- Japón está en silencio permanente. Tan en silencio que resulta escandaloso.
- Hay mucho más verdor del que me esperaba, es genial sentir que la ciudad no te oprime.
- Los japoneses van totalmente a su bola. Parecen engañosamente individualistas.
- No hay papeleras en ninguna parte, pero lo más curioso es que tampoco hay basura, ni siquiera hojas que se caigan de un árbol. Está todo gloriosamente limpio.
- No entienden el término "chotto" (un poco) aplicado a un idioma. Si ven indicios de que sabes UN POCO de japonés, te hablan en japonés y a toda leche, como la señora de inmgración.
- Todas las japonesas tienen la voz estándar, y esa regularización incluye un tono monótono e insoportáblemente agudo
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