sábado, 15 de julio de 2017

Bee-tree.

¿Cómo puedo explicarte lo que provocas en mí? 
Me encantas. Me encanta quién eres, cómo piensas, la forma en que me haces reír. 
Adoro cómo eres, tus rizos rubios, tus ojos de caramelo, tus manos tiernas, esos labios blandos y suaves, tu barbita rasposa, el arco de tus cejas, esas pestañas tan bonitas que tienes. Y me encanta cómo sonríes, cómo me miras, cómo me coges la mano, tu brazo sobre mis hombros, tus mofletes blanditos. Me gusta que seas alto, y grande, y fuerte, y sentirme protegida en lugar de tener la necesidad de proteger. Haces que me sienta como en mi hogar.
Me gusta cómo me haces sentir cuando me acaricias la espalda, cuando me besas, cuando estoy triste y me siento en tu regazo para que me abraces. Es extraño saber que soy amada y deseada. Amo tu lado más amable y compasivo, pero también esa sonrisilla malvada y picaresca que me deja saber que estás juguetón y que no hay manera de estar seria contigo.
Pero tampoco quiero estar seria en ningún momento. Al fin y al cabo, eres la luz y la alegría de mi vida.

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