y tu maullido de bebé.
Tu agresividad inesperada,
tu ronroneo selectivo
Extraño tu belleza impasible
en lo alto de la escalera,
Tu culito inquieto,
como esta espera
eterna,
pesada,
triste.
Como los lamentos de tu hermana,
que pone eco a mi corazón cansado
de esperar un sonido,
un soplo,
un signo...
Algo.
No te pido que vuelvas,
solo que vivas cerca,
donde yo te sienta.
En el aire fresco,
en los olivos,
en los ecos de la memoria.
Es precioso vida, gracias por dedicarle estas palabras
ResponderEliminarElla está bien💗