whartonadas

Leyendo a Edith Wharton (siempre incisiva, inteligente, deliciosa) me doy cuenta de la suerte... ¿Suerte? que tengo con respecto a mis congéneres. Seguimos teniendo nuestros retos por delante, pero ay, qué fortuna la de poder elegir si, cuándo y con quién casarme. Parecería una tontería, pero imagina no tener la libertad de elegir cuál es tu curso vital, y estar siempre supeditada a los volubles deseos de otro, que tiene derecho de poseerte y elegir por ti. Cuán salvaje no sería entonces la competencia, la virulencia de la presión estética.

Confieso que muchas veces, por mero llevar la contraria a las expectativas externas, he fantaseado con no casarme. Pero, ¿a quién quiero engañar? Siempre he soñado con el amor romántico y principescos de los periquitos de la infancia. Y se me revuelven las tripitas de felicidad soñando con sus ojitos anegados de felicidad líquida en el día más feliz de nuestras vidas.

Me costó aceptar que no soy peor mujer por desear casarme. Solo estoy gozando libremente de la libertad de lo que otras lucharon por mí.

a place to call home

Nunca pensé que pudiera amar tanto un espacio. Algo material. Aunque no es material lo feliz que he sido entre esas paredes, lo bonito que entra la luz en el dormitorio cuando cae el sol, el piar de los pajarillos en el patio trasero. 

Dormiré allí hasta el último día que se me permita. Luego, se venderá. Me da igual el precio: ese hogar es invaluable para mí.

Mi refugio.

trastornada

Ese largo baile que ninguno entendemos del todo, el toma y daca constante. Una de cal, otra de arena. Nunca supe adaptarme a estos vaivenes.

Supongo que me he cansado y, por momentos, solo quiero dormir y esperar a que pase la tormenta en silencio... a volver a recibir un poco de amabilidad.

¿Por qué nada de lo que hago es suficiente?

disociaciones cognitivas.

A veces la vida brilla y me descubro cantando sola y bailando en medio del supermercado, y a veces me tiembla la voz y juraría que necesito una señal de que este es el camino correcto.

Supongo que esto esto es lo que dicen de "no escarmentar por cabeza ajena", ¿Cierto? Bien, ahora sé por carne propia por qué es que dicen esas cosas. Qué absurda esta melancolía, este miedo de sentir mi realidad tan lejana.

¿Qué es eso que echo de menos? ¿Es realidad, o se ajusta más al conjunto de ficciones que vive entre gritos en mi cabeza?

Supongo que la incertidumbre es algo que les pasa a todos los humanos. Diosito, mándame una señal... 

espacios

Transitando viejos espacios, recuerdos brumosos que ya no saben, que ya no huelen..., y, sobre todo, que ya no duelen.

Perfect, tonight

Rosa. Explosión de rosa. Rosa por todas partes. Flores en san Valentín, bombones y un peluche. ¡Vale! ¡Soy una cursi! No me importa. Me da igual si es puro marketing, lo último que esperaba era el despliegue por excelencia de todas las películas moñas que he idealizado según iba creciendo.

La felicidad, amigos, es esto. Gestos sorpresa de amor, la cena calentita después del trabajo, dormir abrazados. No, no pedíamos tanto.

With the stars and us

Sapphire & The Consouls resuena en mi alma con recuerdos calurosos, con el olor del césped recién regado en verano y un tintineo de botellines fríos, la humedad de la noche irrespirable sevillana y la satisfacción de una vida tan sencilla como feliz.

rupturas

Hoy se me ha roto un poco todo por dentro.

Un miedo sibilino repta por mis entrañas; quizá el truco sea no confiar del todo nunca, o puede que sea no prometerse, no casarse, no ser padres, no intentarlo nunca del todo con nadie.

lo bonito y un poco más

Muchos libros, café, un día de sol, gente bonita, toneladas de amor, el mar, su perfume en mi almohada, carcajadas de las que hacen que duela la barriga, su calorsito rico por todas partes y a todas horas, un huevito de color azul (¿Bluevito?), una niña saltando en una colchoneta gigante y anunciando que la función va a empezar, una perra roncando a los pies de la cama, compañeros que dan las gracias, una estantería que imita al roble y una lámpara nueva en la habitación. Un atrapasueños, simbólico, tragándose las pesadillas de toda una vida. La vida era todo eso, todo lo bonito y un poco más.

Por vosotros.

Esa torta de realidad que supone darse cuenta de lo pequeño que es realmente tu círculo después de una ruptura fea. Quien está es ancla, quien no está... Bueno, falta. Falta mucho.

Michi.

Echo de menos tu pelito suave

y tu maullido de bebé.

Tu agresividad inesperada,

tu ronroneo selectivo

Extraño tu belleza impasible

en lo alto de la escalera,

Tu culito inquieto,

como esta espera

eterna,

pesada,

triste.

Como los lamentos de tu hermana,

que pone eco a mi corazón cansado

de esperar un sonido,

un soplo,

un signo...

Algo.

No te pido que vuelvas,

solo que vivas cerca,

donde yo te sienta.

En el aire fresco,

en los olivos,

en los ecos de la memoria.

it ain't about the presents

La casa. Esa casa, tan sola, tan fría. Tan llena de frustraciones, de sueños rotos, de gérmenes de sueños nuevos. Ya no sé qué significa, ya no sé en qué punto del partido estoy, de tanto amarla y tanto odiarla y tanto anhelarla.

Tan sola, tan fría.

No quiero volver a casa. Y, a la vez, es el único sitio donde quiero estar, en completo silencio y total calma. Mi hogar, mis pajaritos, mis bichitas, mi campo alrededor. Mi casa, sin nadie que me reciba al llegar. Sin abrazos ni cenas calentitas esperando. ¿Qué tiene hoy el día, que rezumo añoranza por los poros?

Se respira ilusión en el aire, y yo..., yo no siento nada. Mi día favorito de todo el año, y yo tengo el corazón arrugado como cartón mojado. Si pudiera desdoblarme y salir de mi cuerpo, me zarandearía; hubo un tiempo, no hace tanto, en que aún me dormía chisporroteando de ganas y de nervios. Hoy ya sé qué es lo que marca la diferencia, qué es lo que falta, tan absolutamente insustituible que ni el mayor de los tesoros podría comprarlo.

Ahí está, ya puedo darle nombre a mi frustración.

Rhythmical

Y te volví a probar,

tu boca no pierde el sabor a caramelo

Nos dejamos llevar... 

Beginnings

Contra todo pronóstico, mi amor..., un año después de aquel diciembre tan negro, tan frío, volé feliz por las calles abarrotadas de coches bajo una lluvia de fuegos artificiales con el sabor de tus labios aún intacto en mi boca. Este 2025 brindo por estar donde no duela, por reír a carcajadas y amar a manos llenas. Brindo por eso que tú me das, que es mucho más de lo que pido.

Este año se acabó el lamentarse por las cosas que dolieron. Llegó la hora de elegir proactivamente ser feliz.