- Eres perfecta y me encantas.
Estira la mano. No. No me toques, por favor. Sé lo que vas a hacer, lo has hecho cientos de veces, pero no puedo. Observo cómo pellizca suavemente mi vientre, mi asquerosa y sucia barriga de gorda. ¿Cómo puedes acariciar y besar eso? Es asqueroso. Yo soy asquerosa.
Pero... ¿no importa?
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