Una mancha rojiza. Purpúrea. Negra. Se inflama, más profunda, más brillante, más dañina, en pequeñas burbujitas que se rompen y destrozan todo a su paso.
Quizá algunas veces es mejor estar dormido. El sueño evade del dolor y de la pena. El sueño cura, a veces; aunque las heridas sean más profundas cada vez que vuelves a despertar.
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