martes, 2 de mayo de 2017

Dream.

Lo cierto es que me gusta verte dormir

Tu rostro relajado y joven me conmueve el corazón. Decía Margaret Lea que las penas no pueden alcanzarnos durante la noche, y así parece contigo. Así, podría pasarme las horas admirando el arco perfecto de tu ceja cerniéndose sobre el suave párpado, las pestañas levemente agitadas por no sé qué sueño; los días soñando con esos labios rojos entreabiertos por la cadencia suave de la respiración profunda. Me pregunto qué puede estar pasando bajo la espesa capa de rizos alborotados, cómo se mueve la sangre bajo la piel que me envuelve como hiedra, así, pegada contra tu corazón, me dejo llevar por su lento compás, así, dejo que marques el ritmo que han de tomar mis sueños.


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