miércoles, 12 de septiembre de 2018

Through fears.

Siempre dices que duermes muy bien conmigo, pero la verdad es que no es recíproco. Yo no puedo dormir a tu lado, y no porque te muevas, te levantes y te desveles cada cinco minutos. Solo puedo dormitar si me pego a tu cuerpo, si oigo tu respiración y el latido acelerado de tu corazón retumba cerca de mi mano, que te apresa y te protege. Y aún así, me despertaré veinte veces para asegurarme de que estás bien.
No sé, no sé por qué. Quizá el miedo visceral de que mueras a mi lado y no entre mis brazos, a salvo y en casa, es más fuerte que todo lo demás.

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