No puede ser, y sin embargo, es. ¡Y tanto que es! delante de mí, sólido, suave, cálido como nunca me había atrevido a imaginarlo.
Pero no puede ser. Volvemos a lo mismo. Creo en todas las cosas que la gente no quiere creer, y esta vez creo que has llegado demasiado tarde. Sabes que no puedes amar a nadie. Sabes que solo quieres que no me vaya de tu lado. Sé que no me quieres de otro modo, no como siempre anhelé, no como yo te quería.
Pero eso está bien, porque las cosas cambian, y esta vez no es una excepción. No, lo que tenemos no se lo ha llevado el viento. Yo te quiero. Te seguiré abrazando cuando tengas un mal día. Aún puedes apoyar tu cabeza en mi regazo, y aún te acariciaré ese hirsuto cabello tuyo.
Pero no esperes más. Yo he cambiado, pero si tú cambias conmigo, esto ya no tiene sentido. Aún seguiré escuchándote cuando tengas un problema, seguiré cuidándote siempre que pueda (y te dejes, mi pequeño gatito arisco). Pero no serás el primero ni el único. Y eventualmente, la vida seguirá su curso, y si queremos evolucionar con ella, supongo que tienes que saber que nos estancaremos aquí para siempre. Ya no voy a ir a buscarte, no me quedaré contigo para siempre.
Esto es una disculpa, por favor, no lo conviertas en un adiós.
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