jueves, 1 de febrero de 2024

Lo que no dije

A veces me persigue su imagen. Estaba desmejorado: la barba desaliñada, mucho más delgado, los ojos hundidos. El horrendo chándal demasiado grande no ayudaba. ¿Y yo? Impecable, por supuesto, en mi conjunto de Levis, con el pelo recién lavado, esponjoso y rubio...; y aún así sintiendo que podía leerme la pena y la rabia en los ojos.

¿Habría sido yo tan cruel si no hubiera dicho lo que dijo? ¿Le habría gritado hasta dolerme la garganta si no me hubiera roto? ¿Le habría golpeado? No lo sé. Vi la hendidura pálida que la alianza había dejado en el anular de su mano derecha y se me hizo un nudo en el estómago. Quise darle su cierre, el mismo que él no había tenido la decencia de permitirme, pero la bilis me trepó por la garganta y la rabia me cegó cuando me preguntó si aún le quería.

«O es contigo, o no es»

Pues que no sea.

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