Pocas palabras podrían ilustrar ya lo mucho que él significa para mí.
Es la luz que disipa mis tinieblas, la luz de cada mañana. Mi estrella de día y mi sol de noche, tanto que me ciega. Luz, como la que destilan sus ojos verdes.
Es la fuerza para dar un paso adelante, un salto en el vacío. La fuerza para sonreír. La fuerza interior para obligar al corazón a que siga latiendo.
Es la promesa de la felicidad, de la lucha. La promesa que le hago al mundo de no rendirme, la promesa que le hago de permanecer aquí siempre, de quererle hasta que no me quede amor para nadie más. La promesa de que merece la pena seguir a su lado.
Es una huella en mi corazón, mi mente, mi piel y mis pertenencias.
Es un nombre grabado en cada esquina de mi existencia.
Es el olvido de que existen más personas a parte de él.
Es la ignorancia, porque no me interesa nadie que no seas él.
Es tiempo. El que llevamos juntos, el que nos queda por delante. Tiempo para pensar, sentir y amar.
Es esperanza de seguir adelante, de amar y ser amado, esperanza de un mundo mejor, esperanza de crecer como persona
Es música, para hacerme llorar y reír, para hipnotizarme con su voz.
Es sentimiento. Todos los nuevos, los que recuerdo y los que me quedan por experimentar a su lado.
Es el recuerdo de todos los instantes vividos, todos los momentos compartidos. Todas las palabras pronunciadas, acariciadas en mi mente y mis memorias
Es la sabiduría, la madurez, el poder aprender de lo que piensa, abrir los ojos y darme cuenta de tantas cosas...
Es suerte. La suerte que tengo de haberle conocido, de haber formado parte de su vida un solo segundo siquiera.
Él es, entre tantas otras cosas, la razón de mi existencia. Le quiero :)
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