jueves, 27 de diciembre de 2018

¿? de ¿julio? de 2017

(El papel está parcialmente mojado y no se puede leer muy bien, así que voy a poner las partes que se conservan íntegras y resumiré lo que creo que ponía en el resto.

Querido bae,

En una ocasión me hiciste una pregunta muy complicada y lleva tiempo rondándome por la cabeza la idea de responderte de forma más extensa. Sí, en ese momento simplifiqué, pero no me apetecía entrar en detalles.
Poco después de conocer a tus padres, ellos plantearon la conjetura de que yo era una chica pija, tradicional y religiosa. No les culpo, la verdad es que doy el pego perfectamente si solo juzgas mi manera de vestir, y más aquel día, que quería impresionarles y me esmeré más de lo habitual en prepararme...
Al caso, que está claro que pija soy, solo que para mí no significa algo malo. 
Y aquí viene la pregunta del millón: ¿Eres religiosa? Sé que lo que te preocupaba es que te arrastrase a la Semana Santa, pero la verdad es que yo solamente valoro la cualidad artística de los pasos gracias a mis clases de Historia del Arte de bachiller. No, pero mi relación con el catolicismo ha sido muy compleja y ni yo misma la entiendo.
Yo no había tenido mucho contacto con la religión hasta que me ofrecieron la opción de ir a catequesis, y allí encontré mi Fe. Era pequeña, las clases eran amenas y divertidas, y encontré en el Jesús amable y compasivo que me enseñaron a un confidente. Tienes que entender que pasé gran parte de mi infancia sin mis padres, que prácticamente vivían en el hospital, y tampoco tenía amigos con los que jugar, así que me sentía tremendamente sola. El rezo me aliviaba.
Me mantuve como católica practicante dos o tres años (aunque no iba mucho a misa, sí que leía la biblia y rezaba), y era difícil, porque el ambiente en el que me movía, tanto en casa como fuera, era hostil para con los creyentes. Mis hermanos y amigos se mofaban a menudo de la gente como yo, aunque tampoco es que fuera capillita ni nada por el estilo, solamente veneraba la idea de un Dios que me ayudase. Pero también crecía en mí una frustración terrible contra esa figura impasible e inalcanzable que jamás hacía nada por mí; el resultado fue que con el tiempo, desarrollé verdadera inquina y rechazo a la idea de Dios, que si de verdad lo podía todo, no hacía más que putearme y ponerme piedras en el camino.
Luego, todo dejó de tener sentido. Como hicieran el Ratón Pérez, los reyes magos o papá Noel, Dios se unió a las filas de amigos imaginarios y criaturas de mito y leyenda que cada vez se me hacían más absurdas e inverosímiles.
Pero aún me ocurre, en momentos aislados de mi vida, que se me enciende una chispa dentro. No quiero escuchar a esa emoción, pero me consume brevemente... y luego se esfuma. Es realmente difícil decir que no creo en nada cuando es tan tentador que alguien me proteja, aunque sea mentira. A veces pienso que ojalá pudiera tener fe en algo.
Así que supongo que... no creo, aunque quisiera creer. Pero es una putada, porque si Dios existiera tal y como lo pintan... me parecería un capullo. 

miércoles, 26 de diciembre de 2018

26 de diciembre de 2018

Querido bae:

Sé que meter esta carta aquí en medio resulta un poquito anacrónico, pero no me he podido contener. No dejo de darle vueltas a todo lo que sucedió ayer y no puedo menos que darte las gracias a mi manera.
Estuve todo el día luchando contra el frío que llevaba dentro, lo siento, a pesar de que derretiste buena parte del hielo de mi corazón con tu maravilloso regalo de Navidad. Intenté con todas mis fuerzas ser natural y amable, y poner una sonrisa en mi cara, para ti, para tu familia y tus amigos. Luchando por estar contenta, cuando el cuerpo me pedía helaito y cama, pero tú no te merecías la pena que arrastro por dentro en días como el de ayer.
Sin embargo, bae me prometió que lo haríamos un recuerdo bonito, y así ha sido. No dejo de pensar en que un día como hoy de hace cinco años, estuve toda la tarde enterrada bajo el edredón con las braguitas forradas de compresas y sin pantalones, intentando frenar el sangrado que me causó el desgarro vaginal, intentando no pensar en todas esas sensaciones que recuerdo como si fueran ayer. Si para mí era inverosímil disfrutar de un día así desde entonces, aún más dejarme tocar por absolutamente nadie, y supongo que por eso estaba tan nerviosa. Me daba un poco de miedo, también, no poder disimularlo y que la reacción de mi cuerpo te impidiera disfrutar... Evidentemente, estaba demasiado agobiada como para soñar siquiera con tener un orgasmo.
Aunque bae demostró una vez más ser el hombre de los milagros, no es eso con lo que yo me quedo. Has exorcizado a mis demonios, mi amor. Tú y solo tú has curado esa herida que lleva tantos años sangrando, estigmatizándome, has callado a esa parte de mí que se culpa y odia a sí misma por ese estúpido error que cometí. Y aunque sé que eso no borra lo que me pasó, y aún está marcado a fuego en mi corazón, estoy segura de que a partir de ahora recordaré el día de navidad y pensaré en bae cogiéndome de la mano, abrazándome , mirándome, tocándome despacito y haciéndome el amor a besos, a suspiros, a caricias. Manteniendo todas las piezas en su lugar.

lunes, 24 de diciembre de 2018

2 de junio de 2017

Mi precioso bae,

¿Sabes esas películas románticas en las que uno de los protagonistas renuncia al sueño de su vida, o un ascenso, o algo así... por su pareja? Siempre que yo veía algo así, me molestaba muchísimo. Parejas hay muchas, pensaba, pero oportunidades como esas..., no tantas. Avalada por mi pragmatismo, pensaba que eso nunca me ocurriría a mí, porque si lo hiciera, la decisión sería fácil de tomar (aunque doliera). Mi hermana me decía a menudo que algún día me enamoraría y tendría que morderme la lengua.
¡Qué razón tenía!
Ahora lo entiendo todo, pero es que tú, una vez más, tienes esa virtud oculta de darle la vuelta a todas las cosas que alguna vez di por hechas. Mi carrera solo tiene sentido si me da la estabilidad necesaria para comprarte la luna si me lo pides, porque tu ilusión, tu bienestar, tú entero te has convertido en mi nuevo sueño, mi meta. Ahora veo por fin que desear paz y tranquilidad con el amor de mi vida para prosperar juntos no es una meta fácil, ni tampoco es poco ambiciosa, sé que tendré que esforzarme cada día hasta que me llegue el final. Has cambiado los parámetros de la felicidad, le has dado sentido y significado a esa palabra tan grandilocuente. ¿Te imaginas qué vacía sería mi vida si volviera a mi gran casa después de un gran día en mi gran empresa en esa gran ciudad extranjera... y mi hogar estuviera vacío?
Ya no necesito fama, prestigio, dinero ni reconocimiento público. Son cosas que anhelaba conseguir, que asociaba con el éxito. Quería ser brillante, llegar lejos y que la gente recordara mi nombre cuando hubiera muerto; pero como dice la canción, "if you remember me, everyone else can forget".
Sin embargo, esto no cambia quién soy. Competir y esforzarme en superar a todos y a mí misma forman parte de mi carácter, son rasgos que no van a desaparecer fácilmente, porque aunque adquiridos, los he interiorizado a lo largo de los años. Todo eso viene en el paquete, querido, lo tomes o lo dejes, yo solo sé que ahora mi vida y mi futuro se reescriben ante mí y tú eres la dirección que quiero que tome mi vida. Ya sea por casualidad o por elección.

sábado, 22 de diciembre de 2018

29 de abril de 2017

Mi baesito querido,

El tiempo se me echa encima, y tengo miedo de marcharme. ¿Qué será de nosotros si no estamos físicamente juntos? Sabes que he intentado llevar relaciones a distancia antes y las cosas no me han salido del todo bien (aún me topan los cuernos con los marcos de las puertas), de manera que me aterra pensar en la dirección que puedan tomar tus sentimientos o los míos. Tengo miedo de los terceros que puedan aparecer, de los horarios de mierda que nos hagan distanciarnos, tengo miedo de que seamos personas diferentes al cabo de un año y no encontremos nada en común que nos una. Me asusta que haya personas en mi entorno apostando a ver cuánto duramos. Me da miedo que tengan razón.
Aún así, al menos me queda el consuelo de saber que vas a venir a verme, y me aferro con desesperación a esa idea, porque cuanto más se acerca Japón más miedo me da que nosotros seamos solamente tú y yo cuando toda esta experiencia se acabe.
Ya no quiero marcharme y me siento super egoísta.
Esto me ha servido para darme cuenta de que mi hogar está a tu lado.

1 de abril de 2017

Baesito,

¿Cuántas veces hemos oído eso de que el amor se acaba? no sé tú, pero yo muchas. Todo el mundo, y hasta la propia "ciencia" dice que, según la pasión se extingue, el propio amor se transforma en un cariño casi familiar... proceso que dura dos años (en teoría). Supongo que, en parte, puedo entenderlo. Yo ya pienso en ti como en alguien que forma parte de mi propia familia, de ese núcleo pequeñito de cinco personas (ahora, seis) que me importan en este mundo. Sin el resto, puedo vivir.
Así que es normal que las relaciones cambien, eso está claro. Los comienzos son excitantes y divertidos, pero también son agotadores. Prefiero mil veces lo cómoda que estoy ahora mismo contigo y con lo que tenemos que ese cosquilleo de nervios que sentía todo el tiempo al principio y que, francamente, aún me asalta de vez en cuando; pero es que creo que podemos establecer que soy una persona muy pasional en ese sentido y no creo que eso desaparezca, de manera que tendré cuarenta años y aún me sentiré sobrecogida por tu sonrisa. Ahora nos ponemos de acuerdo en la dirección que vamos a tomar: acabado el tonteo, llega la hora de trabajar juntos y en serio para construir un futuro juntos (qué ilusión me hace eso, jiji)
Dicho lo cual... yo no quiero que se apague la pasión. Me aterra, de hecho. Para otras personas solamente importan los sentimientos, pero yo no soy así, francamente, yo necesito esa faceta física y sexual de la relación. Yo siento el mismo ansia que el primer día, aunque a veces me apetezca que lo hagamos despacio y pegaditos y otras quiera que me pegues y escucharte gruñir. Me gusta brusco y también suave (me gusta que sea contigo, punto) y sigo esperando esas cosas, pero no siempre me hago ilusiones. Ah, a veces me provoca ansiedad...; ya se han acabado las conversaciones picantes, y no sé qué será lo siguiente. Tal y como yo lo veo, mi personalidad no es suficiente por sí sola, y tampoco lo es mi cuerpo, no sé cómo explicarlo.
No sé si se me pasarán las ganas de comerte los morros cada vez que te vea, pero a veces, cuando me apartas, me siento casi... triste. A veces pienso que si supiera contenerme... o si, al menos, me importase un poco menos..., podría dejar de sentir que me gustas más de lo que yo te gusto a ti.

A lo mejor es una buena idea que me marche lejos. A lo mejor así, cuando vuelva, no podrás quitarme las manos de encima (hmmm)

jueves, 20 de diciembre de 2018

18 de marzo de 2017

Mi querido bae,

No sé cómo decirte lo mucho que ha cambiado mi vida gracias a ti. ¿Sabes a caso lo agradecida que estoy? Doy gracias a mi estampa, mi suerte y Dios si hace falta por haberte conocido, por esa maravillosa causalidad de que me ames como yo te amo a ti. Doy gracias a la alineación de las estrellas del día en que nuestros caminos se cruzaron, mi bae. Doy gracias a tus padres, familiares, profesores y amigos por el papel que han tenido en quien eres ahora, por enseñarte lo que importa de verdad. Te doy gracias a ti por asimilar lo bueno y ser una maravillosa persona.
Te doy gracias por cuidarme y preocuparte por mí.
Te doy gracias por acariciarme las mejillas y besarme la frente.
Te doy gracias por ser paciente conmigo y sincero, aunque a veces sea una verdad que no quiera escuchar.
Te doy gracias por esforzarte en todo lo que haces y por hacerme sentir tan orgullosa de ti, mi bae.
Gracias, gracias, amor, por cada día que paso contigo.

11 de marzo de 2017

Mi querido bae,

Me encantaría conocerte mejor, saberlo todo de ti, para seguir viéndote en todos los lugares y en todas las cosas, en la música y el paisaje, en películas y sueños; así, toda mi vida estará impregnada de ti, y eso será lo más bonito que pueda pasarme.
Sé que los hombres no dedican tanto tiempo s pensar en estas cosas, pero yo soy una romántica empedernida, de modo que sueño con flores y corazones y lazos de satén color rosa bebé. ¿Cuál es tu gema favorita? ¿Y tu olor? ¿Hay algún recuerdo del que te avergüences mucho? ¿Cómo sería un día perfecto para ti?
Para mí sería contigo

martes, 18 de diciembre de 2018

27 de febrero de 2017

Mi precioso bae,

Mientras te emocionas de las cosas que escribo para ti en mi blog, pienso que cada una de tus cartas de amor son las confesiones que me has hecho y que impregnan el aire entre nosotros. Me imagino cientos de palabras blancas, apretadas entre nuestras miradas, recordándome continuamente que a mí y solo a mí me has dicho que me amas, que soy tu vida, que quieres envejecer a mi lado. Esas son mis propias cartas de amor, mi vida, y las llevo escritas en mi piel.

Me pregunto qué sentirías si esto llegara a ti algún día.

lunes, 17 de diciembre de 2018

13 de enero de 2017

Querido bae,

Cómo brilla la galaxia de tus ojos, mi amor. Será lo único que vea cuando mire a un cielo estrellado, trazando las rutas entre los lunares de tu piel. Quisiera poder memorizar cada pulgada, como un mapa: una guía de lo feliz que me hace tu tacto, tu mano en mi rodilla, tus cosquillas, tus brazos al dormir, aunque sé que se te quedan dormidos y te duelen, y solamente lo haces por mí. Mi piel anhela la tuya, la imprenta de calor y el olor almizclado de la ropa limpia, el desodorante, ese delicioso perfume que me vuelve loca y tu propio aroma. ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar hasta que pueda olerlo en mi almohada cada día al despertar? Espero que no mucho.

jueves, 13 de diciembre de 2018

25 de diciembre de 2016.

Mi precioso bae:

Hoy, de nuevo, escribo un pequeño mensaje para ti, pero hoy no sale exactamente del afecto espontáneo. Quiero decir que, normalmente, cuando escribo es porque me abruma la potente sensación de estar tremendamente enamorada de ti, no puedo respirar y me quedo sin palabras que decir. Entonces, en ese momento, tengo una pequeña revelación sobre qué decirte y cómo hacerlo exactamente, de manera que lo anoto (unas cuantas palabras, una frase...) y luego le doy forma y lo guardo en algún sitio.
Pero hoy es el aniversario de ya sabes qué, y como tengo una obsesión psicosomática por las fechas, hoy es un día en que me paralizo por completo. Me siento como si estuviera debajo del  agua del mar en un día de invierno: helada, no me siento las manos ni los pies, estoy entumecida y no puedo escuchar nada más que el rugido amortiguado de las olas por encima de mi cabeza. Hoy, la razón de que me siente en mi escritorio a garabatear, es que no quiero pensar en cómo me siento, ni recordar la mano espectral que sujeta aún mis muñecas para que no me mueva. Hoy me moriría por estar contigo, porque tu calor siempre derrite parte del hielo de mis entrañas, me moriría por hacer el amor despacio, para que tu recuerdo dulce se sobreponga a mis pesadillas para siempre.
Odio el día de Navidad.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

21 de diciembre de 2016

Querido bae:

A veces me siento ansiosa sobre mi apariencia contigo. Hace poco me di cuenta de por qué, creo. El mes pasado, cuando fui a cortarme el pelo, estaba muy nerviosa por dentro porque no sabía si te iba a gustar o no, pero tú siempre me dices que te gusto de todas las maneras posibles, pero ¿Es eso verdad? ¿O solo lo dices para no ser "tóxico", como los modernitos de twitter, y por dentro fantaseas con cómo te gustaría verme en realidad?
Esto no encaja en lo que yo estoy acostumbrada, ¿Sabes? No te aburriré con los detalles, pero durante mucho tiempo he llevado el pelo y la ropa como otra(s) persona(s) han querido. Por un lado, estaba bien tener algo a lo que atenerse, algo que supiera que siempre iba a gustarle... Por otro lado, él se enfadaba cuando me cortaba, alisaba o recogía el pelo. Era muy agobiante.
Me gusta poder ponerme lo que me apetezca, aunque siga queriendo gustarte, impresionarte y sacarte un halago, me gustaría saber qué usar o qué ponerme a parte de sudaderas oversize para hacerte perder la cabeza. Debes saberlo, cada vez que me engalano es para ti y solo para ti, pero es porque yo quiero y no porque me sienta obligada (o haya sido DIRECTAMENTE obligada). Me encanta que no censures mis elecciones ni te enfades cuando llevo algo ajustado o con escote o algo así, aunque soy reservada para esas cosas. No sabía que esto era posible, y sobre todo, no sabía que iba a poder sentirme bien conmigo misma.
Pero es que eso es lo que tú haces: devolverme mi propia autoestima. Cuando me cuidas, cuando me deseas, cuando besas mis heridas, tú me sanas por dentro. Tú me das ganas de vivir.

martes, 11 de diciembre de 2018

9 de diciembre de 2016

Querido bae,

Tu nombre debe ser mi palabra favorita de todas cuantas se hayan escrito. Una palabra llena de promesas y esperanza. Tu nombre encierra mis ganas de vivir, el amor más grande que jamás se haya sentido.
Tú eres mi vida entera.

lunes, 10 de diciembre de 2018

1 de diciembre de 2016

Querido bae:

Para mí, tus brazos significan hogar.
Mi hogar.
Mi lugar seguro.
Mi refugio.

Sé que soy difícil, pero no te marches nunca.
Yo te amo.

domingo, 9 de diciembre de 2018

14 de noviembre de 2016

Querido bae:

En las series y en los libros, la gente se ralla mucho antes de decir que quieren o aman a alguien, normalmente les preocupa la reacción del otro. No tengo mucha experiencia en el amor, pero de alguna manera, he crecido inspirada por esos valores.
En mi propia experiencia, son palabras grandes... Para mí, decirte que te amo significa que me abro completamente a ti, me convierto en alguien vulnerable. También significa compromiso.
Dani sabía lo que suponía para mí, y en los casi tres años que duró nuestra relación solo me dijo que me amaba dos veces (y puedo decirte las fechas exactas). Edu siempre me decía que me quería, pero nunca quiso decir que me amaba, al final comprendí que no lo sentía en absoluto. Una vez me regalaron esas dos palabritas mágicas por navidad, y creo que es lo más bonito que he recibido nunca hasta que el destino te trajo a mi vida.

Por supuesto, también recuerdo cuándo me lo dijiste tú a mí. ¿Te costó mucho? Espero que no. Yo aún recuerdo el tono de tu voz, tu expresión. Qué maravilla... Y eso se queda para mí, porque no sé si pars ti fueron momentos especiales, pero a mí me cambiaron la vida. Y sé que tardé un poco en decírtelo, porque quería estar segura, pero las palabras me quemaban en la garganta y al final salieron solas, sin pensar.
Cuando dije en voz alta que te amo, todo tuvo sentido. ¿Cómo lo voy a dudar? Claro que te amo. No sé desde cuándo, pero es algo que llevo dentro y que me acompaña siempre. A lo mejor tardé mucho en comprender de qué se trataba, porque no se parece al amor que yo conozco: es un cariño profundo, sincero, sin miedo, sin inseguridad. Tu amor es todo lo que yo conozco, y veo en tus ojos todo lo que yo siento por ti.
Espero que lo sepas. Te amo.

6 de noviembre de 2016

Mi precioso bae:

Ayer vino a visitarnos a casa uno de los compañeros de trabajo de mi padre, un señor gordito y gracioso llamado Coto. Hace poco le comentó mi padre lo mucho que me gusta ponerle miel a las tostadas, al té y al café, así que el señor, que es apicultor, nos trajo un tarro de miel de jazmines que él mismo había producido y recolectado, y te adelanto que está espectacularmente rica.
Tiene, además de un olor delicioso, un color asombroso que no se parece nada a ese tono ambarino artificial de la miel de supermercado, sino que está a caballo entre el marrón y un caramelo casero, un dorado intenso que parece relucir desde dentro como si tuviera luz propia. Su color cálido llama al dulzor meloso de su contenido, justo como tú... igualito que tus ojos con el sol adyacente, llamándome a mí como la luz a una polilla. Cierro los ojos y los veo con toda claridad, y me siento como si tuviera la consistencia de la miel misma, deshaciéndome...

En este momento, como estoy inspirada, se me vienen a la cabeza toda clase de citas, poemas y símiles literarios para el romance, fruto de años leyendo novelas clásicas victorianas. Por ejemplo, me resulta curioso que después de haber leído mil veces al menos Cumbres Borrascosas, que no es la novela más romántica de todos los tiempos, ahora encuentre un lado nuevo desde el que mirar las mismas páginas. Siempre empaticé con el amor calmado de Cathy y Linton mil veces más que con la pasión vehemente y tenaz de Heathcliff, y ahora solamente se me vienen a la cabeza algunas de las cosas que él dijo sobre su amada. También tiene momentos muy acertados, porque como él, yo también te veo en todas partes, tampoco puedo vivir sin mi vida, sin mi alma... sin todas esas cosas que eres tú para mí.

sábado, 8 de diciembre de 2018

17 de octubre de 2016

Mi querido bae:

¿Sabes que hablas en sueños? Bueno, en realidad es la primera vez que lo haces, al menos que yo sepa. Me encanta dormir contigo, aunque no siempre esté durmiendo, aunque me pase horas mirándote. Me gusta cómo hueles, y que me beses dormido, o que me busques por la cama como si lleváramos años durmiendo juntos. Me gusta tu calor, tu suavidad, y contar tus respiraciones para dormirme.
Y entonces, anoche, me dijiste lo más bonito y reconfortante que he oído en mucho tiempo: me prometiste (o tu subconsciente) que siempre ibas a estar conmigo. Solo conmigo. Y entonces tuve una breve visión tunelada de un futuro juntos, con niños regordetes de rizos rubios, un mañana idílico en el que no tuviera que sufrir nunca más por nada, en el que mi única preocupación fuera cuidarte.
¿Me darías eso?

jueves, 6 de diciembre de 2018

3 de octubre de 2016

Querido bae:

Podría pasarme horas mirándote, contando los delicados pelos de tus pestañas en las sombras que proyectan sobre tu pómulo o sumando el mapa de lunares de tu cuerpo. Podría estar eternamente salivando al pensar en esa boquita colorada sobre la mía, en todas partes, y lo sumamente precioso que eres cuando sonríes. Diría wue he memorizado los matices broncíneos, cobrizos y dorados de tu cabello bajo el sol, a distintas horas del día. Algo se me infla por dentro cada vez que me miras, y siento que podría volar, y me arde la piel cuando me tocas. A lo mejor te parece que estoy perdiendo la cabeza, pero eres lo más bonito que hay en mi vida ahora y lo que más feliz me hace, mirarte es como contemplar arte. 
Es evidente que me estoy pasando, ¿O no? Ya no me importa lo que ocurra después; vivo por y para ti, para el ahora que comparto contigo. Seré lo que quieras, lo que necesites, haria cualquier cosa que me pidieses... ¡Qué peligro tengo!

miércoles, 5 de diciembre de 2018

25 de septiembre de 2016

Querido bae:

Anoche estuviste fenomenal. No solo tuviste el coraje de venir a la boda de mi hermana sin previo aviso y sin conocer a nadie, sino que te comportaste de diez. Todo el mundo hablaba maravillas de ti, y para mí eras el acompañante perfecto. No solamente estabas guapísimo con ese traje azul, afeitado, el pelito recién cortado (para comerte y rebañar, vamos), sino que fuiste abierto, sencillo, ingenioso y divertido a pesar de que no te sintieras muy cómodo con las circunstancias. Sé que lo hiciste por mí y solo por mí, me salvaste la noche, que iba a ser una  velada familiar  de  lo más ughggg, y no sabes lo agradecida que estoy. Me lo pasé genial después de todo el estrés de tenerlo todo organizado y procurar que la gente se lo pasara bien, una catarsis de alcohol y bachata que culminó en lo que llevaba todo el día deseando: quitarte la ropa despacito, besarte, acariciarte y enseñarte la bonita lencería de encaje celeste que me compré para ti la semana pasada. Ahora mismo yaces dormido, medio desnudo, y siento cómo el deseo se despereza y se asienta  en mi bajo vientre, pero es posible que tengas resaca y quieras seguir durmiendo al fresquito del aire acondicionado. Sigues precioso, no puedo dejar de mirarte... Pero mejor te dejo tranquilo.
He de confesar que me siento un poco culpable, especialmente por la amenaza de muerte de mi hermano, pero espero que me perdones con el tiempo. Al fin y al cabo, te llevé a comer y beber gratis, ¿No? 

22 de septiembre de 2016

Querido bae:

Tengo que confesarte que estoy asustada. Siento que con todas mis inseguridades, que poco a poco van saliendo a la luz, lo único que voy a conseguir es alejarte de mí irremediablemente y para siempre. No tardarás mucho en darte cuenta de que estoy pirada y tengo más mierda de la que puedo tratar; porque todo esto es por mí, no porque no confíe en ti.
Creo que hay dos razones fundamentales por las que me siento así. La primera, que la idea de ser tu segundo plato me atormenta, no quiero ser la primera de cambio, no quiero ser una al azar otra vez. Es evidente para mí que nunca te he gustado y atraído como ella y jamás me vas a querer de la misma manera. Supongo que, si te diera esto algún día, entenderías el por qué del exabrupto que he tenido esta mañana en la universidad. Sé que te he hecho enfadar, y lo siento mucho...
La segunda razón es que no tengo miedo de decirte lo que pienso, aunque me preocupa herirte, claro. Dani se enfadaba con frecuencia y me amenazaba, aunque luego no cumpliera con lo que decía. Tú no pareces querer vengarte de mí todo el tiempo, y eso hace que nuestra relación funcione en unos parámetros que yo no entiendo. Todo esto es tan nuevo para mí como para ti.

lunes, 3 de diciembre de 2018

28 de agosto de 2016.

Querido bae:

He de confesarte que me siento terriblemente culpable, porque hay algo que te he ocultado.
Me escuece un poco que "R U Mine" sea nuestra canción. Está llena de malos recuerdos para mí, recuerdos de la persona que me enseñó el grupo... aunque tú le hayas dado la vuelta a su significado. Pero, además, no puedo dejar de pensar que alguien más me envió esa canción hace muy poco tiempo, cuando yo no la conocía, y me preguntaba continuamente "¿Eres mía?". Y yo le dije que no, que era de mí misma, pero la realidad es que yo solo quiero ser tuya en cuerpo y alma para que hagas lo que quieras conmigo.
¿Dejaré de ser tan creepy algún día?

domingo, 2 de diciembre de 2018

19 de agosto de 2016

Querido bae.

No sabes cuánto me gustaría hacer que te dieras cuenta de lo precioso que eres, y no solo eso, sino de lo bueno que estás. Precisamente por lo inseguro que eres, no creo que seas consciente de lo mucho que me gusta tu cuerpo..., Si yo hubiera hecho un hombre a medida para mí misma, no me habría salido mejor. Siento que me derrito por dentro por ti, algo se me enciende en las entrañas cuando te veo, cuando me tocas, cuando te quitas la ropa. Dios, me encantaría poder mirarte todo el tiempo, cada día de mi vida, me encantaría memorizar cada curva, cada ángulo, cada recodo; me encantaría que no hubiera ni un solo milímetro entre tu cuerpo y el mío, y poder acariciar tu preciosa y suave piel hasta que se me gastaran las manos.
Y tú, ahí, sin saber cuánto me atraes... ¡Pobre de ti! Pero, por favor, no pienses que te amo solo por eso.

sábado, 1 de diciembre de 2018

3 de agosto de 2016

Querido Ale:

Hay una cita de una canción de la Oreja de Van Gogh que me gusta especialmente, y dice "aún no te conozco y ya te echaba de menos". Siento que añoro cosas que aún no he experimentado, como despertarme contigo, viajar... Y sé que es añoranza por el tinte de melancolía que lo empaña todo. A lo mejor se debe a que este mes estamos en lados opuestos del país, a lo mejor se debe a que tengo a Jorgito constantemente zumbando en mi móvil con poemas de amor grandilocuentes (seguro que copypasteados del chat de otra tonta) y regalos para mí almacenados en su casa.
Me encuentro fantaseando contigo e imaginando el futuro como si tuviera quince años. Me quedo embobada releyendo mil veces las cosas bonitas que me dices. ¿Qué he hecho yo en la vida para merecerte? Probablemente algo muy bueno. Probablemente no te merezco, no lo sé. Espero estar aportando cosas buenas a tu vida, no puedo más que mirarte y sentirme tremendamente orgullosa de ti y de todo lo que te estás esforzando.
Eres maravilloso.