Querido bae:
Sé que meter esta carta aquí en medio resulta un poquito anacrónico, pero no me he podido contener. No dejo de darle vueltas a todo lo que sucedió ayer y no puedo menos que darte las gracias a mi manera.
Estuve todo el día luchando contra el frío que llevaba dentro, lo siento, a pesar de que derretiste buena parte del hielo de mi corazón con tu maravilloso regalo de Navidad. Intenté con todas mis fuerzas ser natural y amable, y poner una sonrisa en mi cara, para ti, para tu familia y tus amigos. Luchando por estar contenta, cuando el cuerpo me pedía helaito y cama, pero tú no te merecías la pena que arrastro por dentro en días como el de ayer.
Sin embargo, bae me prometió que lo haríamos un recuerdo bonito, y así ha sido. No dejo de pensar en que un día como hoy de hace cinco años, estuve toda la tarde enterrada bajo el edredón con las braguitas forradas de compresas y sin pantalones, intentando frenar el sangrado que me causó el desgarro vaginal, intentando no pensar en todas esas sensaciones que recuerdo como si fueran ayer. Si para mí era inverosímil disfrutar de un día así desde entonces, aún más dejarme tocar por absolutamente nadie, y supongo que por eso estaba tan nerviosa. Me daba un poco de miedo, también, no poder disimularlo y que la reacción de mi cuerpo te impidiera disfrutar... Evidentemente, estaba demasiado agobiada como para soñar siquiera con tener un orgasmo.
Aunque bae demostró una vez más ser el hombre de los milagros, no es eso con lo que yo me quedo. Has exorcizado a mis demonios, mi amor. Tú y solo tú has curado esa herida que lleva tantos años sangrando, estigmatizándome, has callado a esa parte de mí que se culpa y odia a sí misma por ese estúpido error que cometí. Y aunque sé que eso no borra lo que me pasó, y aún está marcado a fuego en mi corazón, estoy segura de que a partir de ahora recordaré el día de navidad y pensaré en bae cogiéndome de la mano, abrazándome , mirándome, tocándome despacito y haciéndome el amor a besos, a suspiros, a caricias. Manteniendo todas las piezas en su lugar.
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