martes, 3 de septiembre de 2024

Nada fica

     Recuerdo que la noche del tres de enero me eché a llorar. Diego no estaba. Me desperté en plena madrugada con el alma hecha trizas y un sabor en la boca de algo que nunca había probado. Me miré al espejo y no reconocí el rostro deformado que me devolvía el cristal.

Su nombre me llenaba los labios, los pulmones, el dolor que vivía en mis huesos.

Ahora quisiera volver atrás y decirme que todo pasa.

Kintsugi

    Este año me he roto tantas veces que pensé que no sería capaz de reconstruirme y seguir. Pero ahí voy: avanzando.

Una vez más y casi sin querer, sintiéndolo todo y viviendo para contarlo, con mis grietas doradas.

Libros, libros, libros...

     Me gusta especialmente leer libros que me recomienda la gente que me conoce, porque no solo me encuentro una historia, también lo que otros han visto de mí en el texto. Hay una suerte de intimidad entre las páginas que me hace sentir desnuda ante la mirada ajena: "este libro me ha hecho pensar en ti".