Querido bae:
Podría pasarme horas mirándote, contando los delicados pelos de tus pestañas en las sombras que proyectan sobre tu pómulo o sumando el mapa de lunares de tu cuerpo. Podría estar eternamente salivando al pensar en esa boquita colorada sobre la mía, en todas partes, y lo sumamente precioso que eres cuando sonríes. Diría wue he memorizado los matices broncíneos, cobrizos y dorados de tu cabello bajo el sol, a distintas horas del día. Algo se me infla por dentro cada vez que me miras, y siento que podría volar, y me arde la piel cuando me tocas. A lo mejor te parece que estoy perdiendo la cabeza, pero eres lo más bonito que hay en mi vida ahora y lo que más feliz me hace, mirarte es como contemplar arte.
Es evidente que me estoy pasando, ¿O no? Ya no me importa lo que ocurra después; vivo por y para ti, para el ahora que comparto contigo. Seré lo que quieras, lo que necesites, haria cualquier cosa que me pidieses... ¡Qué peligro tengo!
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