domingo, 1 de abril de 2012

Esa maraña de sensaciones

Es tan extraño que no sabría expresarlo.
Es recordarle cada instante. En una canción, en una letra, en un dibujo, una foto, lo que sea. Un constante enigma en sus palabras. No saber a qué se refiere. Es sentir que ha pasado una semana y esto va muy mal. Recuerdo el invierno pasado, cuando me convertí en una zombi, y echarme a temblar. No querer comer, ni dormir, ni sonreír, no tener ganas de salir de casa, de estar con las personas, leer o vivir siquiera. Y tener que forzarte a ello. Y que sólo la inconsciencia del sueño suponga cierto alivio siempre y cuando no sueñe con él, y me despierte sobresaltada. Es llorar sin motivo en los momentos más inesperados y en cualquier situación. Que en algunos momentos digas: Es un tío, no me rayo, y a seguir adelante. Pero sabes que te estás mintiendo, porque solo quieres morirte, y cada segundo imaginas nuevas maneras de hacerlo, pero sabes que no puedes, ser tan cobarde y egoísta. Forzar una sonrisa. Tratar de...de...desenredar las palabras. Y el dolor no te deja expresarte. Y a ratos te duele, pero no puedes llorar, y crees que te ahogas, y el sufrimiento se parece en algo físico. Que tengas que fingir que estás bien, porque al resto del mundo le parece una tontería, pero tú estás enamorada y sufres. Porque es muy fácil decir: Olvídalo, bórrale, mándalo a chuparla; cuando eres otra persona, pero seguramente tú tampoco harías lo mismo. Es no estar de buen humor, no poder concentrarte en lo que haces, en lo que te dicen, en la lectura o en la televisión. Que todo parezca gris, mustio. Que las cosas carezcan de sentido y no merezcan la pena. Es recordar cada sonrisa que esbozaras por él, cada sentimiento, recordar cuando se te encogía el estómago y la emoción no te dejaba ni hablar, es recordar su voz, las fotos, los comentarios, las risas, cada tablón dedicado, su nombre en mi mano, sus ojos verdes, los dibujos...Recordar cuando estaba viva, y era feliz.
Saber que has hecho algo mal, que está enfadado, y no sé por qué, ni me lo quiere decir, y me ignora, y le hecho de menos cada segundo, y son tantos "y, y, y..." que no puedo ni pensar, no saber si se está despidiendo de mí o me ha perdonado, y saber que me ha mentido, y que ha sido injusto, porque otras personas le han hecho más daño y él las ha perdonado, y yo nunca me he ido de su lado, tampoco he hecho nada, ¡Joder! Y le quiero, en todos los idiomas, no puedo dormir, ni escuchar música, ni ser humana siquiera, no puedo perdonarle a ella que tenga la culpa, ni dejar de andar como un zombi.
Y él cree que todo se ha acabado. Yo no podría ni asimilar la idea, no puedo ni considerarlo, es demasiado difícil, demasiado duro. Puedes pensar lo que quieras, que hay muchos más tíos, que me queda toda una vida, y bla bla bla, pero a mí me da igual, porque yo ahora le quiero a él, y esto está ocurriendo en el presente. Me da igual si me duele o no mañana, porque ahora mismo estoy sufriendo, y no sé lo que va a pasar. Me aturullo en esta maraña de confusión, pensamientos, ideas, decisiones, pesadillas, dolor. Tengo que pensar en ello, pero no soy capaz, y preguntarme cómo voy a sobrevivir a esto si no pude ni con lo de Klara. Y lo peor, sobre todo, es tener la certeza de que aún le quiero.
Y también tengo la seguridad de que, si me perdona, todo volverá a ser más o menos como antes.
Y yo no sé si eso es bueno o malo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario