Cuando me he levantado de la cama -tarde, para no variar - y he sentido la necesidad, al fin, de ponerme una sudadera sobre el camisón de verano que aún uso para dormir, algo me ha vibrado por dentro. El cambio de estación se produce a la manera sevillana, es decir, de golpe y porrazo, y yo no puedo menos que celebrar por fin el fin de la monotonía de sol de justicia y cielos deslavados mientras cambio los vaporosos vestidos de algodón por vaqueros y jerseys, aunque finos aún, no vayamos a fliparnos.
Mientras disfrutaba de mi café (¡caliente!), no he podido menos que pensar en las navidades pasadas. Y no es que piense en las navidades per se, sino en el tono maravilloso de las fechas. Mi esposo me recogía del trabajo a las seis de la tarde y me llevaba a nuestro piso compartido, nuestro primer nido de amor, donde nos pasábamos las tardes comiendo turrón y panettone y viendo películas conmigo acurrucada bajo el edredón, entre sus piernas. Un día húmedo y frío de finales de noviembre fuimos a un bazar y compramos un arbolito pequeño y un montón de adornos, pusimos villancicos flamencos para honrar a la tradición y nos jartamos de hacer fotos y de atiborrar al pequeño arbolillo plastiquero de bolas y guirnaldas.
Luego, la noche de navidad, pusimos los regalos bajo el árbol y dormimos apretados y nerviosos, mirando cada tanto de reojo los bultos en el suelo de nuestra habitación, donde hacía un calor inusitado para esa época del año cuando se llenaba de la luz del sol. Yo pasaba tardes enteras trabajando en los regalos, envolviéndolos con mimo y comprando paleles, tarjetas y lazos bonitos para adornar los paquetes, porque es una de mis tradiciones navideñas preferidas. El contenido siempre es lo de menos.
Lo que él me regaló de verdad las navidades pasadas fue mucha, mucha ilusión. Una vibración nerviosa en el vientre que aún persiste. ¡Ah, cómo me gusta! y ya nace, la siento a medida que los días se acortan y se vuelven más y más frescos. Se viene una época feliz, ya lo presiento..., aunque con él, ¿qué fecha no lo es?
No hay comentarios:
Publicar un comentario