He vuelto a soñar con él, con ese apartamento desnudo, con el colchón tirado en una sábana vieja en el suelo; con su carne y su piel rellenando todos los huecos de mi cuerpo con cariño, con una mirada amable de esos ojos de almíbar amaneciendo con el mundo, con su sonrisa y sus labios llenos, sus rizos rubios, su olor a almizcle. Besos lentos y hambrientos, hiel en los labios al despertar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario