Contra todo pronóstico, mi amor..., un año después de aquel diciembre tan negro, tan frío, volé feliz por las calles abarrotadas de coches bajo una lluvia de fuegos artificiales con el sabor de tus labios aún intacto en mi boca. Este 2025 brindo por estar donde no duela, por reír a carcajadas y amar a manos llenas. Brindo por eso que tú me das, que es mucho más de lo que pido.
Este año se acabó el lamentarse por las cosas que dolieron. Llegó la hora de elegir proactivamente ser feliz.
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