Hoy, curioseando por Facebook, he ido a parar a las fotos de una chica morena, bajita y poco agraciada, abrazada a un hombre que de buena tinta sé que apenas ha pensado en ella durante los últimos meses, un hombre que le ha sido infiel mientras ella le escribía reflexiones recordándole que le amaba y le echaba de menos cada segundo que pasaba sin él. Me he sentido triste y culpable como si yo misma le hubiera hecho algo así a la pobre chica.
Sé que no puedes leerme, Rosi, pero lo cierto es que lamento mucho lo que te está pasando. No te conozco, pero estoy segura de que mereces mucho más que a un idiota que solo se moría por verte para satisfacer sus necesidades sexuales.
Lo siento, Rosi, pareces buena persona, de verdad que sí.
Lo siento, Rosi, pareces buena persona, de verdad que sí.
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