miércoles, 6 de julio de 2016

アレ

Para bien o para mal, siempre he tenido buena memoria para las fechas. Hay días especiales que me recuerdan a personas que fueron especiales para mí, o sucesos concretos. Eso tiene un lado malo, por supuesto, porque siempre hay algo o alguien a quien no queremos recordar; puede que le echemos de menos, puede que nos hiciera daño, puede que nos entre la nostalgia.
Además, no es raro que ocurriera algo especial en una fecha señalada. Nunca olvidaré la noche que cumplí diecisiete años, con un beso a escondidas y champán sin burbujas; también atesoro, por alguna razón, aquella ocasión en que abrí los ojos a un nuevo año con el regalo más bonito que me hayan hecho, y recuerdo aquella tarde perezosa de un día de navidad mirando llover desde la calidez de una cama ajena.

Pero, por alguna razón, apareciste de la nada en un día cualquiera y le diste la vuelta a todos mis calendarios. El tiempo pasa con desdeñosa locura cuando estoy contigo, y todos los días son especiales, porque cada palabra, cada caricia, cada gesto y cada beso son únicos, y aún no puedo creer que sea todo para mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario