lunes, 23 de octubre de 2023

El simbionte.

     En su esquinita está mi negra brea, al acecho.

En una especie de maniqueísmo bicolor: el bien y el mal, la calma y el caos. Absoluto, dicotómico, arbitrario.

Con mi pedacito de tiza dibujo una línea blanca. No pases.

A veces escucha, a veces me amenaza, a veces me come.

Con nuestra tiza arañamos el suelo, las paredes, y creamos una jaula ilusoria de blancura cegadora. Tú, en tu esquina, me apoyas con ráfagas inconexas, con una sonrisa ocasional, con un amor ardiente, inapropiado, secreto y desmedido. Con más caos. Con más luz. Con emoción y miedo.

Mi pedacito alquitranado de alma se alimenta de eso.

De mí.

De nosotros.

Hasta que ya no queda nada.

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