Algo que tengo muy presente de la última vez que fui a terapia es que el proceso off-session es tan importante como lo que se habla en el sofá, de modo que abrazo los deberes con la dedicación de una buena estudiante. Me gusta leer y aplicar conceptos, digamos que es un paradigma conocido y familiar que me resulta reconfortante.
Eso no lo hace fácil, por supuesto. Pero mi determinación es firme.
Una de las cosas que se me ha quedado de aquellas aburridas y largas mañanas de hace 10 años eres precisamente tú, blog; o la costumbre de reflexionar y racionalizar emociones a través del proceso creativo, y sin embargo..., estoy en proceso de bloqueo creativo.
La tarea es sencilla: sitúate dentro de 3 años, entre los 26 y los 27, y escríbele a tu yo de ahora. Dile qué estás haciendo y qué claves te han ayudado a llegar a donde estás. Pero, ¿cómo me posiciono en un futuro incierto que no me llama ni me motiva nada? en parte siento que estoy haciendo precisamente lo que mis hermanos criticaban de mí hace ahora un año: me refugio en la cómoda idea del panorama doméstico, en el matrimonio y la maternidad, para obviar las incertidumbres de un porvenir que no sé cómo afrontar. ¿Son mis sueños, o son sueños aprehendidos, hendidos a fuego en el cerebro por la tradición familiar?
Así que he pensado que podría empezar por sentar las bases y hacerlo un poco más real: ¿Qué tendría yo que decirle, a día de hoy, a la persona que era hace tres años?
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