibujitos animados de hace más de una década.
Y yo, cada vez que la escucho, me siento más calada por ella.

"Soy la pregunta del millón
siempre la interrogación
No respondas que sí porque sí.
Y ¿qué? ¿qué podrías tú decir?
Si yo no te voy a oír...
No me entiendes, yo nunca seré lo que esperas de mí.

Jamás ya me vas a conocer,
hoy un hombre puedo ser
No me uses y apartes de ti.

Y vi cómo alguien aprendió lo que nadie le enseñó
No me entienden, no estoy aquí...

Y yo solo quiero ser real, y sentir el mundo igual que los otros
Seguir siempre así
¿Por qué yo tendría que cambiar?
Nadie más lo va a intentar
Y no entienden que sigo aquí...

Y tú ves lo que ellos nunca ven
te daría el cien por cien
me conoces, y ya no hay temor.

Yo mostraría lo que soy
si tú vienes donde voy
no me alcanzan
Si eres mi amigo...mejor

¿Qué sabrán del mal y el bien?
Yo no soy lo que ven
Todo un mundo durmiendo y yo sigo soñando, ¿por qué?
sus palabras susurran mentiras que nunca creeré...

Y yo solo quiero ser real
y sentir el mundo igual que los otros
por ellos, por mí
¿Por qué yo tendría que cambiar?
nadie más lo va a intentar.
Estoy solo, y sigo aquí
Solo yo estoy aquí, sigo aquí...
...sigo aquí..."

Y me da igual de quién sea la canción, me da igual su género y me da igual su idioma. Sólo me importa qué dice, por qué me hace sentir tan... como él. Se la dedico a los estereotipos, a las mentiras, a todo el que ha pretendido verme convertida en alguien que no soy. Nunca seré la amiga perfecta, de esa que hace regalos y dedica cosas porque sí; tampoco esa heavy molona del flequillo torcido, no beberé litros en el río; no seré la clase de persona que pertenece a un lugar concreto. No soy la hija modelo, la novia que esperan, no soy la hermana perfecta.
No voy a dejar que me usen más, nunca he seguido consejo ajeno, prefiero estrellarme yo solita. No quiero ser otra persona. Y ya que sé que nunca voy a ver el mundo como el resto de las personas, qué menos que ser feliz...

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