Llegó el momento de despedirse.
Todos me abrazan en piña, y pienso las palabras que no puedo decir ahora, porque hay un nudo en mi garganta que no me deja. Espero que les hayan llegado mis sentimientos a todos ellos, a mis amigos de todas partes del mundo, porque lo último que me esperaba, lo que más me ha conmovido de esta experiencia, es lo mucho que me han llegado a importar las personas que ahora forman parte de mi vida.
Así que, por favor, cuidaos. Los que os vais y los que os quedáis aquí.
Sed buenos, seguid aprendiendo, ayudaos los unos a los otros.
Celebrad muchas fiestas, salid de viaje, haced fotos para que yo las pueda ver desde mi rinconcito de este planeta.
Sabed, también, que significáis mucho para mí. Siempre estaré dispuesta a echaros una mano si puedo y lo necesitáis, siempre me acordaré de vosotros. Sabed que sois la única razón por la que me quedaría aquí, porque os quiero, y habéis hecho de esta experiencia lo mejor que me ha pasado en la vida.
Estoy muy agradecida por todo lo que me habéis dado, cada sorpresa, cada gesto amable, todo lo que me habéis ayudado y enseñado. Os daré las gracias a todos hasta que se me caiga la lengua, porque no merecéis menos.
Y aquí dejaré vuestros nombres para que nunca se me olviden:
Paula, Fanny, Fran, Jesús, Jordi, Mayra, Hanna, Vilma, Adi, Gabe, Umba, James, Tesuya, Shiori, Ken, Paella-man, Kierra, Rera, Kaori, Adri, Ami, Kana.
Y todos los que me falten.
Hasta la próxima, amigos.