¿Alguna vez habéis mirado el cielo por debajo del agua?
Esa superficie infinita de azul profundo y sin mácula, quiero decir. Sumergíos en el agua límpida y cristalina y girad. Mirad hacia arriba. Vuestro movimiento y las burbujas de oxígeno se alzarán, rompiendo la superficie, y los destellos del sol crearán suaves rupturas plateadas sobre las olas, que dibujan sombras sobre sí misma, convirtiendo el cielo en una miríada de chispas resplandecientes, como la luz cayendo sobre un diamante, y transparencias, ondulaciones y azules. Haciendo de él, del cielo, algo único y maravilloso.
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